Vincenzo VINCIGUERRA: "EL ÚLTIMO PROCESO"
Fuente: MarielenaGrill.Or
Trad: A. Beltrán
Ilustración: I.Vivanco
Se aproxima el cuadragésimo aniversario de la masacre de plaza Fontana, inicio oficial de la guerra civil italiana, y el conjunto del aparato político y mediático de apresta a conmemorarlo.
Conocemos ya, de memoria, las frases hechas, los lugares comunes, las palabras trilladas y recurrentes de una propaganda de Estado y de régimen que remarcan, metódicamente, su verdad sobre la guerra civil italiana y, de modo especial, sobre las masacres impunes.
Sabemos ya lo que dirán, una vez más, sobre tantos procesos que se han abierto sin que se haya alcanzado, judicialmente, un resultado acorde con la verdad sobre los nombres de los ideadores, organizadores y de los ejecutores materiales de multitud de episodios sangrientos cometidos durante los años 70.
Los procesos han sido muchos, ciertamente. Pero sólo uno no ha sido nunca instruido: aquel contra la clase política que carga con la responsabilidad política, moral, organizativa de esta guerra civil
Un proceso que debería ejecutarse como el mejor modo de recordar el cuadragésimo aniversario de la masacre de plaza Fontana.
La mayor parte de los imputados están muertos, pero muchos están todavía vivos y activos, incluso, a nivel político.
Giulio Andreotti, por ejemplo. Reconocidamente vinculado con la Mafia por sentencia del Tribunal de apelación de Palermo, confirmado por el Tribunal de Casación, desde principios de los años 80 y absuelto por insuficiencia de pruebas en años posteriores, Andreotti es aún senador vitalicio, presente y partícipe en la actividad legislativa del Parlamento.
La condena por complicidad en asociación mafiosa persiste todavía aun cuando el delito haya prescrito, pero no ha comportado perjuicios a Giulio Andreotti que, empero, debe responder de otra y más grave acusación: su participación, con responsabilidad dirigente, en la guerra civil italiana.
Por esta responsabilidad suya, Andreotti no ha sido todavía imputado y juzgado aun cuando existan todos los elementos de prueba para conducirlo al banquillo de los acusados como responsable, en calidad de ministro de Defensa, de la actividad desarrollada por el servicio secreto militar desde los primeros años 60 contra la Nación y el pueblo italiano.
Andreotti ha utilizado siempre todo cuanto conocía para fines políticos internos y personales: de la revelación de la pertenencia de Guido Giannettini [responsable del Msi, NdT.] al SID [inteligencia militar, NdT.], del traspaso de Giorgio Zicari del SID a la División de asuntos reservados del ministerio del Interior, del golpe Borghese sobre el que urdió un juicio-farsa, hasta la existencia de la red Gladio que le sirvió para granjearse la simpatía del Pci cuyos votos podían ser determinantes para su elección como presidente de la República.
Ha sido oído como testigo, perjuro y reticente, en el único proceso por plaza Fontana, después nadie se ha atrevido a molestarle.
Francesco Cossiga que ha construido su carrera sobre inmundos secretos de la República. Era subsecretario de Defensa en diciembre de 1969.
Nadie le ha preguntado jamás sobre lo que sabía, a la sazón, sobre la masacre de plaza Fontana.
Ciertamente que Francesco Cossiga es, como ministro del Interior, el primer responsable de la muerte de Aldo Moro, pero paradójicamente este baldón en vez de acabar con su carrera política le sirve como plataforma para convertirse en Presidente del gobierno y de la República. [Curiosamente el mismo caso que sucedió en España tras la muerte por atentado del entonces Presidente del gobierno español Luis Carrero Blanco; el ministro del Interior de turno y responsable de su seguridad, por tanto, Carlos Arias Navarro, acabó siendo Presidente del último gobierno de Franco y del primero de la Monarquía... ¡qué cosas!. NdT]
¿Cuántas veces, Francesco Cossiga, primero como presidente del Gobierno y, luego, como presidente de la República ha recibido en audiencia a Daria Bonfietti y a los familiares de las víctimas de la masacre de Ustica asegurándoles que el Estado haría cualquier cosa por encontrar la verdad? Al final ha sido él mismo quien ha dicho la verdad: quien derribó el DC9 de la Itavia, asesinando a 81 italianos, fue un misil francés, en una operación dirigida a abatir el avión que transportaba al líder libio Gaddafi.
En un país normal, la revelación de Cossiga habría levantado una clamorosa y legítima indignación, mientras que él habría debido explicar desde cuándo y cómo ha tenido conocimiento de esta verdad tan sorprendente.
Al contrario, sobre este episodio ha caído un silencio total e impenetrable.
Romano Prodi, líder del centro-izquierda. En abril de 1978 fue él quien supo que Aldo Moro estaba custodiado en Gradoli, información obtenida, según él, a través del espíritu del padre Luigi Sturzo en el transcurso de una sesión espiritista.
Nadie, obviamente, ha tomado nunca en consideración este testimonio que llama a causa al difunto don Sturzo como testigo y confidente de Prodi sobre las vicisitudes de Aldo Moro, pero nadie, ya sea política o judicialmente ha pretendido incriminar a Romano Prodi por falsedad o perjurio, o siquiera por complicidad con sus asesinos.
Porque, es obligado resaltarlo, cuando Prodi tuvo conocimiento del piso franco de las Brigadas Rojas en vía Gradoli, Roma, donde residía materialmente Mario Moretti, Aldo Moro estaba aún vivo. Dar el nombre del informador que, indudablemente, estaba integrado en la cúpula de las mismas Brigadas Rojas, podía conducir a la salvación de Aldo Moro.
Al contrario, el democristiano Prodi se inventa una sesión espiritista y calla, entonces y después, la verdad que conoce y que jamás dijo ni dirá nunca, porque nadie le ha obligado a hacerlo.
Exento del peso de esta responsabilidad, Prodi hará una brillante carrera política y se convertirá en Presidente del Gobierno, y líder de la coalición de centro-izquierda.
Enrico Berlinguer y sus compañeros de la dirección del PCI, tendrán conocimiento el 15 de mayo de 1973 que dos después se cometerá un atentado contra una alta personalidad política en Milán.
El 17 de mayo de 1973 estaba prevista la visita la Jefatura de Policía de Milán de Mariano Rumor [a la sazón, Ministro del interior, NdT.] que debía rendir homenaje al Comisario de policía Luigi Calabresi, asesinado por Lotta continua el año anterior.
La información es correcta, proviene además de una fuente fidedigna radicada en el ambiente de Ordine nuovo de la región del Véneto, Pietro Loredan. [Forman parte entre otros- de esta emanación operativa de la Cia y del Mossad , queridos camaradas como Maggi, Freda o el sin par Rognoni. NdT]
¿Qué hacen los dirigentes del PCI?
e mueven, es cierto, porque se produce la visita a Milán de Paolo Bufalini, delegado con contactos con la judicatura, y de GianCarlo Pajetta que mantenía los vínculos con la División de asuntos reservados del ministerio del Interior, pero no hay ninguna filtración sobre los nombres de las personas representativas de las instituciones con las que han hablado, sin género de dudas, contando la preciosa información suministrada por Loredan.
La masacre se verifica exactamente el 17 de mayo de 1973 con un balance de 4 muertos y 46 heridos. La comete Gianfranco Bertoli, oficialmente anarquista, en realidad confidente del servicio secreto militar, venido para la ocasión desde Israel donde residía.
La cúpula del PCI no ha evitado el atentado, pero peor aún: cubre la responsabilidad de la célula de chivatos del véneto, permite que durante años Gianfranco Bertoli se haga pasar por anarquista y reivindique el suyo como un gesto individual vengador de la muerte de Giuseppe Pinelli [militante izquierdista suicidado en la Comisaría de Milán, a manos presuntamente del Comisario Calabresi, asesinado luego por activistas de Lotta continua, NdT.] colaborando consciente o inconscientemente en la estrategia de distracción procesal.
No es difícil imaginar que si la cúpula dirigente del PCI hubiera querido evitar la masacre (bastaba con hacer pública la noticia dos días antes) revelando sus fuentes, la célula operativa véneta habría sido al menos neutralizada, paralizada evitando a nuestra Patria más lutos.
Por lo demás, el chivato Pino Rauti al que debe endosarse la responsabilidad total de las fechorías de las que se ha acusada la célula confidente véneta, y no sólo de éstas, logró convertirse en secretario general del MSI-DN, o sea de un partido representado en el Parlamento con la complicidad de todas las fuerzas políticas que sabían bien que áquel [Rauti] nunca fue jefe de una organización neonazi [Ordine nuovo], sino informador del servicio secreto militar y primer inspirador de tantas acciones cometidas por los militantes de Ordine nuovo, adoctrinados e integrados en los aparatos secretos del Estado.
Una escueta panorámica, la nuestra, que demuestra que cómo partiendo de la extrema izquierda, pasando por el centro y llegando a la derecha extrema no existe fuerza política u hombre político de primer nivel, que pueda considerarse inocente de la acusación de haber participado, algunos en calidad de promotores y organizadores, en la guerra civil italiana.
El 12 de diciembre en Milán, asistiremos al espectáculo de siempre, con el discurso de algún representante político y la evocación de las víctimas de las que nadie recuerda ni rostros ni nombres.
Rutina de un País en el que los hijos han hecho carrera sobre la sangre de los padres, y los familiares de las víctimas mantienen la verdad del Estado y del régimen y, además, reaccionan contra quien pretende afirmar la verdad, la real, auténtica, sin adjetivos, que ve al Estado y al régimen culpables de crímenes contra la Nación y el pueblo italiano.
Rutina que puede acabar, cuando alguien tenga el valor de instruir un juicio público contra el régimen y el Estado, contra políticos y magistrados, contra los periodistas y los usufructuadores de muertos, en donde se haga emerger todo lo que se conoce sobre la guerra civil italiana para alcanzar un veredicto que solo podrá ser de condena, definitiva y sin atenuantes, irrevocable y permanente.
Un último proceso y la primera condena ante la historia para hacer justicia a los muertos y mantener la esperanza de regeneración a los vivos.
Vincenzo Vinciguerra, Opera 19 octubre 2009
Trad: A. Beltrán
Ilustración: I.Vivanco
Se aproxima el cuadragésimo aniversario de la masacre de plaza Fontana, inicio oficial de la guerra civil italiana, y el conjunto del aparato político y mediático de apresta a conmemorarlo.
Conocemos ya, de memoria, las frases hechas, los lugares comunes, las palabras trilladas y recurrentes de una propaganda de Estado y de régimen que remarcan, metódicamente, su verdad sobre la guerra civil italiana y, de modo especial, sobre las masacres impunes.
Sabemos ya lo que dirán, una vez más, sobre tantos procesos que se han abierto sin que se haya alcanzado, judicialmente, un resultado acorde con la verdad sobre los nombres de los ideadores, organizadores y de los ejecutores materiales de multitud de episodios sangrientos cometidos durante los años 70.
Los procesos han sido muchos, ciertamente. Pero sólo uno no ha sido nunca instruido: aquel contra la clase política que carga con la responsabilidad política, moral, organizativa de esta guerra civil
Un proceso que debería ejecutarse como el mejor modo de recordar el cuadragésimo aniversario de la masacre de plaza Fontana.
La mayor parte de los imputados están muertos, pero muchos están todavía vivos y activos, incluso, a nivel político.
Giulio Andreotti, por ejemplo. Reconocidamente vinculado con la Mafia por sentencia del Tribunal de apelación de Palermo, confirmado por el Tribunal de Casación, desde principios de los años 80 y absuelto por insuficiencia de pruebas en años posteriores, Andreotti es aún senador vitalicio, presente y partícipe en la actividad legislativa del Parlamento.
La condena por complicidad en asociación mafiosa persiste todavía aun cuando el delito haya prescrito, pero no ha comportado perjuicios a Giulio Andreotti que, empero, debe responder de otra y más grave acusación: su participación, con responsabilidad dirigente, en la guerra civil italiana.
Por esta responsabilidad suya, Andreotti no ha sido todavía imputado y juzgado aun cuando existan todos los elementos de prueba para conducirlo al banquillo de los acusados como responsable, en calidad de ministro de Defensa, de la actividad desarrollada por el servicio secreto militar desde los primeros años 60 contra la Nación y el pueblo italiano.
Andreotti ha utilizado siempre todo cuanto conocía para fines políticos internos y personales: de la revelación de la pertenencia de Guido Giannettini [responsable del Msi, NdT.] al SID [inteligencia militar, NdT.], del traspaso de Giorgio Zicari del SID a la División de asuntos reservados del ministerio del Interior, del golpe Borghese sobre el que urdió un juicio-farsa, hasta la existencia de la red Gladio que le sirvió para granjearse la simpatía del Pci cuyos votos podían ser determinantes para su elección como presidente de la República.
Ha sido oído como testigo, perjuro y reticente, en el único proceso por plaza Fontana, después nadie se ha atrevido a molestarle.
Francesco Cossiga que ha construido su carrera sobre inmundos secretos de la República. Era subsecretario de Defensa en diciembre de 1969.
Nadie le ha preguntado jamás sobre lo que sabía, a la sazón, sobre la masacre de plaza Fontana.
Ciertamente que Francesco Cossiga es, como ministro del Interior, el primer responsable de la muerte de Aldo Moro, pero paradójicamente este baldón en vez de acabar con su carrera política le sirve como plataforma para convertirse en Presidente del gobierno y de la República. [Curiosamente el mismo caso que sucedió en España tras la muerte por atentado del entonces Presidente del gobierno español Luis Carrero Blanco; el ministro del Interior de turno y responsable de su seguridad, por tanto, Carlos Arias Navarro, acabó siendo Presidente del último gobierno de Franco y del primero de la Monarquía... ¡qué cosas!. NdT]
¿Cuántas veces, Francesco Cossiga, primero como presidente del Gobierno y, luego, como presidente de la República ha recibido en audiencia a Daria Bonfietti y a los familiares de las víctimas de la masacre de Ustica asegurándoles que el Estado haría cualquier cosa por encontrar la verdad? Al final ha sido él mismo quien ha dicho la verdad: quien derribó el DC9 de la Itavia, asesinando a 81 italianos, fue un misil francés, en una operación dirigida a abatir el avión que transportaba al líder libio Gaddafi.
En un país normal, la revelación de Cossiga habría levantado una clamorosa y legítima indignación, mientras que él habría debido explicar desde cuándo y cómo ha tenido conocimiento de esta verdad tan sorprendente.
Al contrario, sobre este episodio ha caído un silencio total e impenetrable.
Romano Prodi, líder del centro-izquierda. En abril de 1978 fue él quien supo que Aldo Moro estaba custodiado en Gradoli, información obtenida, según él, a través del espíritu del padre Luigi Sturzo en el transcurso de una sesión espiritista.
Nadie, obviamente, ha tomado nunca en consideración este testimonio que llama a causa al difunto don Sturzo como testigo y confidente de Prodi sobre las vicisitudes de Aldo Moro, pero nadie, ya sea política o judicialmente ha pretendido incriminar a Romano Prodi por falsedad o perjurio, o siquiera por complicidad con sus asesinos.
Porque, es obligado resaltarlo, cuando Prodi tuvo conocimiento del piso franco de las Brigadas Rojas en vía Gradoli, Roma, donde residía materialmente Mario Moretti, Aldo Moro estaba aún vivo. Dar el nombre del informador que, indudablemente, estaba integrado en la cúpula de las mismas Brigadas Rojas, podía conducir a la salvación de Aldo Moro.
Al contrario, el democristiano Prodi se inventa una sesión espiritista y calla, entonces y después, la verdad que conoce y que jamás dijo ni dirá nunca, porque nadie le ha obligado a hacerlo.
Exento del peso de esta responsabilidad, Prodi hará una brillante carrera política y se convertirá en Presidente del Gobierno, y líder de la coalición de centro-izquierda.
Enrico Berlinguer y sus compañeros de la dirección del PCI, tendrán conocimiento el 15 de mayo de 1973 que dos después se cometerá un atentado contra una alta personalidad política en Milán.
El 17 de mayo de 1973 estaba prevista la visita la Jefatura de Policía de Milán de Mariano Rumor [a la sazón, Ministro del interior, NdT.] que debía rendir homenaje al Comisario de policía Luigi Calabresi, asesinado por Lotta continua el año anterior.
La información es correcta, proviene además de una fuente fidedigna radicada en el ambiente de Ordine nuovo de la región del Véneto, Pietro Loredan. [Forman parte entre otros- de esta emanación operativa de la Cia y del Mossad , queridos camaradas como Maggi, Freda o el sin par Rognoni. NdT]
¿Qué hacen los dirigentes del PCI?
e mueven, es cierto, porque se produce la visita a Milán de Paolo Bufalini, delegado con contactos con la judicatura, y de GianCarlo Pajetta que mantenía los vínculos con la División de asuntos reservados del ministerio del Interior, pero no hay ninguna filtración sobre los nombres de las personas representativas de las instituciones con las que han hablado, sin género de dudas, contando la preciosa información suministrada por Loredan.
La masacre se verifica exactamente el 17 de mayo de 1973 con un balance de 4 muertos y 46 heridos. La comete Gianfranco Bertoli, oficialmente anarquista, en realidad confidente del servicio secreto militar, venido para la ocasión desde Israel donde residía.
La cúpula del PCI no ha evitado el atentado, pero peor aún: cubre la responsabilidad de la célula de chivatos del véneto, permite que durante años Gianfranco Bertoli se haga pasar por anarquista y reivindique el suyo como un gesto individual vengador de la muerte de Giuseppe Pinelli [militante izquierdista suicidado en la Comisaría de Milán, a manos presuntamente del Comisario Calabresi, asesinado luego por activistas de Lotta continua, NdT.] colaborando consciente o inconscientemente en la estrategia de distracción procesal.
No es difícil imaginar que si la cúpula dirigente del PCI hubiera querido evitar la masacre (bastaba con hacer pública la noticia dos días antes) revelando sus fuentes, la célula operativa véneta habría sido al menos neutralizada, paralizada evitando a nuestra Patria más lutos.
Por lo demás, el chivato Pino Rauti al que debe endosarse la responsabilidad total de las fechorías de las que se ha acusada la célula confidente véneta, y no sólo de éstas, logró convertirse en secretario general del MSI-DN, o sea de un partido representado en el Parlamento con la complicidad de todas las fuerzas políticas que sabían bien que áquel [Rauti] nunca fue jefe de una organización neonazi [Ordine nuovo], sino informador del servicio secreto militar y primer inspirador de tantas acciones cometidas por los militantes de Ordine nuovo, adoctrinados e integrados en los aparatos secretos del Estado.
Una escueta panorámica, la nuestra, que demuestra que cómo partiendo de la extrema izquierda, pasando por el centro y llegando a la derecha extrema no existe fuerza política u hombre político de primer nivel, que pueda considerarse inocente de la acusación de haber participado, algunos en calidad de promotores y organizadores, en la guerra civil italiana.
El 12 de diciembre en Milán, asistiremos al espectáculo de siempre, con el discurso de algún representante político y la evocación de las víctimas de las que nadie recuerda ni rostros ni nombres.
Rutina de un País en el que los hijos han hecho carrera sobre la sangre de los padres, y los familiares de las víctimas mantienen la verdad del Estado y del régimen y, además, reaccionan contra quien pretende afirmar la verdad, la real, auténtica, sin adjetivos, que ve al Estado y al régimen culpables de crímenes contra la Nación y el pueblo italiano.
Rutina que puede acabar, cuando alguien tenga el valor de instruir un juicio público contra el régimen y el Estado, contra políticos y magistrados, contra los periodistas y los usufructuadores de muertos, en donde se haga emerger todo lo que se conoce sobre la guerra civil italiana para alcanzar un veredicto que solo podrá ser de condena, definitiva y sin atenuantes, irrevocable y permanente.
Un último proceso y la primera condena ante la historia para hacer justicia a los muertos y mantener la esperanza de regeneración a los vivos.
Vincenzo Vinciguerra, Opera 19 octubre 2009
14 comentarios
Anónimo -
Ketama y cierra España -
AGUR -
Virilo -
¿Que somos esclavos de los devoradores del mundo y no podemos evitar nuestro destino de convertir en enemigos nuestros los enemigos de nuestros esclavizadores?
LOBO -
El Islam en mi humilde opinión y después de conocer a musulmanes, aunque todo sea dicho personas de calle.
Y siempre hablando desde el sunnismo moro, vamos de marruecos que son los únicos que conozco no es alternativa a nada ni va a conseguir nada sino tiranizar y atacar a occidente,no como los shiies los cuales a mi estrecho entender son personas con futuro que si bien se enfrentan a occidente tan solo se enfrentan a la oligarquia britanica(que larouchista me ha quedado).
¿Y vosotros que opinais de ese tipo larouche?.
A mi se me parece a Jose Antonio en su mejor forma.
Pero a lo que ibamos yo considero al sunnismo como arcaico, a el pertenece toda la elite del islam.
Mientras que el shiismo va a ser el proximo enemigo del imperialismo en la proxima guerra, nosotros seremos el imperialismo PESE A QUE ESTEMOS ESCLAVIZADOS POR ELLOS Y ellos serán los enemigos de nosotros todos estamos en el mismo barco con lo cuál, Irán con harto dolor de mi corazón es nuestro enemigo.
juegos de estrategia -
axe-rojé -
axe -
Disidente -
En primer lugar, carecemos de cualquier "autoridad" sobre el blog Antagonistas. Lo que los encargados de este blog deciden poner es asunto de Antagonistas, no del Foro Disidencias.
Y en segundo lugar, los artículos deben ser discutidos allí donde se colocan si se da opción para ello.
ps -
Anónimo -
Sigue en pie este proyecto?
Se va a hacer algo?
Un Saludo
Antagonistas -
Debate que al parecer ha subido de tono a causa de una contestación polémica firmada por el Sr. Marcos Ghio, director del Centro de estudios evolianos (CEE) de Buenos Aires, editada por persona interpuesta en dicho Foro.
Nosotros permaneceremos a margen de dicho debate por las siguientes razones
· Nuestra política actual es simplemente notificar las actualizaciones de nuestro Blog, allí donde se permitan, y no entrar en polémicas públicas evitando innecesarios intercambios de opiniones que, a causa del escaso amor que ciertos elementos de la Derecha nacional, vermicular e identitaria profesan al administrador de Antagonistas, podrían derivar en descalificaciones mutuas, generales y hasta universales.
· Las Entradas de Antagonistas responden a distintos criterios de selección que no vamos a explicar aquí. El caso particular y personal del camarada soldado-político Vincenzo Vinciguerra se deriva de su compromiso absoluto con la Verdad y la Justicia y su supremo ejemplo de Coherencia y Dignidad inquebrantables. Sus opiniones son las suyas, obviamente, pero están sólidamente argumentadas, moralmente refrendadas y políticamente ajustadas a un pensamiento revolucionario común que esta en la base misma de nuestra Ideología y de nuestra Visión del mundo.
· Por otra parte, los comentarios que se realizan por los lectores anónimos o no- pertenecen solamente a ellos. Los insultos personales o las descalificaciones generales a este Blog o los blogistas sobran. La puerta de salida como la de entrada permanece abierta. El administrador participa como tal en algunos debates y solo mediante el nick Antagonistas o el de LA-IN. Ninguno más y ninguno menos
· En cuanto al escrito de Marcos Ghio, aun con capacidad y autoridad para hacerlo, nos abstendremos de someter a análisis crítico o doctrinal alguno
· ¿La causa? Nos parece lamentable que un autor que ha aparecido varias veces en nuestras Entradas, siendo incluso defendido por nosotros de algunos comentarios torticeros e insultantes, haya mandado su documento a otra parte y por otros medios que no aquí, donde -quién sabe- se le hubiera publicado sin mayores problemas.
· Lamentable también el olvido (léase honradez intelectual) al no citar fuente de procedencia (paginas alternativas dice) lo cual achacamos a algún descuido...internaútico. Pero más lamentable todavía se nos antoja oir hablar de un tal Vinciguerra como si el Sr. Ghio ignorara de quien se trata y en las duras condiciones en las que encuentra.
Confiando en la Victoria de los Oprimidos sobre los Opresores
LINEA ANTAGONISTA-IZQUIERDA NACIONAL
4-NOVIEMBRE 2009
Estado culpable -
Un proceso que debería ejecutarse como el mejor modo de recordar el cuadragésimo aniversario de la masacre de plaza Fontana.»
«Rutina de un País en el que los hijos han hecho carrera sobre la sangre de los padres, y los familiares de las víctimas mantienen la verdad del Estado y del régimen y, además, reaccionan contra quien pretende afirmar la verdad, la real, auténtica, sin adjetivos, que ve al Estado y al régimen culpables de crímenes contra la Nación y el pueblo italiano.»
Prometeos -
Normal,obviamente.
Saludos cordiales.