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Visiones y Revisiones: "PROCESO A LA BURGUESÍA"

Visiones y Revisiones: "PROCESO A LA BURGUESÍA"

 

Berto Ricci nació en Florencia en 1905. Profesor de matemáticas ingresó en el fascismo en 1927. Colaboró en distintas revistas del régimen y en 1931 fundó “L’ Universale”. Como poeta publicó “Il rosal” (1930), “Poesie” (1930) y “Corona ferrea” (1933). Ensayista polémico, escribió “Errori del nazionalismo italico” (1931), “Lo scrittore italiano” (1931), y en 1939 el texto que publicamos íntegramente, recogido en la obra colectiva Processo alla borghesia, compilada por Edgardo Sulis ese mismo año.

             Combatiente en la campaña de Etiopía (1937), se presentó como voluntario nada más comenzar la Segunda Guerra Mundial. En octubre de 1940, convencido de que aquella sería “el comienzo de una victoria absolutamente imperial y sobre todo moral, y civil”, partió para Libia con una idea muy clara: “acabar con los ingleses y con sus dignos hermanos de ultramar, pero también con algunos ingleses de Italia”.

            El 2 de febrero de1941, en Bir Gandula, sobre el desierto del Gebel, cayó muerto por el ataque –ironías del destino- de la aviación británica, Berto Ricci, poeta, fascista, revolucionario.

 

CATEGORÍA ESPIRITUAL Y CATEGORÍA SOCIAL

 

por Berto Ricci

 

La vieja lucha antiburguesa parte de una error: el de la burguesía entendida exclusivamente como clase; definida además, abstractamente, por mínimo límite censatario; definida, incluso, con criterio elástico pero con persistencia en el método, por uno o más tipos de ocupación; rigurosamente prolongada mediante la herencia desde el individuo a la familia, de los nacidos a los nasciturus, porque en la concepción clasista, los hijos y los nietos del burgués no pueden ser, salvo ruina económica o inscripción en un partido extremista, otra cosa que burgueses. Así pues, categoría social y categoría económica; y, al cabo, casta. El equivoco de tal concepción es múltiple. Se encuentra en la presunta omnipotencia de la herencia y el ambiente. Se encuentra en la contraposición sofística de trabajo técnico o directivo, a menudo simplemente administrativo, frente a trabajo manual. Se encuentra en elevar la clase, entidad mutable a absoluto político. Se encuentra en el materialismo económico que ve en el individuo solamente un detentador, apropiador o productor de riqueza, aboliendo o marginando toda la inextinguible realidad del hombre. Frente ello se alza la concepción opuesta, que quiere ver en la burguesía sólo una categoría del espíritu. No ya clase sino mentalidad, no ya la ocupación sino el modo de vida, el uso de sí mismo y de sus propios medios, Postura preferible a la primera, por cuanto tiene en cuenta de ese dato indestructible que es la personalidad humana, colocando la voluntad y el carácter por encima de la némesis clasista y de la fatídica nivelación profesional y considerando el trabajo unitariamente.

            Sus defectos son los de todas las posiciones íntegramente espiritualistas cuando se aplican a realidades terrenas. Consisten en no tener en cuenta el elemento económico que a menudo acompaña y se entrecruza en diversos grados con la valoración espiritual, creando intereses cuyas resistencias pueden obstaculizar o dañar seriamente un proceso de renovación. Consisten en pasar por alto el hecho de que toda mentalidad tiende a hacerse “clase”, por ley de afinidad y ley de defensa, que alcanzado un cierto nivel de satisfacción el hombre medio busca, quizá inconscientemente, condiciones propias para aislarse del cuerpo social en una coalición de hombres medios satisfechos, y que para controlar este anhelo no bastan las leyes, se precisa de la sensibilidad política de la Nación. Son también defectos de la antiburguesía espiritual, excluir o ningunear esa influencia de la herencia y del ambiente que la antiburguesía clasista exageraba. Porque por ejemplo, no se ha dicho, e incluso se ha desmentido, que la familia del burgués deba generar individuos burgueses; pero no por esto se debe negar que la familia burguesa exista y opere sobre las concepciones de sus hijos. Generosos defectos, y excesos por reacción, que pueden restarse al juego de ladinos e interesados agentes. Categorías espirituales y categorías sociales no se identifican pero se entrelazan; no coinciden pero se compenetran. En las zonas de intersección del fenómeno burgués será más manifiesto y producirá mayor daño porque sus medios son mayores y mayor es el radio de acción.

            En el pensamiento burgués se hallan presentes en primer término el particularismo de clase y el afán de lucro. Vicios morales, vicios intelectuales de la burguesía, tienen aquí su origen. Superar la clase como hecho social y como hecho económico, en la triple realidad del Estado unitario, de la jerarquía de los valores, de la representación provisional orgánica, es misión del Fascismo. Aquí reside precisamente la más cruda y tajante oposición del Fascismo al clasismo capitalista y al clasismo comunista: términos antitéticos de una misma ecuación. Superar las clases. Se puede cometer el error de considerarlas ya superadas. Error, frecuente en las revoluciones, de tomar una realidad en devenir como realidad efectuada. Error de buena fe y de la fe, de quien, al haber completado en sí mismo esta superación, atribuye a la colectividad  el resultado que pocos han logrado, No olvidemos, sin embargo, que la colectividad se compone de individuos que deben, cada uno, incluyendo todas las eventuales ayudas y sugerencias, establecer por sí mismos una verdad histórica como verdad moral. El ambiente político, aun sustentado por heroica disciplina, hace mucho. Pero no lo es todo. Debe contarse con eso que en cinética se llama variable t : el tiempo. Tiempo que  debe no solamente correr cinéticamente, sino que debe estar pleno de obras, granado de impulsos, de ejemplos, de normas. Tiempo que debe ser permanencia; tiempo vivido por la sociedad y a su través por los individuos, en la práctica de un anticlasismo profundo, continuo, hecho al fin espontáneo.

            Si Roma no se hizo en un día, nada extraño tiene que el clasismo sobreviva. Sobrevive arriba y abajo, por utilizar una abusiva topografía social. Sobrevive en el mismo hecho de que aún, en el lenguaje común exista un alto y un bajo de la sociedad nacional, siguiendo criterios inevitables no de valor, sino de censo y de estirpe. Sobrevive en el “nosotros los pobres” y en el “nosotros gentes de bien”; en los lugares en los que baila o se sienta a la mesa cierta subespecie de humanidad, particularmente titulada o particularmente vestida. Sobrevive allí donde exista rechazo de lo comunitario dentro de la comunidad, y es por esto típico de la zona meridional donde el Fascismo se ha sobrepuesto a los “caballeritos” de Giovanni Verga. Decíamos: la variable t. Se debe también decir que la obsesión por los resultados a alcanzar es mucho más noble y más beneficiosa, mucho más revolucionaria, que la de los resultados alcanzados. Que el pesimismo activo vale más que cien optimismos contemplativos. Sobrevive, el clasismo, tanto en una infracción empresarial sobre las vacaciones retribuidas como en la vaporosa palabrería de la mujer de un catedrático que envía a regañadientes a su hijo al campamento juvenil junto al hijo del bedel. Tanto en la vil reverencia del dependiente, como en el llamado “pueblo humilde” del cronista de prensa. Sobrevive en todas partes y así será mientras no prepondere sobre el valor riqueza el valor hombre.

            Fuerzas vigorosas lo combaten sin descanso. La enseñanza del Duce, también en esto, impele y ordena. Mussolini, que comparte mesa con los obreros, para citar solo uno de los infinitos episodios, no permite alternativas a la conciencia fascista. Ser o no ser. El encuadramiento de la juventud, el compañerismo militar o la educación sobre el terreno de minorías crecidas en las guerras fascistas, minorías que son legiones, son necesarias para desarraigar las pálidas supervivencias de castas impenetrables. La asistencia como deber social, la asistencia sobre el plano de la dignidad, del Grupo Regional al jardín de infancia y a las colonias juveniles, es instrumento anticlasista en acción. Siempre puede serlo más en la escuela, con el incremento de la formación profesional: la escuela, donde el punto arduo, la línea Maginot de la mentalidad clasista, reside en cierto tipo de instituto de enseñanza media-superior. El sistema corporativo no pretende solo dar al trabajador la conciencia de productor, convirtiéndolo en parte activa de la empresa y transformándolo sustancialmente en propietario responsable; sino, también, mediante la integración sindical de categorías heterogéneas (mozos, pescadores, músicos, dentro de “trabajadores autónomos”; tocólogos y abogados, por ejemplo, dentro de profesionales y artistas; el peluquero y el pulidor dentro del artesanado) contribuye a la erosión de las vanidades intelectualistas, de los prejuicios pequeñoburgueses.

            Es preciso intensificar la acción. Intensificarla positivamente incitando cada vez más a las gentes italianas a hacer vida, trabajo, fiesta en común; a sentir la solidaridad activa coma si fuera un carácter adquirido, casi como un don de la naturaleza; a frecuentar el Fascio, el Grupo, el Descanso Obrero (Dopolavoro), el campamento del pueblo, el ocio  del pueblo, la asamblea del pueblo, el estadio del pueblo, las vacaciones del pueblo, el espectáculo del pueblo. Aproximar a la juventud de las escuelas a la vida de las oficinas del campo, de la mina, al trabajo manual. Compactar las asambleas sindicales, hacerlas debatir problemas concretos, hacerlas presidir por trabajadores, como ha sucedido recientemente. Intensificar la acción en su aspecto negativo, menoscabando las reuniones minoritarias, aireando o asfixiando los espacios cerrados, el casino de los nobles, el salón de los acomodados, el café de los literatos, respetando únicamente una soledad, la del que piensa y la del que sufre, con la firme exigencia de que el pensamiento no sea separación, con la exigencia cariñosa de que el sufrimiento no sea sepultura. Golpear los residuos clasistas con todos los medios desde los disciplinaros a los del ridículo; golpear, reeducar al que hace la reverencia y al que la exige; vigilar los pequeños detalles que sumados producen grandes males, y esto es obligación de las jerarquías periféricas y éstas deben funcionar. Observar a las mujeres, conservadoras natas, tanto para lo bueno como para lo malo. Hacer al cabeza de familia responsable, disciplinariamente de cualquier disonancia clasista de los suyos. Vigilar al señorito de provincias, y dar armas a quien deba usarlas contra él, si alborota.

            Una sensibilidad escasa en esta materia puede comprometer, anular, cualquier propaganda. La apologética del régimen es fácil. La educación en Fascismo  es arte difícil. La escuela abierta a todos –excepción hecha de perezosos e incapaces- en todos sus niveles y grados; las escuela abierta a todos según las capacidades y no según las capacidades económicas de la familia: tal es el tránsito obligado para una antiburguesía que quiera ir hasta el fondo. Mientras que el profesional sea hijo del profesional, el espíritu burgués expulsado de las calles hallará refugio en los hogares, la acción política deberá emplear la mitad de sus recursos en deshacer los prejuicios domésticos  y la familia quedará fuera del radio de acción fascista. O escuela abierta o mandarinato. O escuela abierta o linaje económico. O escuela abierta o formación clasista de los técnicos de la industria, de los oficiales del Ejército, de los funcionarios del Estado. O escuela abierta o casta burguesa. Este es el valor revolucionario de esa Carta Escolar que garantice hoy al Fascismo la pedagogía de su civilización.

            Cuando se evidencian las insuficiencias y las culpas de la burguesía, es preciso no incurrir en la deificación del pueblo. Esta demagógica adulación, a menudo unida a la mortificación expresada en palabras como “pueblo humilde”, y similares, tiene ciertamente un poco el sabor del amo que acaricia a su perro. ¿Qué pueblo? Pueblo eres también tú, mi buen erudito; y si no lo eres o no quieres serlo peor para ti. Ni el pueblo es incondicionalmente bello, ni tiene incondicionalmente razón; ni asumirlo como fuerza social primogénita y amarlo como sustancia del Estado puede implicar como consecuencia que se deba creer en él ciegamente. Al feudal desprecio del pueblo humilde, a la democrática exaltación del pueblo-soberano, que admiran en ese pueblo-clase (con el que se guardan bien, tanto unos como otros, de mezclarse) la fuerza y el ímpetu de los instintos, hay que responderles que estos instintos, precisamente porque están vivos, contienen todas las posibilidades de verdad y de error, de grandeza y de crimen; van, como todos los instintos, desde la intuición hasta el apetito. Existe un pueblo tal como lo quiso y en parte realizó el socialismo más vil: existe un pueblo que mirándose al espejo de la burguesía asume miméticamente sus atributos, llegando a convertirse en burguesía auténtica; existe un pueblo que en las revueltas rojas, creyendo con esto ajustar cuentas, quema y roba a mansalva. Existe, en fin, el  “pueblo” querido y comenzado a formar por parte del Fascismo. Ni imitación burguesa ni retrógrada plebe, sino milicia y trabajo. No clase, sino totalidad organizada de trabajadores y soldados. Este es para los italianos el índice de referencia para cualquier valoración  del pueblo, que deberá basarse precisamente sobre la distancia, cualitativa y cuantitativa, de dicho modelo ideal.

            Si el particularismo de clase pertenece a la burguesía de todos los tiempos, la mentalidad de lucro perfila el rostro más exacto de la burguesía en el mundo capitalista. El rentista y el usurero de la historia antigua, el avaro y el buhonero de la comedia clásica, se proyectan en el capitalista moderno ampliando la galería tipológica. Ciertamente no todo el capitalismo es burguesía. Un célebre autor distingue como componentes suyos el espíritu burgués ordenado, conquistador, y el espíritu de aventura, de conquista. Partiendo de la riqueza como valor el burgués llega a la riqueza como patrón único de referencia, metro de medir hombres y pueblos. La lógica quiere que, aceptada tal medida, los eventuales comportamientos del burgués sean tres. El del pobre o rico, siempre descontento que tiende a cumular. El del pobre que, por falta de iniciativa, renuncia a la riqueza pero que continúa reconociendo en ella el valor supremo. En el primer tipo entra una parte de la nobleza decadente, en el segundo el emprendedor como el aventurero, el tercero es aquel –psicológicamente hablando-  del pequeño burgués. Los despilfarradores, categoría muy compleja, ponen en circulación riqueza acumulada, a menudo en beneficio del segundo tipo. Finalmente, puede ser interesante bajo el aspecto étnico o social la preferencia por la riqueza mueble o inmueble. Pero más importante resulta la preferencia del empleo de esta riqueza, proceda del lucro o sea hereditaria. Mientras tanto, el tipo que llamaremos burgués integral, adquirida la riqueza no quiere o no sabe, aplicarla a la producción. Digo esto de modo relativo, entiéndase. Si se trata del medio rural, continuaran produciendo: sólo que el patrón no se ocupará para nada ni del rendimiento de la empresa ni de su equilibrio social. Continuará, en un régimen de economía libre, gozando del “sagrado” derecho de propietario dejando para los descendientes el chaparrón. Caso claro: parásito integral.

            Desde aquí, mediante grados intermedios, se llega al propietario productor (de mercancías o de servicios o de créditos) y, caso especial, al muy presunto “dador de trabajo”; el camarada Omero del Valle la ha emprendido contra este paternalístico “dar trabajo” a gente que ofrece los brazos o el cerebro, y tiene razón. Se presenta rápidamente la interrogación: ¿existe interferencia entre el dador de trabajo y el burgués? El marxista responde que no solo existe interferencia sino coincidencia, los burgueses son, para él, o patrones o parásitos o gente que se lava el pescuezo, o mejor aún: todo esto a la vez. El fascista, partiendo del concepto de burguesía ante todo espiritual, no puede admitir coincidencias de este género. Sin embargo debe reconocer también las interferencias y valorarlas. Pero debe también, reconocer que el temperamento burgués, diseminado en todas las categorías y en todos los oficios, encuentra en un determinado nivel económico las condiciones más favorables para prosperar y para destruir. La culpa, hay que decirlo y repetirlo, no es de los individuos, salvo obviamente las culpas concretas de quien las tengan. La culpa de ese prosperar y de ese destruir está antes que nada en la riqueza tomada como valor fundamental, dotada de poder y asumida como ideal de vida. Atención pues, espiritualistas, al puro espíritu burgués. Atentos a que el espíritu no se convierta en humo; y que no permanezca triunfante sobre el escenario de la mentalidad de lucro con grandes beneficios a un lado, y grandes retribuciones a otro.

            “Acortar las distancias”. El actual desequilibrio de beneficios de dador de trabajo y los del prestador de mano de obra dentro de la misma empresa es burgués, pues implica disparatadas diferencias de nivel de vida, con su inevitable desahogo de supersticiones sociales; y porque da razones a la mentalidad lucrativa, a la riqueza en función no ya económica (esto es, orientada exclusivamente a la producción) sino social, es decir, mantenedora y creadora de distancias. La comprensión, la buena voluntad de las dos partes puede hacer mucho, pero no bastan para abatir los muros levantados por el privilegio económico. El concepto mismo de salario es burgués, porque reduce al mínimo cualquier participación real del trabajador en una producción que se traduce económicamente para él en un tanto fijo. El salario es el trabajo-mercancía. La alta y la mediana burocracia presentan el espectáculo del máximo beneficio sin correr siquiera los riesgos empresariales. Muchos pretenden encaminar allí a sus hijos y crear, con la habitual razón de una posición segura, un nido de burgueses. La burguesía es también categoría social. Mejor: la categoría espiritual burguesía, presente por doquier en la sociedad, tiende a coagularse en una categoría social donde se encuentran ya sus elementos más afortunados. Ciertamente, la categoría espiritual burguesía no es una cota económica.

            Puede ocurrir que la mentalidad de lucro no sea eliminable de la naturaleza humana. Es verdad. Es verdad que debe ser combatida y limitada, so pena de permanecer sometidos al ideal antiheróico y antifascista de la riqueza como valor supremo. Esto no se puede hacer (salvo en mínimas, pedagógicas, dosis, y para minorías, no para un pueblo) mientras se admita el enriquecimiento ilimitado o incluso el casual. Medítese sobre la moralidad de una lotería millonaria. No creo en la eficacia de una obra educativa separada de aquella otra legislativa o viceversa. Los valores no se invierten por la persuasión. Sobre todo dar al pueblo la sensación de que la riqueza no es ni todo ni mucho. Pero, para ello, es preciso que la riqueza privada valga poco; que sirva para poco; que mediante ella solo se obtenga poco, tanto en el orden de los bienes materiales, como en el campo de la  autoridad sobre los hombres. El lector captará que henos llegado a un punto en el que educación y legislación, organización social de la riqueza y valoración de los hombres, formación de las jerarquías y condiciones de vida del trabajador, se encuentran y se entrelazan en el núcleo unitario de una sociedad fascista, de una civilización mussoliniana , de un estilo finalmente italiano, tras siglos de feudalismo extranjero, de todas las importaciones bárbaras. Dos son las directrices de un único camino. El privilegio económico debe disminuir. La jerarquía social no debe basarse en el privilegio económico. Directrices convergentes para el final de la burguesía, que será, también, el final del proletariado. Directrices sobre cuyo camino pueden alzarse bastillas patrimoniales, pero ninguna de estas inexpugnable para la Revolución.

            Bajo el aspecto de las interferencias entre categoría espiritual y categoría social  puede verse, comprobarse, como incide el espíritu burgués en la demografía. Es propio de una casta espiritual, pero particularmente preponderante a cierto nivel económico, el dogma de “hacerse una posición” antes de tomar esposa. Resultan más  frecuentes a cierto nivel económico los casos de limitación de nacimientos, porque los embarazos deforman la línea; porque los hijos de algunas familias deben, por inclinación paterna, emprender costosos estudios; porque demasiados hijos dividen la herencia familiar; porque, en definitiva, la vida debe ser placentera, para estos hijos y para estos progenitores. Ocurre sobre todo a cierto nivel económico que la familia, de miembro del Estado se convierte en rebelde al Estado.

            El burgués ante los valores políticos esenciales. La posición del burgués ante el “hecho” Nación es variable. En general, un reconocimiento a menudo ostentoso, con el sobreentendido de servirla mientras les sirva a ellos; y con numerosas inclinaciones hacia un internacionalismo sea de ideas como de gustos o intereses: internacionalismo de la nada que es el justo opuesto a la centrada universalidad italiana. Pero la Nación no es solo “hecho”, es “acto”, o sea construcción consciente, voluntaria, unánime, de una realidad que transciende individualidades y que exige la abnegación reiterada, cotidiana. La pasividad política del burgués se hace aquí patente. Su escaso coeficiente de cohesión social no le permite alegrías. El burgués es el anti-sacrificio.

            Frente al instituto de la Dictadura el burgués se pliega pero, más que la soberbia es la envidia la que salta de las pupilas y le carcome las palabras. Son los efectos de un rechazo; es reconcentrado, el aborrecimiento de una adaptación. Negado las más de las veces para el sentimiento de superioridad, negado siempre para reconocerla sinceramente, el burgués quiere discutir, sufre de no poder discutir por discutir. Su semicultura es por definición la negación de la fe, pero que a él le otorga la ilusión de poderlo juzgar todo improvisándose economista, hombre de estado, estratega. El burgués es el anti-obediencia. El burgués que viste uniforme no llega nunca a comprender la necesidad real y la virtud de seguir una orden, cualquiera que sea, dada por quien sea. Esto le sucede porque, en su atomismo, no existe una jerarquía de referencia: una jerarquía justa que redima, que discrimine, a la injusta.

            El burgués ve a los enemigos en forma de peligros. Existe un peligro comunista, pero ver el comunismo bajo el aspecto del peligro es típico del burgués de derecha, mientras que en el burgués de izquierda sucede otro tanto con relación al Fascismo. El Fascismo es ofensiva. El Fascismo es y quiere ser no un peligro, sino el peligro para el mundo burgués y para sus rojos derivados, para el mundo del valor-riqueza. El ideal del burgués es aquel de la política francesa tras 1919: la sûreté. También llamada vida cómoda.

            Un solo valor estético ha creado el burgués, a saber: la “distinción”. En el comportamiento, en el vestir, hacer y hablar, el burgués tiende hacia el tipo ideal de la categoría. En las artes y en la literatura se refleja mediante la preferencia por el brillante mediocre, el patético superficial, el decadente vaporoso, el garboso un poco excéntrico. Distinguido de distinguir. La estética del burgués es clasista como su ética política.

            La lucha antiburguesa, de la que existen antecedentes incluso medievales, fue alternativa y simultáneamente de izquierda y de derecha, de estirpe y de cultura. Fue de los socialistas, de los artistas, de los militares, de los nobles, del clero. Fue también de los burgueses audaces. Tuvo en todas sus variedades, motivos justos y acentos felices. Pero ninguno de estos antiburgueses supo ver, además de la clase, sobre todo el espíritu. Quedan, de estas luchas, fragmentos útiles. Nada más que fragmentos. La misma moral del superhombre fue usurpada, viciada por decadentes aburguesados y por burgueses de vanguardia a la búsqueda de fáciles instrumentos de dominación. Para la  polémica antiburguesa del Fascismo viene bien prefijar objetivos visibles e incluso anecdóticos, pero hay que evitar perderse en lo exterior, evitar la ignorancia del hecho económico. Es preciso llevarla adelante por la fuerza. “Tocar los intereses”.

            La antiburguesía fascista debe, sobre todo, no ser sólo polémica. Debe ser construcción, educación. El burgués no existe únicamente en estado puro. El burgués está en nosotros, en cada uno de nosotros, con sus renuncias y sus ambiciones, sus sutilezas y sus dudas, su particularismo individual, familiar, de casta, su sed de riqueza, su –especialmente- miedo a la pobreza; su miedo a ser valiente; su carga de caprichos; su ducha tibia de conformismo; su lejanía de la vida física y de ese punto de naturaleza que requiere el hombre civil para que la civilización no se deforme en la más mezquina barbarie. La lucha antiburguesa es, así, en su significado más elevado, pura experiencia de todos nosotros, uno por uno, porque sólo una humanidad fascista, en la cual nadie busque excusas y nadie las encuentre, todos acepten cometidos y todos los asuman, podrá reconocer la supremacía del espíritu, erradicando de la vida la riqueza.

 

Berto Ricci

 

[Trad. A. Beltrán]

44 comentarios

Des-cuelgue -

No hombre. Aquí se lucha por la soberanía real del capital.
Y por la soberanía ilusa del ombligo de cada cual.

Socialista Bolivariano -

Al menos en Indoamerica hay países con orgullo y que a diferencia del nuestro sí que luchan por su soberanía como Venezuela, Ecuador, Cuba, Nicaragua o Bolivia.

Magnus -

En la puta España, incluyamos las ex-colonias del continente sudamericano, que han sido puteadas, colombia, argentina, cuba, etc...

Para Antichapa -

No me has entendido, mi crítica a éste "porcino" país no partía de ninguna posición separatista.

¿Dónde he excluido a Euscadi, Cataluña o Galicia? Obviamente al gritar "PUTA España" incluyo a todas sus provincias y plazas norteafricanas ;-)

Errato -

Hay por lo menos una errata. En el noveno párrafo, en lugar de "célebre autor distingue como componentes suyos el espíritu bur­gués ordenado, conquistador" es:
"Un célebre autor distingue como componentes suyos el espíritu bur­gués ordenado, conservador, y el espíritu de aventura, de conquista".
Ese autor me parece es Nicolás Berdiaef

Antichapas para Puta España -

Que este país apesta lo sabemos (y decimos en qué) los usuarios de Antagonistas.
Así que esa pregunta-acusación de que nos enteramos ahora, es completamente gratuita.

¿Puta España? De acuerdo. Pero España es puta por ser puta, por burguesa, por occidental, por aceptar la prevaricación capitalista, por cobarde, por renunciar al honor, por necia, por inculta, por paleta, por fantasma, por ombliguista, por babear (machos y hembras) ante el culo de la Carla Bruni y sentir orgullo nacional porque el culo de la Letizia está al mismo nivel.
Es puta por todo esto, pero no por ser ESPAÑA.
Porque hoy España es puta, y con ella, sus diecisiete regiones, sus varias nacionalidades históricas y todas las etnias que nos inventemos.
Así que: Puta España, y Puta Catalunya, Puta Euskalherría, Puta Galiza, Puta Andalucía, Puta Castilla, Puta Valencia, Puta Aragón, Puta Canarias, Puta Mi Casa...

Antichapas para Voivoda -

No, desde luego que no.
Pero, a excepción de Bonita Literatura, aquí no se está defiendiendo «ese fascismo».

Y otra cosa: para nosotros, españoles-chilenos-o lo que sea del año 2009, lo interesante del texto de Berto Ricci no es por su posible o supuesta rehabilitación histórica del fascismo.
El Fascismo (fenómeno complejo, y coincido con de Benoist: ambiguo en muchas cosas) fue derrotado en una guerra total. En otros sitios (como en España) fue «disuelto por la autoridad». Pretender «restaurar» el fascismo histórico es una idiotez monumental.
Y pretender que la gente «vea bien» el fascismo histórico es otra idiotez porque el canalla verá bien un fenómeno si lo mira como algo afín a su ánimo canalla. «Mirarlo con buenos ojos» no cambiaría nada.

El texto es interesante por su crítica antirreduccionista a las limitaciones de las posiciones de los antiburguesismos clásicos (hereditario, ambientalista y espiritualista) y a la tonta confianza de aquellos (como los fascistas antiburgueses) que creen que porque un hecho se imponga oficial, individual y momentáneamente, ese hecho se ha impuesto en el «país real, colectivamente y permanentemente.

Ahora se enteran que este país apesta? -

¡Puta España!

VOIVODA -

"Debemos impedir que ese cerebro funcione",eso dijo el juez en 1928 después de condenar a Antonio Gramsci,dirigente del Partido Comunista Italiano, a 20 años de cárcel por incitación al odio de clases.
¿Era ese el proceso a la burguesia?

Antichapas -

Erratas aparte, el artículo es muy clarificador y, sobre todo, «integrador»: denuncia tanto los errores materialistas como el error espiritualista.
Resaltaría muchos párrafos, pero por escoger pongo éste, como buen aviso a navegantes:
«Superar las clases. Se puede cometer el error de considerarlas ya superadas. Error, frecuente en las revoluciones, de tomar una realidad en devenir como realidad efectuada. Error de buena fe y de la fe, de quien, al haber completado en sí mismo esta superación, atribuye a la colectividad el resultado que pocos han logrado».

Antichapas -

Tú lo has dicho, Venator. Cuando desde España Más Vil (o del resto de la derecha) se habla de «salvar España del Islam» o de cualquier otro peligro (real, imaginario o exagerado) lo que están diciendo, exactamente, es que hay que salvar ESTA España BURGUESA y mantener el mismo pozo séptico del que forman parte.
La derecha «políticamente borde» se identifica con la marcha de esta sociedad podrida y encanallada, y con un sistema cada vez más injusto y prevaricador. Lo que pretenden es que esto se mantenga, y «sin complejos».
Demuestran ser lo que siempre han sido: los perros del poder.
Sería positivo que la ultraderecha europea se olvidara de toda esa retórica pseudorrebelde o nacional-revolucionaria de pega que durante setenta años le ha acompañado para disimular su derechismo: nunca estuvieron para cambiar el curso de las naciones sino para «bunquerizar» el modelo social y espiritual de la Europa Burguesa.

Antagonistas para Ramirista -

Sí; supongo sea errata, no de la tradución sino de la nueva copia-picado del texto cuya traducción-digital está perdida u oculta.
Hay que entender las dificultades del camarada A.M. para trasponer tan rápidamente este articulo.
Lo corregiremos de inmediato.

Venator -

Todo esto me deja sin comentarios.

Luego salen diciendo que hay que salvar a España del Islam. ¿Salvar? si es un pozo de depravación. Lo que quieren es mantener el mismo pozo séptico del que forman parte.

Salud.

Algo perdido -

El tal Jay-Alay que anuncian en la pagina de Es2000 es "Anacleto Milà"????

El Cojo es otro cobarde -

Fijaos en el video del desalojo como está permanentemente acompañado por un guardaespaldas por si algún "guarro" le intenta pegar una torta.
Fijaos como les vacila con el periódico en plan chuleta.
Ese tio sin guardia pretoriana es una maricona igual que Anacleto Milá.

Un Oscar para el Cojo -

Genial, sublimes los tres videos. El del desalojo mano a mano con la madera es antológico... y luego el de la noche donde enseña las porras, los puños y la víbora eléctrica.
Me han saltado las lágrimas cuando enseña la habitación de minusválido en su puticlub ¿no lleva la llave encima y es donde folla él? JA JA JA
Le llamaban Torrente pero este es mejor que Torrente.
No me extraña que el otro chivato, el Milá, se avergüence y se haga llamar Jay Alay, aunque yo lo llamaría El Julay. Esa vieja chotona cada día está peor.
Nada, Ravello y cía. que sigan con el "Identidad" que ya sabemos quien está detrás.

Bonita Literatura -

Si conocemos el poema que escribió Stalin con catorce años a la Madre Patria Iberia (Georgia) no es por su calidad literaria, sino porque Iosef llegó a ser Stalin. Y si la SEB pudo recuperar el año pasado los textos de Mario Carli en su “Fascismo Intransigente” (un fascismo de barriada y barricada de 1919) no fue porque el fascismo llegase al poder gracias a esos textos, más bien llegó al poder a pesar de ellos. (De hecho cuando Mussolini le llamó al orden se acabaron los textos)

El fascismo se financia y llega al poder de la mano de la burguesía media. El caso del notario y sus cuatro hijos fue un caso completamente normal. “Bisogna sbarrare la strada ai rossi”. El problema no radica en el hecho en sí, sino en que la palabra “burgués” llega al fascismo a través del marxismo.

La antítesis marxista reacción-burguesía es sustituida tras la revolución burguesa por una nueva antítesis en la dinámica de la lucha de clases: burguesía-proletariado...en Francia y el Reino Unido, pero no en Rusia, ni completamente en Alemania y ni de lejos en España o Italia.

Es curioso leer al marxista ortodoxo kautskista Mussolini poniendo a parir a la burguesía en las páginas impares y ensalzando a los Cavour y Mazzini en las pares. Esa vara de medir telas con la que los burgueses miden el mundo, de pasó también midió la tela roja de la camisa de Garibaldi, y las distintas sacrosantas tricolores que tanto aman los fascistas.

El fascismo no otra cosa más que el apuntalamiento de la revolución burguesa que había llegado a Italia tarde y a plazos. ¿”El fascismo nace a la izquierda”? Sí, pero a la izquierda del eje burgués izquierda-derecha, eje que una vez llegado al poder recorre a velocidad de vértigo, por cierto. El “Nada sin el Estado, nada contra el Estado, nada fuera del Estado” mussoliniano no es otra cosa más que las ideas de Sieyès convertidas en consigna, eso sí, siglo y medio después.

La revolución fascista en tanto que revolución burguesa, con los añadidos lógicos por los tiempos, solo existió en aquellos lugares donde se enfrentó a los restos de la reacción (no me refiero a “i biccioni”) sino al Sur. De hecho el aumento de las “mafia” varias en Estados Unidos durante los años veinte, coincide tanto con la emigración masiva voluntaria desde aquellas zonas, como con una contundente política represiva desde Roma contra los jerarcas del antigua régimen tradicionalista del lugar.

Se pueden buscar paralelismos entre el primer decenio y otros lugares, uno interesante es con la España de Primo de Rivera: sostenimiento de una monarquía en descrédito, intento de expansión colonialista en el Norte de África; represión sin contemplaciones contra anarquistas, represión más laxa o connivencia con socialistas y socialdemócratas; obra pública a manta; progreso industrial y un antecedente de keynesianismo estatalizado. Poco más fue el fascismo histórico en la práctica.

Ricardo Saenz de Ynestrillas -

No hay, pues, fascismo. Los que mejor lo saben son los antifascistas, y de ellos, los ejecutores de la revolución de octubre, que saben muy bien que sólo la ausencia del fascismo, del verdadero, les ha permitido recobrarse.

¿Quienes son los fascistizados? Empresa bien fácil y sencilla es señalarlos con el dedo, poner sus nombres en fila: Calvo Sotelo y su Bloque nacional. Gil Robles y sus fuerzas; sobre todo las pertenecientes a la J. A. P. Primo de Rivera y sus grupos, hoy todavía a la órbita de los anteriores, aunque no, sin duda, mañana.


Viva España joder!!

“Eterna adolescencia”, -

dijo el niño de teta que se creía que BL era Ravello...

¡Feliz Navidad, nene! :-)))

Anónimo -

ahí tenemos a esa marica pastillera valenziana llamada judaica

Ramirista Chileno -

Volviendo al hilo, como se ha pedido, agradezco al administrador el haber subido este maravillos texto. Me interpreta totalmente y es una inspiración permanente para nuevas batallas.

Sólo una pregunta: donde se habla de "representación provisional orgánica" ¿no era "profesional orgánica"? Sólo pregunto porque me suena más lo último por el contexto del documento. Ruego al traductor confirmar.

Saludos agradecidos y revolucioarios.

El Cojo, ese hombre -

Todos recordamos aquel filme panegírico de Franco conmemorativo de los XXV años de paz. El Cojo no quiere ser menos y como gran actor, nos ofrece en tres capítulos tres respectivas vertientes. La imágenes hablan por sí solas.

1. La vertiente de la "Seguridad". Su actuación da comienzo en el minuto 10 y 30 segundos:

http://www.rtve.es/alacarta/player/355688.html

2. La vertiente de proxeneta. Aquí vemos al que organiza manis contra los inmigrantes enseñando uno de los prostíbulos de su propiedad con todo lujo de detalles. Vean como se desenvuelve el macarra en su espacio natural. A partir del minuto 21 y 30 segundos:

http://www.youtube.com/watch?v=L7LU3tKXkLg

3. La vertiente chivata y parapolicial. Curioso video de hace unos años donde el Cojo participa como un policía más en el desalojo de una casa ocupada. Llegó al mismo tiempo que la policía y se fue en el coche junto a comisarios e inspectores. La casa queda luego bajo custodia de su empresa. En comisaría se supone que revisó el material incautado e hizo su trabajo como un policía más. El video es breve y la calidad no es la idonea, pero atentos a los comentarios:

http://www.youtube.com/watch?v=QwNixjxYsj8

Dicen que una imagen vale mas que mil palabras, aqui la evidencia es rotunda y se ve lo que es el jefe de Anacleto Milá, de Azorin y de los identitontos tierrapueblerinos.

Triste neofascismo de SERVICIO (con mayúsculas)

Antagonistas -

Eterna adolescencia.
Pura nada.
Sin más comentarios.

Paraclito -

Bueno, como se resalta la ANUNCIACION del salvador corduril; el buen pastor que cuida del rebaño humano... (mejor descarriados!!)

¿Quién se esconde, Jefe? -

¿Cordura, que no para de ANUNCIARSE, o usted, que no para de insultar?

(Los insultos son una buena manera de esconder la IMPOTENCIA ARGUMENTAL, amigo del alma).

Castos besitos :-)

Antagonistas -

Cordura, cordurita, no seas tan patético, no seas cargante, no seas ridículo, no seas una caricatura de tí mismo, no seas tan felón, tan palomino, no seas tan hipocrita, sepulcro blanqueado y perro pulgoso de hortera hortelano.
No te escondas. Da la cara.
Digo lo del gran Poncio Pilatos :"Quod est veritas?"
Tú desde luego NO.

ANTAGONISTAS -

Mira Ravello, porque me temo seas tú, y te lo digo con respeto: tu punto de vista no es pragmático sino subjetivo.
Legítimo; pero subjetivo,y quizás justificante de una elección po´lítica y personal que da ASCO -y especialmente te lo da a tí: y por ello revoloteas por aquí avergonzado de insultar tu herencia familiar e ideologica con esa farsa neofascista y judeoeuropea en la que chapoteas-
Subjetivo, porque convivir con quien convives HOY (Milá, Azor, Roberto y cuatro soplapollas más, especialistas en filtrar datos y reprudicir sandeces) no dudo que te provocará una úlcera de duodéno o un derrame cerebral -Wotan no lo quiera- a los que vencerás sin duda echando mano de aquello que somos: hombres, no borregos.
Nosotros -tu y yo- hemos mantenido duros -pero caballerescos- duelos doctrinales. NO pasa nada...
No. Y mil veces no:
Sabes que no.
El "arqeuofuturismo", el identitarismo, el postfascismo, no os virula. No estais contentos. Se acbó lo que se daba. Ya lo sabeis. Tú especialmente.
Tu no eres Milá. Milá es un COBARDE. Tiene que usar heterónimos para sobrevivir en la letrina ideologica que él mismo ha contribuido a crear.
De lo pequeños líderes del bajo Llobregat y del Poniente almeriense mejor no hablar. Saliste escaldado. Ya somos muchos.
Medita. Recapacita.
Todo es un mierda. Este Blog más mierda que nada.
Pero -Deo volente- recorrerá con un mínimo de dignidad su mierda de camino.

Al ocupadísimo Jefe y a su claque -

quizá haya que decirles que, en lugar de tolerar en su fascismo lo que no toleran en otros (basta ver el primer párrafo del último comentario de Antagonistas), se pregunten si el “neofascismo” de posguerra no había empezado ya en el fascismo de entreguerras. Desde los años 20, vamos.

Menos mitos, por favor, que ya vamos siendo mayores. Y más respeto hacia los que (también) saben [va por BL, claro].

Derecha, pura derecha, SIEMPRE derecha, Derechosa de principio a fin...

BL a Trabucaire -

Molestarme, no me molesta nada. Solo muestro extrañeza por dos cosas.

La primera es el porqué de esa busqueda de elementos históricos para justificar unas ideas. El fascismo no lo hizo, no se reclamó ni heredero ni continuador de nada; de hecho cambió el calendario contando los años desde la "revolución" fascista en adelante. Me recuerda a los actuales artistas futuristas que se dedican a copiar exactamente el arte de hace un siglo. Algo muy poco futurista.

Lo segundo que me extraña es esa necesidad de "enfatizar" el caracter antiburgués de una ideología. Habláis mucho de fascismo, pero muy poco de fascistas.
Si nadie en su sano juicio juzga la Unión Soviética por sus propaganda ni por lo escrito por sus intelectuales. ¿Por qué cuando se trata del fascismo lo consideráis materia de fe?

Por cierto, el menor de los cuatro hermanos varones, tras acabar la carrera de leyes y participar - como suplente - en el equipo italiano de esgrima en las olimpiadas de Berlín; se encontró sin saber como en un submarino que le dejó en Abisinia (era teniente de milicias) donde su principal misión "ya que estás aquí y sabes escribir" fue inventarse toda una serie de "estampas costumbristas" del país que eran publicadas y difundidas periódicamente en prensa y revistas de propaganda.

A mí, lo que quedó de la "revolución" fascista fue una panoplia de floretes de competición y muchas fotos y recortes de prensa de Abisinia.

Supongo que convivir durante casi veinticinco años con tres fascistas (de los nacidos a principios de siglo) uno de ellos embajador italiano durante el fascismo, durante la guerra; así como con sus amigos, coetáneos conocidos y demás; me da un punto de vista sobre el fascismo histórico más pragmático que el que muestran los textos de propaganda escogidos.

Antagonistas -

Como todo sistema, estado, movimiento, partido, etc. los fascismos son hijos de su época, operan segun sus propias circunstancias históricas, reflejan condiciones específicas de sus paises, expresan las limitaciones propias del elemento humano que los conforman, etc.
El texto aquí traducido es una pequeña aportación que se hizo de primera mano para comprender en parte las motivaciones de una facción importante del movimiento fascista del ventennio, intransigente en lo ideologico, radical en lo político, vanguardista en lo social e intelectualmente compometida con su tiempo y sus ideales.
Nada más.
Ahora bien, llega cualquier "enterao" descalificando y lo reduce todo a un par de conceptos tópicos y convencionales.
Y llega el otro con su "claque" buenrrollista y non-gratista, porque quizá ya no tenga otra cosa que hacer.
Desde luego que los fascismos gustarán más o menos, pero no son literatura "bonita". Su mensaje está escrito con sangre.

VOIVODA -

Precisamente del "tono antiburgués" es de lo que está hablando BL.
Como he dicho en el hilo Belluci,¿es que venimos aquí a hacer de claque?

Venator -

Minah vete a una comuna hippy!!!

Trabucaire -

Yo no acabo de pillar de qué hablan estos comentaristas. Bonita Literatura: ¿cuál es tu tesis exactamente? ¿Que los fascistas eran muy burgueses o que te disgusta que aquí, en este blog, enfaticen el tono antiburgués del fascismo?

Handschar -

Tiene gracia que haya gente como la Mina esa que sigan creyendo que la Democracia equivale a Libertad

Ya ves la Libertad que ha traído la democracia en Iraq o Afganistan!

Hay que estar ciego...

Brau -

hay una canción de La Polla que dice:
Democrata y cristiano
podrido de dinero
hinchado como un cerdo,
eres democrata y cristiano,
eres un marrano!
...
florecillas para la minina.
paz y un poquito de lsd, asi nos creemos el cuento de la fraternidad universal.

Minah -

Aun estais dandole vueltas al fascismo y a reliquias del pasado. los democratas defendemos la libertad y la igualdad, no como vosotros que quereis resucitar al fascismo para devolvernos a una nueva era de oscurantismo y opresión.

Solo existe una sola raza, la raza humana, y yo doy un voto por el mestizaje, por un mundo sin razas, sin colores, sin guerras, sin patrias, en favor de las ideas, la belleza, el amor entre todos los seres humnanos, por la fraternidad universal.

Yo no veo colores de piel ni diferencias en los seres humanos, yo soy ciudadana del mundo, y mi patria es la libertad.

el mundo es un solo pais y los humanos son sus ciudadanos.

Persona non grata -

Y a mí que me parece que Bonita Literatura habla con mucha calma... Y que no es precisamente BL quien la está perdiendo... Y que, además de escribir con gancho, sabe de lo que habla...

Antagonistas -

Nos parece que aquí el único "pequeño-burgués" es voacé. Así que ante todo mucha calma; no pontifique; cuéntenos si quiere sus amarguras, vivencias y peliculas: pero no maree más la perdiz. Está muy visto.

Bonita Literatura -

¡Exacto! "pequeño burgués" es como mejor se define el nacimiento y evolución de lo que nació en San Sepolcro. Cógete las leyes promulgadas por el fascismo (no los proyectos de ley propuestos) como se ejecutaron y lo entenderás. Gran amante de la Italia proletaria.

Antagonistas -

Esta traducción no es de hoy. Tiene ya sus buenos 8 años y fue publicada -junto a un estudio sobre Pavolini- en una revista de cuyo nombre mejor no acordarse.
Fue como lanzar "margaritas a los cerdos"...
Pero esa es ya otra historia
Una historia muerta y enterrada.......
Agradecer al camarada Antonio su sorda labor de picado de textos pues los originales no nos fueron devueltos.

Anónimo -

¿De qué coño hablas?
Explica tu discurso subjetivista y pequeño-burgués para que todos podamos llorar al unísono.
Cosas de "familia"...??
Corín Tellado ha muerto.

Bonita literatura -

En los mismo años (1903-1909)y no lejos de donde nació el autor, también naieron cuatro niños y una niña. Hijos de un notario de provincias, propietario además de algunas tierras. Persona muy conservadora y fundadora de la delegación del Partido Fascista en la región en 1920. "Si sa che contro i rossi bisogna fare qualsiasi cosa"

De los cinco hermanos, tres de ellos (tan conservadores, católicos y nacionalistas como su padre) miltaron en el Partido con toda la normalidad del mundo.

Los cuatro varones, estudiaron derecho (lógico siendo hijos del notario) El mayor inició la carrera diplomática durante el primer decenio; la continuó durante el segundo,siendo un importante diplomático; la siguió durante la guerra. ¡Y así hasta principios de los años setenta!

El segundo se dedicó a las cuentas públicas, (donde llegó al equivalente a subgobernador del Banco de España) durante el fascismo, durante la guerra y después del fascismo.

De los cinco hermanos, solo el pequeño y la chica, pasaron su vida sin pena ni gloria. Los tres mayores murieron hace solo una década y vivieron toda su vida como auténticos fascistas. Es decir antirrojos, católicos, italianos y... muy de derechas.

¿La historia de unos trepas? ¡En absoluto! Todos sus puestos y cargos los ocuparon por tenacidad y méritos propios.
¿Malos fascistas? ¡Tampoco! Su padre -el notario- fue el fundador del Partido provincial y lo hizo de buena fe, sin esperar nada. Y ellos se afilaron al Partido por sentido del deber.

A esta familia jamás se la miró como "extraña" ni como un elemento infiltrado de la burguesía en el corazón del "Fascismo Revolucionario" Siempre fueron lo que se esperaba que debiera ser un fascista (entre 1920-1943).

Todo lo demás no son más que textos de propaganda, bonita literatura, pero propaganda sin más.

Handschar -

Al fin!! Gracias Antagonistas por este magnífico documento.

Un Fascismo que, con Berto Ricci, proclamaba que, "nosotros italianos, que somos también una revolución – y la mayor – no podemos sentirnos más próximos al Londres parlamentario y conservador, al París democrático y conservador que a Moscú comunista … La antiRoma existe, pero no es Moscú. Contra Roma, ciudad del arte, está Chicago, capital del cerdo"

¿Lo habéis olvidado, camaradas?

Trabucaire -

Un texto muy interesante y muy bien escogido por tu parte, Alfonso. Gracias por la traducción.