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MÍSTICA FASCISTA: Niccolò GIANI por Fernando Mezzasoma

MÍSTICA FASCISTA: Niccolò GIANI por Fernando Mezzasoma

·        Niccolò Giani (1909-1941) joven intelectual  italiano, fue el fundador y primer director de la Escuela de Mística Fascista “Sandro Itálico Mussolini”. Creada en 1930, se convirtió de la mano de Giani y de otros jóvenes fascistas en el centro formativo e intransigente de la nueva aristocracia política del pueblo italiano .(NdelT)

·        Fernando Mezzasoma, (1907-1945) vicepresidente de la Escuela de Mística Fascista durante los años 30, fue nombrado Ministro de Cultura Popular durante la República Social Italiana. Leal hasta final a la figura del Duce y al Fascismo revolucionario, fue martirizado junto a otros altos dirigentes de  la RSI en Dongo, el 28 de abril de 1945. (NdelT) 

***

El 14 de marzo de 1941, Niccolò Giani –el combativo director de la “Crónica Prealpina” de Varese, el ascético director de la Escuela de Mística Fascista, el apasionado profesor de historia y doctrina del Fascismo en el ateneo de Pavía y en el Centro de capacitación política de juventudes- cayó cual héroe de leyenda sobre la cima de una montaña en Albania para consagrar, mediante el sacrificio propio, aquello que él mimo había definido como la línea de los místicos: la coherencia absoluta entre pensamiento y acción.

De todas las definiciones que Mussolini ha ido dando del Fascismo en sus discursos y escritos, en la medida que la doctrina fascista se iba desarrollando y madurando, hay una que Niccolò Giani asumió como lema de su misma vida: “El Fascismo es una mística en acción”. Creer y actuar fue, de hecho,  su divisa, su santo y seña. El ansia por combatir había sido el acicate de sus últimos años de existencia. Y cada vez que regresó de los frentes de guerra, le pareció no haber dado lo suficiente en arrojo y sacrificio. Fue así tras la guerra de conquista por el Imperio.

En su diario de guerra africano, bajo el título “128º Batallón de Camisas Negras” su más bella jornada –como él la denominó- lleva fecha de 22 de febrero de 1936, es decir del día en el cual, al iniciarse la acción contra el enemigo, le fue asignado el estandarte del batallón.

Más tarde, retornando victoriosamente a Italia, llenos sus ojos de la soberbia imagen de la Patria que Mussolini había hecho poderosa y temida, manifiesta así su satisfacción: “Te hemos servido, Duce. Nos basta. Te lo agradecemos. Y hoy solamente te pedimos una cosa: que también mañana nos reserves el privilegio de servir, de abrazar nuevamente el fusil”.

Fue durante ese mismo año –que habría de contemplar el retorno de Roma a las glorias del Imperio- y exactamente el 1 de marzo de 1936, cuando, habiendo recibido la conmovedora noticia del nacimiento de su primer hijo, bosquejó orgullosamente, llevado de una irresistible fuerza interior, un documento de profunda espiritualidad que debía convertirse no sólo en su testamento para el hijo Rómulo Vittorio Africano, sino en un testamento de alto valor moral para las futuras generaciones italianas.

“Sólo por esta Italia –así se expresaba dirigiéndose a su primogénito- deberás saber morir con el cuerpo y con el alma. Y nunca, nunca, deberás olvidar que por este nombre sagrado madres han despedido con una sonrisa a los hijos que iban a la muerte, maridos abandonaron con soberbio gozo a jóvenes esposas, padres han besado con orgullo por última vez a sus hijos. Que por esta Italia los ríos se han hecho de sangre, las montañas han temblado, los muertos han salido de la tierra. Y que por Ella hoy yo aun no te conozco y podría no conocerte nunca. Mas, si así fuese, ámala tu también por mí, sacrifícate también por mí, muere también por mí”.

Y más aún: “Cuando seas adulto, en la mutilada corona que verás sobre el jefe de tu Patria, te será fácil reconocer las joyas que el correr del tiempo y la indigencia de los hombre le habían arrebatado. Reconocerás la cuna de tus antepasados, la sagrada tierra de Dalmacia donde toda montaña insulta la traición y donde todo árbol se alza al cielo como una plegaria a Dios por el retorno a la Madre. Reconocerás Córcega y Malta, Cantón Ticino y Grigioni. Volverás a hallar las joyas perdidas de ese África donde ahora ha llegado el gran chispazo de la nostalgia y de ese Asia que ve ya los milagros de los grandes hijos de Roma. Reconocerás todas, todas las joyas que deber serle devueltas y tú verás restituírselas, que le serán devueltas una a una; y tu enseñarás a tu hijo las que falten para que ni una sola, entre cientos, entre miles, le falten”.

Concluyendo con estas palabras: “Que tus ojos no vean más que grandeza y poderío, gloria y victoria. Hijo, en el nombre que llevas hay un augurio para tu tiempo y tu generación, África deberá ser tu designio y tu camino, tu destino y tu deber, deberá ser tu esperanza y tu derecho. Ahora crece: la camisa negra y el uniforme caqui, que junto a la piedad de Cristo tu madre ha puesto en tu cuna, deberán ser tus compañeras de por vida. Sé llevarlas con honor y orgullo. Y puesto que Dios te ha hecho nacer en época de Mussolini, sé siempre digno de pertenecer a ella: recuerda que tal es el único orgullo que tu padre te enseña.”.

Al releer estas nobilísimas páginas un nudo se ata en la garganta y el corazón golpea más aprisa, por el choque de dos sentimientos encontrados: el orgullo por tanta pureza de intenciones y aspiraciones, que en Niccolò Giani tienen un modelo perfecto de fascista, y por ende de Italiano; el desprecio por la aberración en la que han caído otros italianos indignos de este nombre, los cuales han ultrajado el sacrifico de los muertos y el derecho de los vivos, han impedido que se hiciera realidad el luminoso sueño de Guido Pallota, de Berto Ricci, de todos los alumnos de la Escuela de Mistica, caídos, como Giani por la verdadera libertad de la Patria, de todos aquellos que han regresado con las señales del valor y la insuperable alegría del deber cumplido hasta el final, de todos los soldados que han quedado en los campos de batalla de Rusia, de Grecia, de Àfrica, de España, con una visión de grandeza y de poderío, de gloria y de victoria, sugestiva y esplendorosa como la que Niccolò Giani había vislumbrado para su hijo Rómulo Vittorio Africano y con la que él mismo cerró sus pupilas, abandonando heroicamente la vida terrena.

Qué gran suerte para él no haber conocido la infamia de la conjura judaico-masónica del 25 de julio, la vergüenza de la capitulación del 8 de septiembre.

 

De regreso de la campaña etíope había retomado su puesto de trabajo, en el diario, en la escuela de Mística, en la Universidad de Pavía.  Se prodigó durante cuatro años, antes de la entrada de Italia en la actual guerra, mediante artículos, publicaciones y discursos en infundir en los jóvenes las virtudes que caracterizaron su alma e inspiraron toda su acción: la fidelidad y la intransigencia. La fidelidad incorruptible al Jefe y a la Idea y por ende el derecho a ser un “desperado” del Fascismo –tal como blasonaba serlo -, el derecho a combatir sin tregua y en primera línea contra los enemigos de fuera y de dentro, contra los disgregadores de nuestra  integridad territorial, contra los disgregadores de nuestra integridad espiritual. La intransigencia más absoluta que es el deber de quien cree firme y verdaderamente, de no aceptar compromisos, de no admitir componendas, de no tolerar juegos políticos, de rechazar resueltamente componendas de cualquier especie.

Una revolución que ha nacido de la sangre y que con sangre se ha alimentado debe ser defendida a ultranza, con todos sus inevitables errores a través de los cuales fue necesario transitar hasta lograr sus indestructibles conquistas.

“No estamos dispuestos –afirmó Niccolò Giani en el memorable congreso de Milán de febrero de 1940-, en nombre de compromisos más o menos acomodaticios, a traicionar a la Idea y al Duce. Preferimos dejar de escribir”

De este modo él se sentía fascista. De este modo él quería y sabía ser fascista. No del modo de aquellos que en gran parte hemos abandonado, para nuestra suerte, a lo largo del camino  pues estaban mucho más apegados a sus pieles que a nuestra causa. No al modo de los que hoy andan invocando confusos hermanamientos en nombre de un Italia genérica, de una Italia sin adjetivos por miedo a comprometerse, de una Italia buena para todos los partidos y para todas las ideas, buena incluso para los que la han traicionado y están fornicando junto al enemigo; como si fuese posible concebir una Italia que no sea Fascista, que no sea aquella a la cual Mussolini dio bienestar y renombre; la misma Italia a la que Mussolini y sus mejores hombres tratan hoy de restituir dignidad y prestigio.

En aquel congreso Niccolò Giani precisó el significado de Mística: “Ser de los místicos del Fascismo significa ser portadores exaltados e intransigentes de este credo político. De las virtudes fascistas –añadía- los místicos quieren poner en acto la fe operante, la intransigencia constructiva, la virtud heroica del creer. Estamos a favor de las conversiones –dijo también-; pero bajo dos inderogables exigencias: ante todo la buena fe más sincera, más indiscutible, más amplia; en segundo lugar, ninguna reserva, de ningún género”.

Es ésta –y no otra- la intransigencia que nosotros, que hemos tenido el privilegio de estar al lado de Giani, durante largos años, sus compañeros de trabajo y de lucha, pretendemos defender y afirmar.

Si por ventura hubiese todavía dentro de nuestras filas –que el peligro ha menguado pero que las ha hecho más ágiles y férreas- espíritus dudosos y trémulos, nada les impide liberarse del peso de un juramento que son incapaces de sostener. Los verdaderos fascistas, sobretodo en este duro momento que exige de cada uno la medida exacta de fe y de valor, no se contentan con ser simplemente los “afiliados”, sino que quieren ser, como Niccolò Giani, desperadamente fascistas, custodios celosos de su pasado, fanáticos seguidores de Mussolini en las nuevas conquistas de su treintañal revolución.

Poco después del congreso de Milán, Niccolò Giani partió a la nueva guerra. Estuvo entre los primeros en alistarse. Y con él casi todos los dirigentes y los alumnos de la Escuela de Mística estuvieron en el frente occidental, en África, en Grecia; y después de que él diera ejemplo, incluso con su sacrificio, muchos otros lo imitaron en Africa, en Grecia, en Rusia. Catorce Caídos orlan la Escuela, cinco Medallas de oro: de Niccolò Giani, que había pedido al Duce como premio al combate el retorno al combate, a Guido Pallota, cuyo fustigante decálogo, dictado para la Escuela de Mística, merece ser recordado, como aviso a los desmemoriados y como consuelo de los fidelísimos de siempre:

1) Obedecer al Duce; 2) odiar hasta el último suspiro a los enemigos del Duce, o sea de la Patria; 3) desenmascarar a los traidores a la Revolución, sin importar nada su eventual poder; 4) no tener miedo de ser valientes; 5)no comprometer nunca el propio deber de fascistas, aun a costa de perder la posición, el sueldo o la vida; 6) mejor morir orgullosamente de hambre que vivir rico pero envilecido; 7) despreciar los cargos y poltronas; 8) odiar el vil dinero; 9) preferir la guerra a la paz, la muerte a la rendición; 10) no ceder jamás.

He ahí los postulados de la intransigencia que queremos profesar. En este sentido nos sentimos sectarios, facciosos, fanáticos. Y tenemos el derecho de serlo porque por ésta nuestra fe estamos listos, como Giani, como tantos otros, a dar toda nuestra energía, nuestra misma vida.

Esta es nuestra inquebrantable lealtad al Duce y a la Idea, a la palabra que hemos dado, al juramento que prestamos, a la alianza que hemos elegido, lo que nos enorgullece y nos hace mirar el futuro con fuerza y confianza.

Esta es nuestra intransigencia respecto a la doctrina que hemos abrazado, a las batallas que combatimos, las realizaciones que hemos alcanzado, la que, si bien nos permite aceptar la colaboración de cualquier Italiano de buena fe y buena voluntad que quiera ayudar al titánico esfuerzo del Duce, nos obliga sin embargo a rechazar desdeñosamente cualquier contacto con aquellos que actúan al servicio del enemigo, asesinando a traición a nuestro mejores compañeros de fatigas y batallas, con aquellos que con Italia invadida persiguen a los fascistas que por millares se arriesgan y se alzan para hostigar a los invasores y abrir el camino de nuestro retorno.

Esta debe ser hoy nuestra misión de fascistas. Este es el mandamiento de Niccolò Giani. Esta es su enseñanza. En su nombre, y en el nombre de los demás Caídos, los supervivientes de la Escuela de Mística fascista hacen un llamamiento a la auténtica juventud italiana.

La Revolución fascista continua su marcha. Ella no puede morir y no morirá. No existe rincón en nuestra entrañable tierra en el que el Fascismo no haya echado raíces que ninguna fuerza humana podrá extirpar y que de la nueva sangre vertida no extraigan alimento y vigor.

Es tarea sobre todo de los jóvenes salvar, junto con la existencia de Italia, su propio mañana.

 (Trad. A. Beltrán) 

18 comentarios

LUIS -

Muy buen tema señores! Soy uruguayo y me considero fascista, no porque quiera repetir el regimen italiano ni el aleman ni nada de eso. Creo que la idea fascista es universal, el fascismo se traduce como un ensamble de un nacionalismo real y un socialismo no marxista. Creo justamente que esta unión es la solución a muchos de los problemas de las naciones al menos occidentales.La desunion de estos dos preceptos es la falsa puja que inventó Voltaire primero con su liberalismo y luego el judio Marx con su lucha de clases.
Ojo que tambien soy católico, y he leído que muchos fascistas reniegan del cristianismo pero creo se equivocan pues identifican al catolicismo con la Iglesia Católica y con el Papa que nada tienen que ver con la espiritualidad catolica por la cual los fascistas no debemos renegar. El tema da para largo, solo queria mostrar mi punto de vista. Recuerden que Jose Antonio y hasta Ledesma Ramos admitian su catolicismo y como no!, decian, "si ser español significa ser católico" y "nosotros respetamos y exaltamos nuestras tradiciones como españoles y dentro de ella está el catolicismo que fue es progenitor de España..."
El propio Mussolini nunca renegó de su condicion critiana, solo que en sus primeros años la idea de la separación del Estado de la Iglesia era fundamental para el crecimiento del Régimen... , luego transó por un tema táctico..
En fin, me gusta su pagina y el tema ni que hablar!
saludos a todos

aj -

el fascismo como tal, murio en Italia como el resto de régimenes de entreguerras.
los régimenes pasan, las ideologias perduran.
la italia fascista, con sus cosas buenas y malas será irrepetible.
yo ya dije no soy un fascista en el sentido clásico de la palabra, pero recojo trazas del fascismo como hacemos todos los NBs.
por otra parte considero al Nacional Sindicalismo superior en todos los órdenes, (aunque se me enfaden mis amigos "fascistas intransigentes"), tanto en el social como en el económico.
pero al igual que el fascismo, el Nacional Sindicalismo tuvo su tiempo y este ya pasó, las ideologias evolucionan y nos sirven de base ideológica y también de inspiración.
yo soy basicamente "socialista y patriota", "fascismo rojo", y nacional bolchevique tambien pueden definirme pero con matices.
me siento identificado con Chavez y su "socialismo del siglo XXI" con su "democracia participativa" y antiliberal y soy profundamente,
antiamericano (anti imperialista).
lo que no comparto es la visión materialista y antinacional del marxismo y mucho menos las derivas lógicas de tal visión materialista de la vida y la historia (que ya te dije que tambien la comparten el capitalismo) el progresismo.
(vamos que no defenderé el matrimonio gay, por poner un ejemplo y si el control de la inmigración)
mis ideas gustaran o no, pero no las escondo, puede que no todo lo que digo guste en este foro (como en otros), pero aparte de diatrivas históricas (que no niego me gustan) coincido basicamente con la mayoria de lo que marcaba "la linea Antagonista Izquierda Nacional", desde luego la praxis política no nos alejará.
no puedo decir lo mismo de muchos "NR de derechas".
fijate por ejemplo que "el sistema" ahora marca un "anti islamismo feroz" acorde con el hecho que los enemigos mas fuertes a la globalización vienen de esa parte el mundo.
las "izquierdas indefinidas" y las derechas y muchos "supuestos disidentes" como buenos "perros" ya estan amoldando sus discursos.
incluso los NS (antijudios por antonomasia) ahora sacan a relucir sus instintos "antimoros" con mayor virulencia (instintos siempre presentes al fin y al cabo por su formación racista).
a mi que no me busquen para eso.

saludos

Cordura -

Amigo Aj, gracias por ese documento, una aportación que estimo relevante en relación con la historia del fascismo. Habrá que seguir investigando, y desde luego no tengo problema en introducir los matices necesarios y en rectificar lo que sea menester. Sólo me importa la verdad.

Respecto a la cuestión de fondo, lo que hay que preguntarse es si un estatismo absoluto (como es propio del fascismo), acompañado de su extremo nacionalismo y sus evidentes tendencias militaristas y autoritarias, no implica derecha pura y dura.

Un cordial saludo.

aj -

no es fácil amigo Juan vislunbrar la realidad histórica en el tema fascista,
la "historia bien pensante y politicamente correcta" no está por la labor, pero tampoco es imposible.
si "cavas un poco" veras como un sindicalista como yo, educado en lo mas genuino del Nacional Sindiclismo y que detesta a la derecha no le resulta tan dificil llegar a algunas conclusiones que puede que tu no comprendas.

saludos

aj -

cordura, el que el fascismo persiguiera o se enfrentase al marxismo no lo saca de la izquierda.
ese argumento por si mismo no vale.
las izquierdas de todo signo y tendencia se han perseguido y matado historicamente.
¿te recuerdo lo que ocurrió en el frente popular durante la guerra civil española?
marxistas matando anarquistas,
marxistas stalinistas matando a marxistas troskistas, y viceversa.
por poner solo un ejemplo.
si es cierto que algunas alianzas y movimientos de la Italia Fascista de Mussolini,
lo acercaron a la reacción,
pero fueron movimientos tácticos, que parecian necesarios entonces para garantizar la supervivencia primero y la victoria despues
de la revolución.
de todas formas fijate que yo he revindicado "la ideologia" fascista y la "Republica social de trabajadores" que se aspiraba a crear solo se le puede situar a la izquierda ideológicamente hablando.
permíteme citarte parte de un extenso análisis que hace sobre esto que citas Erwin Robertson:
"Sternhell señala que el nacionalismo de Mussolini no es el nacionalismo clásico de la derecha. Ocurre que ante las nuevas realidades nacionales y sociales el análisis marxista se ha demostrado fallido, pues las clases obreras de Alemania, Francia e Inglaterra marchan alegremente a la guerra. Mussolini no renuncia al socialismo, pero el suyo es un socialismo nacionalista, obra de los combatientes del frente: "Los millones de trabajadores que volverán a los surcos de los campos después de haber vivido en los campos de las trincheras darán lugar a la síntesis de la antítesis clase y nación", escribe en 1917. Y no será la revolución bolchevique lo que lleve a Mussolini a la derecha, dado que lo esencial de su pensamiento se forjó antes de 1917: ideas de jerarquía, de disciplina, de colaboración de las clases como condición de la producción... Los Fasci Italiano di Combattimento, fundados en marzo de 1919 recojen todas las ideas del sindicalismo revolucionario y se sitúan incluso a la izquierda del partido socialista (sufragio universal de ambos sexos, abolición del senado, constitución de una Milicia Nacional, consejos corporativos con funciones legislativas, jornada laboral de 8 horas, confiscación de las ganancias de guerra... ). Pero con el biennio rosso las filas fascistas se desbordan con la afluencia de las clases medias, especialmente de jóvenes oficiales desmovilizados. El Partido Nacional Fascista, organizado como tal en 1921, va a conocer un éxito (electoral incluso) vetado a los primitivos "Fasci": "Esta mutación no deja de recordarnos la de los partidos socialistas al alba del siglo: el viraje a la derecha constituye el precio habitual del éxito" (p.400). Mussolini, hombre de realidades que antepone la praxis a la teoría, ha visto fracasar la ocupación "roja" de fábricas como la gesta nacionalista de Fiume, decide llevar a cabo la revolución posible. Así, en la perspectiva de Sternhell, la captura del poder por el jefe fascista no es tanto el resultado de un golpe de Estado como de un proceso; es la simpatia de una amplia parte de la masa política, de los medios intelectuales, de los centros de poder, lo que permite a Mussolini instalarse y sostenerse en el gobierno. Para Sternhell es sintomática la actitud del senador Croce quien aun en junio de 1924 dio su voto de confianza al primer ministro cuando el caso Mateotti puso en crisis al gobierno y Mussolini estaba a punto de ser despedido por el rey, porque, pensaba Croce, "había que dar tiempo al fascismo para completar su evolución hacia la normalización".

La idea de Estado, que parece ser sólo caracteristica del fascismo, es, sin embargo, el último elemento que toma forma en la ideología fascista. En todo caso señala Sternhell que toda la ideologìa fascista estaba elaborada antes de la toma del poder: "La acción política de Mussolini no es el resultado de un pragmatismo grosero o de un oportunismo vulgar más de lo que fue la de Lenin" (p.410). El jurista Alfredo Rocco, proveniente de las filas nacionalistas, ha "codificado" y traducido en leyes e instituciones los principios fascistas y nacionalistas (visión mística y orgánica de la nación, afirmación de la primacía de la colectividad sobre el individuo, rechazo total sin paliativos de la democracia liberal). Pero es un Estado que, a la vez, se quiere reducido a su sola expresión jurídica y política; que quiere renunciar a toda forma de gestión económica o de estatalización, como anunciaba Mussolini desde 1921. No es, pues, o no es todavía, el Estado totalitario. El fascismo en el poder,en suma, no se asemeja al fascismo de 1919, menos aún al sindicalismo revolucionario de 1910. Pero, se pregunta Sternhell: "¿el bolchevismo en el poder refleja exactamente las ideas que, diez años antes de la toma del Palacio de Invierno, animaban a Plekhanov, Trotsky o Lenin?" Ha habido una larga evolución, sin duda. Y con todo -concluye el autor-, el régimen mussoliniano de los años 30 está mucho más cerca del sindicalismo revolucionario o del "Círculo Proudhon" que lo que el régimen estaliniano está de los fundamentos del marxismo."

saludos amigo.



Cordura -

Meditaré en la imagen que doy, amigo. Quizá la de que dogmatizo, por ejemplo, no siendo mi intención.

Pero me decepciona que uses ciertas expresiones ("conspiranoia", "su fe necesita siempre el rebaño"...). No por nada personal, sino porque creía que me conocías mejor y que coincidíamos más en nuestra visión del mundo. Tal vez no somos tan sabios, después de todo.

(Por lo demás, sigues sin argumentar...).

Antagonistas -

Vale, lo retiro; pero si fueste monaguillo, quizás te haya quedado algo de esa monomanía dogmaticar de pontificar en casa propia como ajena.
Basta ver tu actual obsesión conspiranoica sobre el 11-s y tu desmedido afán porque otros te acompañemos en ese viaje.
Quizás lo que diferencia al final un Fascista de un cristiano es que a pesar de las apariencias aquel es un Individuo puro, critico y autónomo,un hombre de Persuasión; mientras el galileo es un retórico siempre que ante la GRAN SOLEDAd de su fe necesita siempre el rebaño (¿para no caer en el pecado de orgullo?), como éste precisa siempre del Buen Pastor.
Esto es algo que conviene meditarse, mucho más entre aquellos que de una u otra manera se remiten al sobrehumanismo nieztschano-fascista y a veces son incapaces de dar dos pasos sin la sombra de camaradas borregos como ellos mismos.
Y yo no soy sabio de nada; sólo un hombre solo. Como todos.

Cordura -

Pruebas son amores y no bellas razones, Antagonistas. Pero conste que estoy dispuesto a aprender, y más de un sabio como tú.

Eso sí, te ruego que retires lo de "papista renegado" (no tengo conciencia de haber sido papista jamás, ni siquiera en mis años de monaguillo).

En cuanto al nacionalismo de Lutero, era una exigencia de su saludable antipapismo (no extemporalicemos, pues).

Antagonistas -

Vaya! tambien te permites el lujo de pontificar (¿como papista renegado? ¿Igual que el nacionalista alemán Lutero?)sobre materias históricas e ideologicas que desconoces por completo aplicando tu delirio teologico judeocristiano a episodios epocales que no son blanco-negro como pretenden algunos
Rigor, Cordura, rigor.

Cordura -

Aj, Mussolini, ya antes de llegar al poder, se enfrentó a todas las izquierdas (especialmente al marxismo y al anarquismo), a las que incluso sus escuadrillas se dedicaban a aterrorizar. Es absurdo contraponer los orígenes supuestamente izquierdistas del fascismo con los ciertamente derechistas del NS, porque cuando Mussolini crea el fascismo ya era un izquierdista renegado (algo así como es hoy Don Jiménez, el de la Kope Borroka), o sea, un derechoso de cuidado, que se aliaba con los conservadores para hacer frente a la marea revolucionaria que acababa de triunfar en Rusia a través del bolchevismo. [Todo esto, mucho más similar de lo que crees al Hitler de esos mismos años, asqueado con lo que consideraba entreguismo y "pacifismo" de los marxistas, a quienes odiaba a muerte, y que habría costado la derrota en la IGM.]

De hecho, los primeros gobiernos de Mussolini (como los primeros de Hitler) fueron alianzas derechistas que se dedicaron a perseguir e ilegalizar a las izquierdas.

Por no hablar de seis o siete años después de llegar al poder, cuando Mussolini devuelve al papado la soberanía sobre el Vaticano (vaya revolucionario...).

Puedes, podeis, ser fascista(s), simpatizante(s) del Fascio o lo que queráis, faltaría más. Pero si lo sois, sedlo con conocimiento de causa (respetables místicas aparte).

Cordiales saludos.

aj -

siempre "antes el Estado y la patria que la raza",

aj -

amigo Alejandro (prometeos)
yo sin ser fascista en el sentido clásico de la palabra,
si comparto el pensamiento fascista, sobre todo a nivel
ideólogico (dejando a parte la mística) con el que me siento muchas veces representado.
teniendo como tengo una fuerte influencia de los movimentos nacionalistas y patrióticos de izquierda y rechazando la teoria marxista, no podria ser de otro modo.
como seguidor y apasionado también de los pensamientos Nacional Bolcheviques comparto el punto de vista NB cuando dice:
"Decididamente rechazamos la
historiografía marxista que, por razones esencialmente de
táctica al inicio de los 20 y posteriormente por motivos de
propaganda hace del fascismo una ideología burguesa y
reaccionaria.
Es seguro que el fascismo, así como el nacionalismo-
revolucionario, el nacional-bolchevismo o el marxismo-
leninismo, pertenece a la escuela socialista y en
particular nació como el leninismo, de la corriente
blanquista del siglo XIX.
El fascismo de hecho, nació en la izquierda con
Mussolini, y bajo la influencia de Georges Sorel. Es, de
hecho, el resultado de una revisión del marxismo y del
socialismo, donde el papel jugado por la clase trabajadora
en la lucha de clases queda reemplazado por la nación.
Será, por otra parte, el típico camino que llevó del
socialismo al fascismo en los años 30 el que tomaron Marcel
Deat o H. de Man."

al fin y al cabo la "corriente historicista NB" (con la que yo me identifico) bajo la inexacta expresión fusión "fascismo-comunismo" lo que en realidad pretende es rescatar el carácter "socialista" del fascismo y el carácter "nacional" tapado y escondido de la revolución de Octubre (que fue lo que hizo que Ramiro mirara con simpatias el proceso revolucionario) despojándolo de la versis marxista.

yo todavia no tengo claro que sois "algunos" de los de aquí, de otros si).
en tu caso siempre te he considerado NS "tirando" a la izquierda,(lo que hace que en la práxis política coincidamos en la mayoria de las ocasiones), no fascista.

sobre el nazismo y el fascismo
hay que referirse también a la distinción clásica
hecha por el historiador italiano Renzo de Felice que
sitúa claramente a la izquierda los orígenes del fascismo
italiano y a la derecha los del nacional-socialismo alemán.
Estos dos movimientos habrían iniciado, desde un extremo
diferente el mismo camino, para llegar a una solución
similar: la realización de una ideología de tipo socialista
y nacional.
sin embargo,la marca de la extrema derecha sobre el nacional-
socialismo es innegable, cuando se examina su contenido
racista. Esta claro que los fundamentos del pensamiento de
la extrema derecha pangermanista y racista del siglo XIX
están presentes desde el principio en el seno del nacional-
socialismo.

saludos cordiales

Dick Raspe -

...pura energía intransigente y totalitaria antagónica al espíritu burgués acomodaticio y de pensamiento débil que reina en nuestros días...
Salud a todos (de nuevo).

para Prometeos -

Libro:
Mussolini razzista
(Dal socialismo al fascismo: la formazione di un antisemita )
Autor: Fabre Giorgio

“Le leggi razziali costituiscono senza dubbio uno degli elementi chiave per valutare, prima ancora che le colpe, la natura del regime fascista.
Furono solo la terribile conseguenza dell’alleanza con Hitler e della subalternità dell’Italia al razzismo nazista? O invece si trattò davvero, come sostenne lo stesso Mussolini, del risultato coerente del razzismo che caratterizzò profondamente il fascismo e la sua dottrina? Era vero, come, su indicazione del duce, dichiarò ufficialmente il Partito fascista nel 1938, che «tutta l’opera che finora ha fatto il Regime in Italia è in fondo del razzismo»?”

Prometeos -

Cómo siempre suelen ser bastante interesantes las traducciones o biografías de personajes del Fascismo italiano leanse Alessandro Pavolini o Fernando Mezzasoma,pero también todo esto lleva una carga de profundidad genérica en la que me asalta la duda:¿Sómos o asumimos el pensamiento sin duda enriquecedor de la lucha de combate de Mussolini,antes el Estado que la raza,o nos declaramos partidarios del Chamberlainismo racista del Nacionalsocialismo?Es decir sómos Fascistas o somos Nacionalsocialistas?¿Que preferimos o que anteponemos?,aunque ambas ideologías fueron enormemente atractivas y revolucionarias,sólo el Nacional Socialismo Hitleriano logro al final el "Triunfo de La Voluntad" o la revolución de las almas,añadiría yo,mientras que Mussolini y sus fascios,desgraciadamente no lo consiguieron,ya lo decía Perón que era un gran admirador de Mussolini"Mussolini ha sido el hombre más grande de este siglo,pero también ha cometido enormes errores"
Un saludo y feliz debate

Nero -

Vou linkar.
Cumprimentos.

strasserista -

sin lugar a dudas;ANTAGONISTAS,podria se la escula de mistica fascista de hoy,pues esté blog represena lo más intransigente del fascismo actual.
¡CREER,COMBATIR,OBEDECER!

Comunidad León. -

Enhorabuena y gracias por la traducción.
Para quienes estén interesados en el tema, aunque ahora no lo tengo a mano para ejemplificar con alguna cita la calidad del documento, hay un libro en italiano de Luca Fantini que es fundamental: Essenza mistica del fascismo totalitario. Tiene la peculiaridad (que no lo es tanto en según qué ambientes de Italia) o la pega ( aunque depende de las interpretaciones, obviamente...) de que el fascismo italiano es subrayado en su "italianidad" y en su "universalidad mística" para contraponerlo de modo polémico al nacionalsocialismo alemán...