(Nota de Antagonistas.- Reproducimos aquí, por su innegable interés, una muy interesante entrevista al camarada Dagoberto Bellucci, militante histórico nacional-revolucionario, musulmán chíita y corresponsal de prensa en Líbano, que a pesar del tiempo transcurrido mantiene viva su actualidad y constituye un ejemplo de servicio y sacrificio en favor de la Causa de los Oprimidos y de los Desheredados)
Dagoberto Belluci, modenense de origen toscano, ha militado en diversos movimientos de inspiración revolucionaria, ahora periodista especial en Líbano, expresa en esta entrevista un análisis muy profundo y razonado sobre el mundo político neofascista, sin ahorrar críticas. Bellucci, que es también autor de volúmenes de doctrina islámica, política internacional y análisis histórico, ilustra además las importantes facetas del vivísimo mundo político libanés, las razones de la propia adhesión al Islam chiíta (subrayando la importancia del equilibrio entre la exigencia terrena y espiritual del hombre), o el rol de los chiítas en Irak, no todos oprimidos sobre las posiciones de los invasores estadounidenses.
Tú, desde jovencísimo implicado en el mundo de la derecha radical, te has adherido al Islam chiíta: ¿puedes explicar que te ha llevado a ello, y que rol han tenido en tal elección tus ideales políticos?
Mi militancia en el área denominada derecha radical se remonta a la mitad de los años ochenta. Ahora empezamos a decir rápidamente que la llegada al Islam chiíta es seguida y madurada tras diversas reflexiones, tanto personales como políticas que son la consecuencia, indirecta, propiamente de esta militancia en la que definiría tranquilamente como un autentico sanatorio para enfermos, algunos más bien graves en cuanto a mi parecer. Describir diez años de actividad política no es muy fácil ni tampoco puede ser exhaustivo. Antes de nada, la adhesión al Islam, sobre todo en su versión chiíta , ha representado para el suscrito el arribo natural a una visión del mundo que percibía como la única que ,por decirlo como diría Evola, era mi ecuación personal hacia lo sacro. O para ser más claros, era el Islam chiíta en el cual reconocía que pudiera sernos tanto una dimensión trascendente correcta que equilibraba por ello la esfera espiritual y material sin hacer valer nada de extraordinario- tanto, por permanecer en el ámbito político, la manifestación de un radicalismo que rechazaba tanto el conformismo occidental como el american way of life. Era un mundo completamente diferente por el simple hecho que se ponía frente a la modernidad estableciendo el propio baricentro en torno a otras coordenadas ontológicas, o bien privilegiando la dimensión espiritual del individuo, exaltando los valores esenciales y dando respuestas coherentes a la inmensa mayoría de los problemas que sufre el hombre moderno. El Islam que viene siendo propagado en los mass-media occidentales ni siquiera tendría derecho de ciudadanía en mi visión del mundo: es una aberración, o para que nos entendamos, es una especie de representación paródica del puro Islam muhammadiano. Para ser ahora más claros, este Islam fundamentalista y fanático que todos conocen bajo la sigla de la organización Al-Qaeda ( ¡una base de datos de la CIA !) y que sirve a los intereses del imperialismo y de la superpotencia de las barras y estrellas ( pero que más bastamente responde al cliché que Occidente ha construido en torno a la religión islámica) no es más que un monstruo parido sabiamente por el vientre siempre fecundo de la Gran Ramera USA. Digamos también que si queremos hablar del Islam sería más oportuno y más correcto, hablar de las variedades de Islam que existen: mil trescientos millones de musulmanes no representan un cuerpo único ni tampoco son aquella amenaza a Occidente de la cual no paran de hablar a todas horas los mass-media mundialistas. Y para entender que el Islam es heterogéneo podemos sencillamente poner un ejemplo apropiado: la República Islámica de Irán, que siendo un Estado Islámico, no tiene nada que compartir con la laicísima y occidental Turquía (¿islámica? yo lo dudo), con las igualmente laicas y anti-islámicas Túnez y Argelia [la alusión es a los gobiernos de estos dos estados de religión musulmana, laicos y autoritarios, aunque se declaren formalmente de creencia musulmana, ndr orig.] o con el Reino de Arabia Saudita dirigido por una monarquía (como la mayor parte de los países del Golfo) que funda su derecho islámico sobre la lectura herética del wahabismo. Hablar de un Islam monolítico que debería representar el nuevo peligro para los occidentales es falsear completamente la realidad de un mundo que tiene demasiados matices y divisiones internas (tanto doctrinales como de distinta naturaleza) que constituyen y probablemente siempre han representado los verdaderos límites de los musulmanes. Los musulmanes han estado siempre divididos e históricamente, la minoría chiíta ha representado un tipo de herejía mal tolerada por la mayoría sunita que todavía hoy no tolera pasivamente su presencia y actividad. El Islam chiíta representa para el suscrito un puerto de arribo tanto espiritual como político porque es en su seno donde he hallado aquella carga revolucionaria que, en un tiempo, se pretendía representada por los movimientos neofascistas. El Islam chiíta auténtico es el Islam de la revuelta permanente por la Verdad. Es el Islam del Asura y del Imam Husayn (a.s.) [abreviación de alei salam, la Paz sea con Él], el Señor de los Mártires que ha defendido en Karbala una idea de justicia y de libertad negada por la tiranía. Karbala es un símbolo de revuelta contra cualquier poder despótico e ilegítimo; es el grito desesperado de los desesperados del planeta contra las injusticias, las tiranías y las dictaduras que se han manifestado a lo largo de los siglos. Y también es un ejemplo que ha marcado la evolución en sentido revolucionario de la reciente historia iraní llevando en febrero de 1979 las fuerzas islámicas a la conquista del poder. Ahora, el problema representado por la llamada extrema derecha italiana es que ayer como hoy- se presumía que los llamados revolucionarios neofascistas tuvieran realmente intención de abatir al Sistema. Demasiada rabia saldría fuera si tuviéramos que recorrer sesenta años de parodia neofascista en Italia y en el resto de Europa. Ésos, los dirigentes neofascistas o de la que hoy ha vuelto a llamarse estúpidamente derecha radical, cayendo nuevamente en el anticomunismo sin el comunismo y terminando por servir de muleta a las políticas neoliberales del centro derecha berlusconiano con el cual, no casualmente, los diversos pequeño-movimientos y pequeño-partidos del área, han utilizado, enviándoles a menudo a la muerte, a los propios militantes para oponerse al comunismo ayer, así como estarían listos a enviarles, mañana, a la boca del lobo contra el nuevo enemigo que han individuado en la inmigración, especialmente en la islámica. Ahora, visto que el anticomunismo y el nacionalismo eran los únicos verdaderos valores que han configurado tanto a la derecha parlamentaria como a la extraparlamentaria durante los años calientes de la estrategia de la tensión , debemos ser claros cuando decimos que esos son los impostores que en el plano de los hechos- han, ni más ni menos, rendido un área entera, teóricamente antagonista al liberalcapitalismo y al modelo occidental y que debía ser la enemiga mortal de los Estados Unidos, servilmente funcional a las estrategias americanas en el plano internacional con la oposición a la URSS y al bloque de las democracias orientales, y en el plano interno, terminando por tener relaciones poco claras con las subversiones y las políticas de estabilización democrática americanocéntricas.
Pero para ser ahora más claros, la historia del neofascismo desde el fin del conflicto hasta hoy estaría toda por reescribir: habían comenzado ha hacerlo el soldado-político Vincenzo Vinciguerra [*] (que en tres de sus libros fundamentales Ergastolo per la libertà, La strategia del despistaggio y Camerati addio ha desintegrado la fábula de un neofascismo revolucionario en guerra contra el Sistema para describir en su lugar un cuadro de tonos obscuros y prostituciones varias entre dirigentes y militantes neofascistas y servicios secretos , arma de carabineros y policía de Estado, oficina de asuntos reservados del Ministerio del Interior y estructuras atlántico-sionistas como las redes paramilitares de Stay Behind alias la itálica Gladio) y el Gran Fanfarrón de Pueblos alias Maurizio Lattanzio al cual van dirigidas de veras inmodificadas toda nuestra estima y solidaridad aun con el paso de los años. Justo para dar una ecuación matemática podemos decir que la República Islámica de Irán es a Arabia Saudita como nuestra idea del mundo es al Neofascismo, o bien el hombre y el mono. Nada más y nada menos. Una autentica parodia aquella neofascista del mismo modo en que el Islam saudita representa una obscena parodia en el seno del mundo musulmán. En que modo por tanto los ideales aprehendidos durante mi experiencia han influido en la adhesión a la Shia duodecimana y seguir la línea del Imam Jomeini se dice de inmediato: mirad, si hubiese nacido cualquier año antes probablemente habría terminado por enfrentarme con los rojos que representaban el enemigo visible y también preponderante que se oponía a los jóvenes neofascistas. A parte de cualquier sano encuentro pugilístico en la tierra de Emilia a mediados de los años ochenta diría que habíamos evitado esta lógica de contraposición de los opuestos extremismos siendo funcional exclusivamente al poder, ayer democristiano, hoy más ampliamente neoliberal. Y ha sido un bien haber comprendido a tiempo esta mentira. Demasiados muertos acusados por la estupidez de la derecha radical y del mismo modo por la estupidez del antifascismo militante de ciertas franjas de la ultraizquierda. Desgraciadamente veo que la historia no ha enseñado en especial gran cosa si, en una sociedad vacía de ideales y valores, los pocos que se ocupan de política continúan siguiendo la misma lógica fratricida. Los neofascistas, que hoy han descubierto llamarse derecha radical porque evidentemente hay alguno al cual interesaba que un área entera retornase a la palabra de orden que con el Fascismo Revolucionario y las Revoluciones Nacionales europeas poco tienen que ver, ¡identifican en la inmigración un peligro para aquella que ellos llaman civilización occidental! Felicitaciones: tanto valía que aquellos se adhirieran a la Liga Norte o a cualquier otro de los partidos de la medio-pequeña-burguesía de comerciantes pululantes en el perímetro colonial italiota. Y la extrema izquierda, con su retórica pacifista, tercermundista o internacionalista, no se desclava de sus posiciones de antifascismo militante y de defensa de la democracia. Ahora, si consideramos que en Italia hay bastante poco que salvar vista la deriva inquietante que ha tomado la política y que, en el fondo refleja perfectamente la subversión de todos los valores llevado a cabo en la sociedad italiana, podemos también comprender que estos ambientes sean extremadamente funcionales a la lógica del divide et impera atlántico-sionista y lista a dar vida a una nueva estación de violencia. Me pregunto: ¿en nombre de quién y qué estos señores dirigentes de una y de otra facción están jugando con la piel de chavales que conocen poco y mal la historia reciente italiana? Más allá de nuestra adhesión espiritual y política al Islam seguimos siendo italianos completamente orgullosos de serlo: Italia es un país singular que por decenios ha sido utilizado como laboratorio político por todas las tentativas de desestabilización llevadas a cabo por el poder democristiano, que no era otra cosa que la expresión provincial del poder imperialista estadounidense. Hundido el imperio del mal del socialismo real (del cual hablaban los centros de estudios neoconservadores y la administración Reagan
téngase en cuenta) y hecho añicos el bloque de la Europa Oriental , la contraposición se ha transferido al limes mediterráneo entre Occidente y el mundo árabo-musulmán. Quien reconoce que los enemigos mortales del Fascismo y del Nacionalsocialismo europeos han sido las demoplutocracias occidentales, América y la gran Bretaña judaizada y bajo control sionista, entonces no podrá más que declararse con el Islam tradicional y revolucionario ejemplarmente encarnado por la República Islámica de Irán de Mahmoud Ahmadineyad y con el movimiento HizbAllah de Sayeed Hassan Nasrallah. ¿Creéis que esto es otra historia? ¿y que no tenga nada que ver con los hechos de la política italiana? ¿o que antes sea necesario afrontar los problemas de nuestra casa? Pero
que queréis que os responda: hombres seáis y no ovejas insensatas, y que de vosotros, entre vosotros, no se ría el judío escribe el Gran Dante Alighieri. Palabra profética vista la kipización de la política italiana
¿Creéis casual que prefiera vivir en Beirut respecto a una de las tantas siones desparramadas por la península italiota? Pero
vosotros ved. Al menos aquí se combate, y se combate en serio. La lectura de la política italiana desde esta parte del mundo, más acá del mediterráneo, parece propiamente un teatrito del absurdo donde cada uno tanto el extremismo radical-chic de la Derecha Radical como de la Izquierda más o menos No Global- son meras bagatelas
Seamos serios por favor: estamos hablando de cadáveres políticamente hibernardos que han sido descongelados en función de lógicas atlántico-sionistas fácilmente individuables. Mañana cuando sirva la mano de obra del anti-islamismo militante habrá siempre alguien disponible para la caza al musulmán y para incendiar una mezquita. Ciegos y estúpidos. Si se me permite la expresión: no se dan cuenta que el enemigo principal, el enemigo mortal de Europa, tras haber sodomizado una clase política privada de toda dignidad, explotará esta xenofobia y este odio nacionalista para contraponerlos a sus aliados naturales. Adolf Hitler había comprendido que el mundo islámico era el aliado natural de la Europa del Orden Nuevo nacionalsocialista. Evidentemente hay quien está interesado en embrollar a las nuevas generaciones que, prácticamente en ayuno de informaciones, caen todavía en la telaraña de estos manipuladores de la verdad. Y si el neofascismo está a la desbandada, se preguntan a quien adscribir la responsabilidad política tras decenios de abocamientos con ambientes esbirrescos: la única verdad es que estos si pudieran meterían pies y manos en el palacio para hacer de comparsas en el circo mediático del parlamentarismo de salón de Vespa; al lado de los Berlusconi, Prodi , DAlema y Fini. No creo que haya que añadir otras palabras sobre un área en descomposición permanente que ha perdido la propia brújula y se encuentra prisionera de estereotipos y viejas palabras de orden de hace veinticinco o treinta años. Y pensar que La desintegración del Sistema, volumen de Franco Freda, representaría aun una posibilidad que juntamente con Estado y Sistema de Maurizio Lattanzio- jamás han encontrado recepción ni espacio alguno de actuación propio por la absoluta indisponibilidad demostrada por este ambiente de contraponerse al sistema dominante.
¿Cuales han sido los grupos políticos en los que has militado, y por qué piensas que se hayan distinguido?
La historia personal de un militante no es interesante si no está acompañada por un análisis relativo al área neofascista. Es por esto que no creo que sea importante subrayar mi trayectoria, que es humana y política, a través de las varias siglas del neofascismo italiano en el decenio a caballo entre los años ochenta y noventa: del MSI a la Comunidad Política de Avanguardia pasando por algunos encuentros personales más bien sin ninguna adhesión ideológica con el área de la Base Autónoma y el Frente Nacional de Freda. Nada más pero tampoco nada menos. Nos hemos acercado a quien estaba y frecuentado a quien debíamos también para comprender esencialmente hacia que deriva estaba andando todo un entorno. Y hemos hecho nuestra elección. Avanguardia, al menos en el período comprendido entre el verano de 1991 y la primavera de 1997, ha buscado representar el autentico espíritu del Fascismo Revolucionario anticapitalista, antimarxista, antisionista, socialista y nacional.
La geométrica estrategia anti-sistema elaborada por el camarada Maurizio Lattanzio y encuadrada en la forma de proyecto político revolucionario denominado Eurasia-Islam ha supuesto una fractura en el seno de las diversas ramas del neofascismo italiano y ha obligado a los camaradas del área a declararse con o contra el Islam revolucionario y tradicional, pro o contra las estrategias del Nuevo Orden Mundial. Nuestra militancia en las filas de la Comunidad Política de Avanguardia, pienso que se caracteriza esencialmente porque aquel mensaje había puesto en el centro de las estrategias y análisis propios el afrontar la cuestión hebraica en todos sus aspectos y formas en la estela del Anti-Judaísmo tradicional católico, de aquel antisionista islámico y de la eficaz actividad de contra-información que por un trentenio viene siendo llevada a cabo, casi en solitario, como Giovanni Preziosi en las páginas de su publicación La vita italiana.
En síntesis, defensa de la experiencia política del Fascismo italiano y del Nacionalsocialismo alemán de cualquier intento de desideologización o historicización; cuestión judía, solidaridad y hermandad de armas con el Islam revolucionario eran los puntos cardinales elaborados por Lattanzio junto a la obra de revisión crítica de la experiencia neofascista llevada a cabo a partir de 1993 a través de la colaboración ofrecida a la publicación mensual por el soldado político Vincenzo Vinciguerra, probablemente el único fascista que haya atacado frontalmente manu militari al Estado y a sus estructuras.
Hemos tenido nuestras sanas disputas un poco con todos y probablemente son muchos los que no han olvidado. Es una página que pertenece obviamente a nuestro pasado pero que ha representado al mismo tiempo una experiencia política e ideológica formativa e interesante hasta un determinado período: no reniego nada del pasado, ni una línea, ni una acción. También Avanguardia ha desarrollado su rol y ha sido, personalmente hablando, funcional para el acercamiento hacia los ambientes islámicos chiítas italianos y en perspectiva internacional.
(Actualmente es el corresponsal en el Líbano para el periódico Rinascita, y con una serie de servicios especiales estás ilustrando la situación en el País de los Cedros, conociendo bien en particular el movimiento chiíta Hezbollah, al mismo tiempo milicia y partido acreditado en el Parlamento. En síntesis extrema, ¿puedes dar un cuadro de la situación actual?
La situación libanesa está en continua y cotidiana evolución. Es inútil esconderlo: en este mundo podría realmente estallar en cualquier momento una nueva guerra civil. Tenemos una situación extremadamente difícil de representar para quien no sigue la evolución de la política regional de Oriente Próximo en general y de la local libanesa en particular. La agresión sionista del pasado julio ha puesto de hecho en tela de juicio las relaciones de fuerza interna entre las fuerzas políticas libanesas. HizbAllah y la Resistencia Nacional han opuesto un escudo de fuego a las incursiones cotidianas terroristas de la aviación israelí contra las barriadas meridionales de la capital, la Beka a oriental y el sur de mayoría chiíta. En el curso del conflicto desencadenado por la entidad criminal sionista contra el Líbano parecía que finalmente los libaneses hubieran alcanzado una unidad y una solidaridad nacional. Esta perspectiva se ha demostrado fragilísima: un espejismo si consideramos las polémicas estalladas inmediatamente tras el cese el fuego acordado y difícilmente impuesto por las Naciones Unidas a los israelíes y al ejecutivo libanés.
Desgraciadamente la posguerra ha modificado totalmente las relaciones entre las diversas facciones políticas libanesas. El gobierno Siniora ha mostrado manifiestamente si adhesión a las estrategias americanas y sionistas, además de secundar los diktat de la comunidad internacional para desarmar la Resistencia Nacional. HizbAllah, hasta el noviembre pasado parte integrante del ejecutivo, ha elegido abandonar la mayoría porque este gobierno estaba defendiendo intereses extranjeros y prácticamente nunca ha realizado ningún programa para la reconstrucción.
Para entender la ocasional unidad de propósitos entre mayoría y oposición ha sido ordenada en humo desde la adhesión en torno al coral de las fuerzas del llamado frente del 14 de marzo a las estrategias atlántico-sionistas: los Salid Jumblatt, Samir Geagea, Saad Hariri y todo el ejecutivo Siniora se han revelado como quinta columna en el país de los cedros. Ahora contra una liquidación similar de la dignidad nacional libanesa y contra los intentos de desarme de la Resistencia que en último análisis representa el principal problema para los potentados sionistas y para América- se ha ido constituyendo una Oposición Nacionalista formada por los diversos partidos y movimientos políticos que han decidido, bajo indicaciones del secretario general de HizbAllah, Sayeed Hassan Nasrallah, descender a la plaza y movilizarse para hacer caer este ejecutivo antinacional que ha demostrado todas sus limitaciones y todas sus responsabilidades antes, durante y después de la agresión.
La Oposición Nacional Libanesa reagrupa los partidos chiítas de HizbAllah y HaraqatAmal, los dos principales partidos aliados de la comunidad maronita (Tayyar o Corriente Patriótica Libre del general Michel Aoun y Haraqat Marada de Souleiman Franje), los nacionalsociales sirios, los dos partidos comunistas libaneses, Haraqat Shaab (Movimimento del Pueblo) laico y panarabista, los nasserianos, los drusos del Partido Nacional Democrático de Talal Arslan y los de la Corriente por la Unificación Nacional de Wiam Wahab, los panarabistas, el Baath libanés, el Partido del Diálogo Nacional, laico dirigido por el sunita Fouad Makhzoumi y otros movimientos menores del panorama político libanés. Un magma heterogéneo de siglas y rostros que han dado vida a los sit-in de plaza y a las imponentes manifestaciones del pasado diciembre cuando al menos dos millones de libaneses, quizá dos millones y medio sobre una población que apenas llega a cuatro millones, han tomado alegremente por asalto la plaza Riyad el Sohl y la de los Mártires para terminar entre cantos patrióticos y eslóganes, danzas y banderas al viento, las dimisiones de un Gobierno que no ha sabido hacer nada mejor que atrincherarse tras sus posiciones filo-americanas.
Hemos participado durante tres semanas en todas las manifestaciones de la plaza, intercambiado impresiones con los militantes del campamento que se ha llegado a formar día tras día en torno a las colinas del Serail donde tiene sede el palacio del Gobierno, y obtenido entrevistas con los principales dirigentes políticos de los diversos partidos. Hemos vivido esta atmósfera festiva y esperado que Siniora rindiera cuanto antes el cargo y cediese a las peticiones en realidad modestas de la plaza: un gobierno de unidad nacional, una nueva ley electoral y nuevas elecciones. Pero en cuanto al parecer de este ejecutivo, a pesar de reducirse al mínimo, no tiene intención de dimitir. Es inconstitucional e ilegítimo pero a Occidente llega casi exclusivamente la propaganda gubernamental. Debo agradecer a la redacción de Rinascita por haberme dado la posibilidad de explicar día tras día cuanto estaba sucediendo en Líbano y a la Coordinadora Proyecto Eurasia que ha acogido algunas entrevistas a los exponentes autorizados de HizbAllah y de la Oposición Nacional en las páginas de su trimestral de geopolítica. El trabajo de corresponsal, durante y tras la agresión, no es más que la continuidad de una militancia política. No ha cambiado nada para el suscrito: en el terreno; ayer como hoy. Con una sola diferencia: aquí se hace realmente en serio y los riesgos de que el polvorín libanés esté a punto de saltar por los aires son altísimos visto las continuas provocaciones del frente atlántico. Mirad a nuestro regreso a Beirut, veinticuatro horas antes del estallido de los incidentes del 25 de enero pasado en la Universidad Árabe, hemos encontrado un clima diferente a aquel festivo dejado en diciembre: por todos los sitios hay tensión, los libaneses se miran uno de otro con sospecha. Algunos querrían continuar sembrando discordia y sedición en el seno de la sociedad libanesa: casi lo consiguen. Pero HizbAllah y la Oposición han declarado solemnemente que no tienen intención de caer en este clima de odio y violencia; que no responderán a la violencia con otra violencia y que sus objetivos son políticos y no tienen en absoluto intención de fomentar un conflicto confesional que vería al Líbano precipitarse en una nueva guerra generalizada de todos contra todos. No es un conflicto religioso ni étnico el que enfrenta a la mayoría del gobierno y a los partidos de la oposición: es un conflicto político, exclusivamente político. Las fuerzas de la desestabilización atlántico-sionistas están trabajando para favorecer ciertos proyectos americanos. La oposición ha denunciado claramente estos complots a los que no son extraños algunos protagonistas de la escena local: los Geagea y los Jumblat son cartas conocidas. Por tanto, ninguna novedad encontrarlos al lado de América. La oposición pide una reforma en sentido laico del Estado y de las Instituciones, una cuota de participación mayor y un ejecutivo alargado a los partidos que, como Tayyar, se precian de representantes parlamentarios importantes pero no tienen derecho para decidir. Nadie quiere el enfrentamiento confesional entre sunitas y chiítas aun si hay quien está avivando el fuego de antiguas rivalidades y tensiones. En realidad, lo que se está buscando es exportar el modelo iraquí, es decir la estrategia americana de sembrar odio y discordia entre los musulmanes. Hariri y su Corriente Futura, hasta ahora no han comprendido que están haciendo el juego sucio de aquellas fuerzas que, como el Partido Soicalprogresista de Jumblat y las Fuerzas Libanesas de Geagea, en caso de llegar a un acuerdo con la oposición perderían toda su influencia. Son fuerzas minoritarias y extremistas pero por ahora dirigen la política del frente del 14 de Marzo. Todos esperan la novedad entre el fin del invierno o el inicio de abril tras el vértice de la Liga Árabe de Riyad: sin embargo, no creo que se consiga cambiar una situación que permanece completamente congelada entre las dos facciones libanesas. América no lo permitirá y si puede, buscará fomentar más desórdenes y nuevas divisiones. Y nadie se olvida que al sur, más allá de la frontera meridional, la entidad criminal sionista, probablemente está preparada para aquel segundo round que amenaza prácticamente desde el verano pasado
Israel ha sufrido una derrota estratégica, militar, diplomática y política humillante. Los sionistas no olvidan nada: e aquí el por qué de que es casi cierto que antes o después golpearán nuevamente. Los libaneses lo saben y están preparados.
Los musulmanes chiítas en los años de atrás han sido considerados a menudo la vanguardia de las corrientes antiimperialistas en política exterior: basta con pensar en los pasdaran de la revolución jomeinista, el los mismos Hezbollah libaneses, etc. Hoy sin embargo, algunos grupos chiítas, in Irak, han sido utilizados por los ocupantes americanos, explotando antiguas divisiones con los sunitas, para hacer menos difícil su presencia en tierra mesopotámica. ¿En tu opinión, qué fortaleza real tiene aún la oposición a la presencia militar de los U.S.A. entre los iraquíes chiítas? La Resistencia iraquí, que tiene uno de sus bastiones fundamentales entre los militantes del partido Baath, sobretodo sunitas, ha sido sostenida también, entre otros, por los chiítas libaneses de Hizbollah: ¿puedes indicar que supone esto entre los chiítas locales?
La cuestión relativa al rol de los chiítas iraquíes en la actual situación de Irak es mucho más compleja de lo que se pueda pensar. Si en efecto es verdad que existe un ejecutivo en Bagdad compuesto por elementos elegidos de la administración ocupante americana entre la comunidad chiíta, es igualmente verdad que cooperantes son muchos representantes de la burguesía sunita y kurda. La situación geopolítica, estratégica y militar de Iraq, es, desde hace casi cuatro años, la de un enorme pantano al cual han llegado los americanos desde el principio. Y caótica es sin embargo la definición de Resistencia visto que contra las tropas mercenarias del Mundialismo de las barras y estrellas o más bien la visión belicista de los círculos neocons que están sobre y junto a la administración Bush y persiguen su estrategia de clash of civilization en todo el Oriente Próximo se han formado partidos, movimientos y organizaciones heterogéneas que van desde ex pertenecientes al pasado régimen baasista hasta los nacionalistas pasando por la izquierda más o menos comunista, sunitas, yihadistas estilo Al Qaeda, para entendernos, y chiítas. Que luego la República Islámica de Irán en Irak esté persiguiendo sus propios objetivos en política exterior es otra cuestión respecto a la solidaridad con la Resistencia. Veis que también hay un frente en Europa bastante amplio que cree que Irán y Estados Unidos se están repartiendo los dividendos del Irak post-Sadam. Considerando que la República Islámica de Irán es un estado soberano y, como tal, mueve sus propias piezas sobre el escenario próximo-oriental como mejor cree, nosotros afirmamos que la pretendida cooperación irano-estadounidense es una mentira que viene propuesta deliberadamente por un determinado ambiente de extrema derecha como de extrema izquierda- para evitar peligrosas derivas filoiraníes
Visto que a cualquier idiota le gusta este terreno, es un bien que no se ocupen de Irán, porque, vulgarmente hablando, no es su cometido. Irán es desde hace casi treinta años un baluarte del frente antimundialista internacional o, para ser más claros, el único Estado soberano que puede permitirse organizar una conferencia histórica sobre Revisionismo. Y persigue legítimamente sus programas de investigación nuclear y enriquecimiento de uranio con miras al desarrollo energético. Ahora, a sus señorías de la duda y de las batallas antiinmigración, nosotros decimos que, aun en caso de que Teherán aspirase a dotarse de armas nucleares, estos serían siempre asuntos que les incumbirían bien poco así como sería una legítima aspiración, considerando que, en Oriente Próximo, hay un estado-pirata, es decir, la entidad criminal-sionista, que tiene un completo arsenal nuclear desde hace decenios apuntando contra las principales capitales de Europa y del mundo arabo-islámico.
HizbAllah es desde hace veinticinco años quien representa un movimiento revolucionario antisionista dirigido como una flecha al corazón del sionismo y del Imperialismo internacional: ciertamente no hay necesidad de demostrar nada a nadie. E Irán, si permitís, no debe medirse con las demenciales y abstrusas teorías que cualquier representante de por aquí de la llamada Derecha Radical querría también discutir. No hay absolutamente nada que discutir: la estrategia de América es absolutamente clara, es el clásico divide et impera imperialista que determina conflictos y encuentros civiles, divisiones étnicas y sectarismos confesionales. En Irak como en Palestina, Líbano y Siria. Y, de este modo, chiítas cooperan con América en Irak contra los sunitas, así como la misma estrategia querría que los sunitas pro-americanos libaneses ligados a Hariri y a Corriente Futura, apoyados por los drusos de Jumblat y maronitas de Geagea, desencadenaran un conflicto civil, en particular contra HizbAllah y Amal. Por tanto, nada nuevo en la estrategia USA: quien coopera con el Gran Satán es un colaborador del Nuevo Orden Mundial. ¿Y vosotros pensáis de veras que Irán primer objetivo de las miras hegemónicas en la región no está dispuesto a rebatir toda iniciativa yanqui? Quien continúa contaros la fábula de la cooperación irano-americana evidentemente o no entiende el abc de la política internacional o más probablemente solo lo hace de mala fe. Nosotros, quién sabe por qué, nos decantamos por la segunda hipótesis. En último análisis, los movimientos islámicos son el verdadero objetivo de las estrategias mundialistas de esclavizar la humanidad y de crear el Mundo Único, el mundo unipolar y unidimensional bajo la espada de Damocles judaica de la Finanza mundial: desde Hamás al Yihad palestinos a HizbAllah y el frente nacionalpatriótico libaneses, pasando por la Resistencia iraquí y las naciones soberanas de Irán y Siria. El resto son solo chácharas de criadas. Precisamente de las criadas del mundialismo como es la llamada Derecha Radical italiana. Es casi incomprensible cómo que este ambiente haya alumbrado así tanta ignorancia política si no es a la luz de los análisis histórico-políticos e ideológicos desarrollados por Vinciguerra y Lattanzio en el pasado decenio. ¿Irán? ¿HizbAllah? ¿ la Resistencia en Irak y Palestina? Bueno
que queréis que os digamos: no tienen que ver con este ambiente
por suerte para ellos.
(*) 24 de febrero 2007, segunda parte de la entrevista realizada por Antonella Ricciardi, http://www.antonellaricciardi.it/interviste.asp?id=63
[*] v. el sitio web de V. Vinciguerra http://www.marilenagrill.org/ y el sitio él dedicado en la web de Resistencia http://web.archive.org/web/20071210144200/usuarios.lycos.es/resistencia/vv.htm
[Trad. A. Muñoz]
Fuente: primera parte de la entrevista realizada por Antonella Ricciardi, http://www.antonellaricciardi.it/interviste.asp?id=63