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HOMENAJE A FRANZ FANON

HOMENAJE A FRANZ FANON

"EUROPA

Frantz Fanon (20 de Julio de 1925 – 6 de Diciembre de 1961), nació en la Isla de la Martinica, actualmente departamento de ultramar francés. Fue uno de los más prominentes pensadores del Siglo XX, en el tema de la descolonización y psicopatología de la colonización, sus trabajos han inspirado movimientos de liberación anticolonial durante más de cuatro décadas.

Franz FANON: Conclusión de "Los condenados de la tierra"

Compañeros: hay que decidir desde ahora un cambio de ruta. La gran noche en que estuvimos sumergidos, hay que sacudirla y salir de ella. El nuevo día que ya se apunta debe encontrarnos firmes, alertas y resueltos.

Debemos olvidar los sueños, abandonar nuestras viejas creencias y nuestras amistades de antes. No perdamos el tiempo en estériles letanías o en mimetismos nauseabundos. Dejemos a esa Europa que no deja de hablar del hombre al mismo tiempo que lo asesina dondequiera que lo encuentra, en todas las esquinas de sus propias calles, en todos los rincones del mundo.

Hace siglos que Europa ha detenido el progreso de los demás hombres y los ha sometido a sus designios y a su gloria; hace siglos que, en nombre de una pretendida "aventura espiritual" ahoga a casi toda la humanidad. Véanla ahora oscilar entre la desintegración atómica y la desintegración espiritual.

Y sin embargo, en su interior, en el plano de las realizaciones puede decirse que ha triunfado en todo.

Europa ha asumido la dirección del mundo con ardor, con cinismo y con violencia. Y vean cómo se extiende y se multiplica la sombra de sus monumentos. Cada movimiento de Europa ha hecho estallar los límites del espacio y los del pensamiento. Europa ha rechazado toda humildad, toda modestia, pero también toda solicitud, toda ternura.

No se ha mostrado parsimoniosa sino con el hombre, mezquina, carnicera, homicida sino con el hombre.

Entonces, hermanos ¡cómo no comprender que tenemos algo mejor que hacer que seguir a esa Europa?

Esa Europa que nunca ha dejado de hablar del hombre, que nunca ha dejado de proclamar que sólo le preocupaba el hombre, ahora sabemos con qué sufrimientos ha pagado la humanidad cada una de las victorias de su espíritu.

Compañeros, el juego europeo ha terminado definitivamente, hay que encontrar otra cosa. Podemos hacer cualquier cosa ahora a condición de no imitar a Europa, a condición de no dejarnos obsesionar por el deseo de alcanzar a Europa.

Europa ha adquirido tal velocidad, loca y desordenada, que escapa ahora a todo conductor, a toda razón y va con un vértigo terrible hacia un abismo del que vale más alejarse lo más pronto posible.

Es verdad, sin embargo, que necesitamos un modelo, esquemas, ejemplos. Para muchos de nosotros, el modelo europeo es el más exaltante. Pero en las páginas anteriores hemos visto los chascos a que nos conducía esta imitación. Las realizaciones europeas, la técnica europea, el estilo europeo, deben dejar de tentarnos y de desequilibrarnos.

Cuando busco al hombre en la técnica y el estilo europeos, veo una sucesión de negaciones del hombre, una avalancha de asesinatos.

La condición humana, los proyectos del hombre, la colaboración entre los hombres en tareas que acrecienten la totalidad del hombre son problemas nuevos que exigen verdaderos inventos.

Decidamos no imitar a Europa y orientemos nuestros músculos y nuestros cerebros en una dirección nueva. Tratemos de inventar al hombre total que Europa ha sido incapaz de hacer triunfar.

Hace dos siglos, una antigua colonia europea decidió imitar a Europa. Lo logró hasta tal punto que los Estados Unidos de América se han convertido en un monstruo donde las taras, las enfermedades y la inhumanidad de Europa han alcanzado terribles dimensiones.

Compañeros: ¿No tenemos otra cosa que hacer sino crear una tercera Europa? Occidente ha querido ser una aventura del Espíritu. Y en nombre del Espíritu, del espíritu europeo por supuesto, Europa ha justificado sus crímenes y ha legitimado la esclavitud en la que mantiene a las cuatro quintas partes de la humanidad.

Sí, el espíritu europeo ha tenido singulares fundamentos. Toda la reflexión europea se ha desarrollado en sitios cada vez más desérticos, cada vez más escarpados. Así se adquirió la costumbre de encontrar allí cada vez menos al hombre.

Un diálogo permanente consigo mismo, un narcisismo cada vez más obsceno, no han dejado de preparar el terreno aun cuasidelirio, donde el trabajo cerebral se convierte en sufrimiento, donde las realidades no son ya las del hombre vivo, que trabaja y se fabrica a sí mismo, sino palabras, diversos conjuntos de palabras, las tensiones surgidas de los significados contenidos en las palabras. Ha habido europeos, sin embargo, que han invitado a los trabajadores europeos a romper ese narcisismo y a romper con ese irrealismo.

En general, los trabajadores europeos no han respondido a esas llamadas. Porque los trabajadores también se han creído partícipes en la aventura prodigiosa del Espíritu europeo.

Todos los elementos de una solución de los grandes problemas de la humanidad han existido, en distintos momentos, en el pensamiento de Europa. Pero los actos de los hombres europeos no han respondido a la misión que les correspondía y que consistía en pesar violentamente sobre esos elementos, en modificar su aspecto, su ser, en cambiarlos, en llevar, finalmente, el problema del hombre a un nivel incomparablemente superior.

Ahora asistimos a un estancamiento de Europa. Huyamos, compañeros, de ese movimiento inmóvil en que la dialéctica se ha transformado poco a poco en lógica del equilibrio. Hay que reformular el problema del hombre. Hay que reformular el problema de la realidad cerebral, de la masa cerebral de toda la humanidad cuyas conexiones hay que multiplicar, cuyas redes hay que diversificar y cuyos mensajes hay que rehumanizar.

Hermanos, tenemos demasiado trabajo para divertirnos con los juegos de retaguardia. Europa ha hecho lo que tenía que hacer y, en suma, lo ha hecho bien; dejemos de acusarla, pero digámosle firmemente que no debe seguir haciendo tanto ruido. Ya no tenemos que temerla, dejemos, pues, de envidiarla.

El tercer Mundo está ahora frente a Europa como una masa colosal cuyo proyecto debe ser tratar de resolver los problemas a los cuales esa Europa no ha sabido aportar soluciones.

Pero entonces no hay que hablar de rendimientos, de intensificación, de ritmo. No, no se trata de volver a la Naturaleza. Se trata concretamente de no llevar a los hombres por direcciones que los mutilen, de no imponer al cerebro ritmos que rápidamente lo menoscaba y lo perturban. Con el pretexto de alcanzar a Europa no hay que forzar al hombre, que arrancarlo de sí mismo, de su intimidad, no hay que quebrarlo, no hay que matarlo.

No, no queremos alcanzar a nadie. Pero queremos marchar constantemente, de noche y de día, en compañía del hombre, de todos los hombres. Se trata de no alargar la caravana porque entonces cada fila apenas percibe a la que la precede y los hombres que no se reconocen ya, se encuentran cada vez menos, se hablan cada vez menos.

Se trata, para el Tercer Mundo, de reiniciar una historia del hombre que tome en cuenta al mismo tiempo las tesis, algunas veces prodigiosas, sostenidas por Europa, pero también los crímenes de Europa, el más odioso de los cuales habrá sido, en el seno del hombre, el descuartizamiento patológico de sus funciones y la desintegración de su unidad; dentro del marco de una colectividad la ruptura, la estratificación, las tensiones sangrientas alimentadas por las clases; en la inmensa escala de la humanidad, por último, los odios raciales, la esclavitud, la explotación y, sobre todo, el genocidio no sangriento que representa la exclusión de mil quinientos millones de hombres. (Las tres cuartas partes del total en el momento en que esto se escribe)

No rindamos, pues, compañeros, un tributo a Europa creando estados, instituciones y sociedades inspirados en ella.

La humanidad espera algo más de nosotros que esa imitación caricaturesca y en general obscena.

Si queremos transformar a Africa en una nueva Europa, a América en una nueva Europa, confiemos entonces a los europeos los destinos de nuestros países. Sabrán hacerlo mejor que los mejor dotados de nosotros.

Pero si queremos que la humanidad avance con audacia, si queremos elevarla a un nivel distinto del que ha impuesto Europa, entonces hay que inventar, hay que descubrir.

Si queremos responder a la esperanza de nuestros pueblos, no hay que fijarse sólo en Europa.

Además, si queremos responder a la esperanza en los europeos, no hay que reflejar una imagen, aun ideal, de sus sociedad y de su pensamiento, por los que sienten de cuando en cuando una inmensa náusea.

Por Europa, por nosotros mismos y por la humanidad, compañeros, hay que cambiar de piel, desarrollar un pensamiento nuevo, tratar de crear un hombre nuevo. (Páginas 287 a 292)

Franz FANON


Esta Conclusión del libro, escrito en francés de Franz FANON: Les damnés de la terre, François Maspero, París, 1961, está tomada de la edición en español Los condenados de la tierra, FONDO DE CULTURA ECONOMICA, México, 1983 (es la séptima reimpresión de la segunda edición en español, la primera es de 1963), 293 páginas.

 

16 comentarios

Diego Urioste -

Lamento no poder arrojar luz sobre quienes llevan esa página -por desconocimiento- pero sin duda es un muy buen trabajo.

Así mismo me gustaría comentar que de un tiempo a esta parte vengo observando -espero que no erróneamente- la reaparición de una vía/camino/corriente alejada del chauvinismo y del eurocentrismo, más bien por la causa de la liberación de los pueblos, a dos niveles. Uno, en gobiernos que se están conformando ahora y creando un eje a nivel mundial (Venezuela-Irán etc...) y que es el obvio, y otro a bajo nivel entre nuestro entorno, rechazando posturas xenófobas o etnoraciales o como queráis llamarlo. Y cuando digo entorno, me refiero al entorno y a nivel, es decir en lo que se conocería con "nuestro mundillo" (¿Qué será eso?) y sobre todo a nuestro nivel, es decir con comunidades de personas afines a la problemática de los pueblos, enfocando la lucha como es el problema: a nivel global.

Salud

LineAntagonista -

No conocemos quien lleva esta web.
Intuimos que quizá algun participante de nuestro blog sepa algo más sobre la naturaleza de esta iniciativa que, como tu bien dices, han digitalizado textos muy interesantes....

Handschar -

Una duda camaradas,alguo conoce quienes son los camaradas del CEE, centro de estudios euroasiaticos, en su pagina se definen como antagonistas y opuestos al atlantismo,ademas de publicar excelentes textos de politica
saludo

Antagonistas -

Pues hay todavía quien quiere utilizar una indefinida e indefinible "europa" como herramienta de trabajo político; como sujeto revolucionario, no como objeto -uno entre tantos- de análisis. De donde, las aporías y contradicciones de los grupos nacional-europeístas de hoy, deudores de análisis ya muy superados como los de Thiriart.

antichaparron -

Hará falta argumentar ante una situación putrefacta, de porqué ha llegado a ser putrefacta, o que es lo más putrefacto, etc.
Pero negar algo que todos pueden ver (que la Europa actual es un ente putrefacto) me parece «la prueba del algodón». Es como negar que ETA es terrorista...

...... -

Europa, definida por el propio tratado de Maastricht, como "pilar europeo de la Alianza atlántica", no es para nosotros "valor absoluto" sino un espacio geopolítico más a liberar y a reorganizar como Macrocomunidad orgánica de pueblos libres proyectada específicamente contra los Estados Unidos, el Sionismo, el Imperialismo, el Colonialismo y el Nihilismo Occidental.


Para alcanzar sus objetivos RESISTENCIA se moverá dentro de los cada vez más estrechos márgenes de "legalidad" que las democracias capitalistas asignan como terreno acotado a disidentes y contestatarios. Bien entendido, también, que como revolucionarios ni aceptamos ni asumimos que dicha "legalidad" sea jamás razón suficiente para renunciar a nuestros objetivos finales.

UGER-RST -

Del manifiesto de Resistencia:
...

LíneAntagonista -

Inténtalo. No descalifiques.

Sin palabras -

Ya, chato, lo que pasa es que los otros no dan tampoco ninguna argumentación. Así que me pongo a su nivel

LíneAntagonista a Tócate-los-cojones -

Nos deja "sin palabras" tu lúcida argumentación testicular. Mejora un poco, chato, o no participes en este blog.

Sin palabras -

O sea, que Europa es muy mala y hay que ir contra ella, sobre todo por su religión cristiana. Y además porque lo dijo Evola.

Tócate-los-cojones.

ps -

Señalar que la edición original de "Imperialismo pagano" lleva por subtítulo:'Il Fascismo Dinanzi al Pericolo Euro-Cristiano'(El Fascismo frente al peligro euro-cristiano), que no aparece en la edición en castellano.

ANTIEUROPA -

"Europa es el apéndice putrefacto de Eurasia" (M.Lattanzio)
"Antieuropa, antisemitismo, anticristianismo -tales son n uestros lemas" (J.Evola, Imperialismo pagano)

Traditio -

"Europa es una vieja puta prostituida en todos los burdeles ideologicos" (Freda)

Curro Romero -

Mu, mu güeno.

ps -

“Compañeros, el juego europeo ha terminado definitivamente, hay que encontrar otra cosa. Podemos hacer cualquier cosa ahora a condición de no imitar a Europa, a condición de no dejarnos obsesionar por el deseo de alcanzar a Europa.”( Franz Fanon)


“Pues nadie olvide un solo momento que España encontraría enormes dificultades, enormes trabas, para ascender en su poderío económico y político (mundial), y que ello no ha de acontecer sin que tengan que ser vencidas resistencias de los países beati possidenti, que tienen hoy en sus garras al mundo entero. Aun así, nuestra fortaleza militar sería siempre un aparato defensivo, porque realmente serviría tan sólo para defender el derecho de España a ser un pueblo libre, rico y próspero. Para conseguir lo cual no necesita atacar a nadie, ni lanzar sus ejércitos contra nadie, sino exigir que nadie desde fuera la mediatice y tenga reducida a la eterna situación de pueblo vencido, aplastado por la voracidad de una Europa enemiga.”

“España tendrá que esperar, repetimos, a poseer una política internacional todavía algún tiempo. Mientras tanto, puede tener una sola, la de no encallar gravemente en el piélago de Europa y la de no acompañar a la catástrofe a potencias de destino muy dudoso.”
R.Ledesma, “Discurso a las Juventudes”)

"Nosotros no amamos a Hitler porque represente en Alemania un elemento de orden; lo amamos porque representa un elemento de desorden en Europa."
(Berto Ricci, "La Rivoluzione Fascista. Antología di scritti politici", SEB, 1996)