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Texto para el Debate (II)

Texto para el Debate (II)

 Visión del mundo, Ideología, Socialismo

Presentamos a continuación un viejo texto de nuestra etapa en Resistencia que creemos puede aportar algo de luz al caos ideológico en que se debate hoy la Comunidad política Nacional-Popular (LíneAntagonista)

 

 

"Políticamente, nuestro pensamiento se encauza en una línea de continuidad ideal con todas las formas de Socialismo Comunitario y Revolucionario mediante las cuales nuestros Pueblos han querido construir su Realidad social, vital y cultural al margen y en contra de las decadentes democracias liberal-capitalistas.

A este respecto, no negamos que nuestro referente histórico se identifica con las Revoluciones nacionalpopulares y socialcomunitarias que en cualquier parte del mundo y a lo largo de este siglo que ahora acaba han alzado su bandera de combate frente a la arrogancia del Imperialismo y de sus tentáculos políticos, militares y financieros."

RESISTENCIA se ha definido a menudo como colectivo político antagonista que opera conscientemente mediante la agitación cultural permanente, radical y responsable.

Esta definición - como todas, en general - no abarca completamente la naturaleza de nuestro colectivo ni nos dice demasiado acerca de los objetivos mínimos de nuestra corriente histórica.

Si afirmamos que pretendemos ser una comunidad de ruptura en el marco de una visión del mundo, y que este debe ser el objetivo prioritario de nuestra acción político-cultural, habremos avanzado algo más en el campo - relativo siempre - de las definiciones.

Ciertamente no es fácil definir qué entendemos por "visión del mundo". Esto es debido a que en el concepto "weltanschauung" el sujeto y el objeto del conocimiento intuitivo de la realidad se encuentran sólidamente unidos en una síntesis suprema.

Como en toda verdad vivida, inmanente, hay aquí algo de "incomunicable". Sirve sólo la propia experiencia en un sentido "fenomenológico". Ser y Conocer terminan siendo la misma cosa y es únicamente la proyección de la Voluntad en la realidad histórica, humana, social y comunitaria aquello que manifiesta nuestra concepción del mundo en lo esencial.

Surge entonces la pregunta. Si la "visión del mundo" está en nosotros y a nosotros nos queda solo la misión de conocerla y comprehenderla: ¿cómo expresarla "socialmente" dado que el hombre es -en cuanto hombre- "ser social"?

Mediante la ideología. La ideología tiene aquí doble sentido: en cuanto expresa el sistema de valores inspirados en la visión del mundo; y en cuanto proyecta estos valores socialmente como doctrina, como modelo, como dirección o proyección que guía y moldea las consciencias de los hombres en cuanto entes sociales con vocación política transformadora.

Generalizando tal vez en exceso se podría afirmar que, desde nuestra óptica, la Ideología no es más que la "socialización" de la Weltanschauung. Y que, análogamente, la "visión del mundo" no es más que la ideología en su estado puro, "natural", como pura potencialidad del ser social.

De ahí que -en otro orden de cosas- se haya dicho que el fascismo es "una revolución contra la trascendencia" (Nolte), entendiendo "trascendencia" en el sentido historicista, racionalista, decadente, y por ende, una revolución contra las modernas "ingenierías sociales" del ideologismo burgués.

La ideología de Resistencia, comunidad de lucha weltanschauungliche, se identifica en línea de principio - tal como dice nuestro Manifiesto - con el Socialismo popularcomunitario y revolucionario que es entendido -y debe ser entendido- como unidad.

Es importante aclarar esto. De la misma manera que no hay más que una visión del mundo, (y por lo tanto, aquellas "fórmulas" de trascendecias ideológicas que la contradicen no son más que "inversiones" de la misma) existe un único socialismo.

Las divisiones, las escuelas, las corrientes de pensamiento o los movimientos de acción en que el socialismo se ha dividido históricamente son simplemente manifestaciones políticamente diferentes, cuando no simples desviaciones de un origen común.

Nosotros afirmamos pues esa continuidad ideológica y condenamos las desviaciones y enfrentamientos sufridos a lo largo de la historia por el socialismo, muchos de ellos evitables, otros no tanto. Si añadimos los adjetivos "comunitario", "popular", "nacional", "revolucionario", etc. al concepto sustantivo de socialismo lo hacemos para afirmar la esencia real del socialismo, su unidad sustancial, no para crear nuevas denominaciones.

La pregunta que asaltará las mentes de muchos será entonces si consideramos a alguna de las formas caracterizadas por su socialismo, como el marxismo, dentro de esta categoría común. La respuesta es que sí.

Independientemente, de sus hechos, de sus intenciones de la personalidad del fundador del socialismo científico, de las derivaciones políticas y de las desviaciones históricas de esta corriente, de su maximalismo frente a otras escuelas, y especialmente más allá de su óptica racionalista burguesa que finalmente ha terminado volviéndose en su propia contra, etc. El anhelo de justicia, la lucha por un mundo mejor, el sacrificio del movimiento obrero y sindical por él inspirados, su propio análisis de la sociedad burguesa de su tiempo y su crítica implacable de la opresión y de las ideologías opresivas, etc. impiden condenarlo en bloque.

No dudamos que esta afirmación será polémica, pero ya es hora de relegar prejuicios y de seguir manteniendo barreras artificiales entre las distintas corrientes del pensamiento socialista.

Somos socialistas porque no nos podemos desentender de angustias sociales urgentes ni de la idea de construir una sociedad más justa y mejor. Si bien es licito plantear entonces, desde ese punto de vista, cuestiones competitivas frente a otras formas de socialismo, no conviene volver a caer en las trampas "guerracivilistas" tendidas por los teólogos del liberalcapitalismo. Una crítica reaccionaria, superficial de algunos aspectos metodológicos, críticos y políticos del socialismo científico sobra entre nosotros cuando se hace desde posiciones humanistas, liberales o reaccionarias. Y Resistencia - pese a quien pese - no va caer en esa trampa.

Otra cosa más debe ser dicha acerca de la Idea Socialista. El socialismo popular-comunitario tiene un aspecto "ético" que por sí sólo define bien su auténtica naturaleza revolucionaria.

Sin embargo, muchos han convertido, y siguen convirtiendo, este aspecto ético en algo así como un edulcorante, más o menos efectivo, para diluir una acción metódica para la construcción de una comunidad popular auténticamente socialista.

Desde ese supuesto "socialismo ético" derivan fácilmente en una especie de "socialismo estético" para soslayar la cuestión principal: un socialismo que no tiene una orientación política práctica y que no busca transformar de un modo o de otro las estructuras mismas de la sociedad capitalista no es tal socialismo. O dicho de otro modo: sin socialización no hay socialismo.

RESUMEN:

Asumir la continuidad ideológica con todas las formas de Socialismo Comunitario y Revolucionario surgidas en el seno de nuestros pueblos significa uno de los más importantes pasos para redefinir lo esencial de nuestra propuesta político-cultural.

Esto implica dotarse de unos instrumentos críticos más amplios y efectivos que los usados hasta ahora.

Significa también romper muros muy compactos levantados por la incomprensión, la desidia y la falsedad durante más de dos siglos. Los muros del capitalismo han dividido a nuestros pueblos de tal manera que apenas podemos ver más allá de las cercas mentales en que se han comprimido nuestro pensamiento crítico y nuestro espíritu rebelde.

Pero no en vano el símbolo de nuestro colectivo está compuesto de dos martillos. Esto no significa otra cosa que toda construcción histórica conlleva una carga previa de "destrucción", de "nihilismo". De ahí que muchas veces se acuse a Resistencia de no ser "constructiva"; cuando en realidad Resistencia es fundamentalmente activa, constructiva, cooperativa y positiva. Quienes así hablan no comprenden la naturaleza "doble" de nuestra tarea: levantar de las ruinas y entre las ruinas de nuestra propia devastación crítica -nuestra libre acción demoledora y nihilista-, un edificio nuevo que sustituya las viejas construcciones del humanismo occidental: todas y cada una de ellas.

Los martillos de la Guerra y el del Trabajo, de la Construcción y de la Destrucción, del Odio y del Amor, del Nihilismo radical y de la Afirmación absoluta, pueden parecer distintos e inconciliables. Pero solo es una "apariencia"; y la lucha contra las "apariencias", contra las ficciones, contra la ilusión, no es otra cosa que la primera batalla en la Lucha por nuestra Visión del Mundo.

16 comentarios

Terra Socialista -

Gran texto.
Contra el capital y el facherío ¡Siempre!.
Salud.

Antagonistas -

Gracias.

Cordura -

Puede que tengas parte de razón. Quizá me he puesto demasiado metafísico. A fin de cuentas este es un blog político (que, además, no parece dispuesto a cuestionarse sus fundamentos). Lo digo sin la menor ironía (no así lo que sigue).

Así que, amigo, ¡a seguir con vuestro dormitar pseudotrascendental! :-)))

Fue divertido, palabra.

Antagonistas -

¿Pero qué debate planteas?
"El camino no es éste, amigos. El camino es denunciar la Mentira Esencial del Sistema, consistente en su falsa libertad. No en prescindir de la libertad genuina con la excusa de que quienes dicen defenderla no lo hacen."
Si tu camino y el nuestro divergen en cierto punto: deberias aceptarlo. Nadie te pide más pasos de los que estes dispuesto a dar. Tu en cambio ya dices que el camino nuestro no es válido -cuando nuestro antagonismo creativo signifia precisamente DENUNCIAR esa mentira esencial del sistema tal como la expones.
Pero no nos parecería sincero, honesto, amen de poco "creativo" falsear nuestra visión del mundo y nuestra ideologia socialista.
No predicamos ni la "autonomia histórica" ni pretndemos hacernos pasar por corderos rumbo al matader.
No somos delicados: preferimos dominar nuestra propio universo" (Ledesma, dixit)
Esperamos que no te moleste que sigamos nuestros ejercicios yóguicos de respiración...Ommmmmm

Cordura -

No uses nuestra amistad para esos fines, amigo Antagonistas.

¿No habías puesto lo de arriba como texto para el debate? ¡Pues DEBATE, en lugar de descalificar al que cuestiona tus postulados de fondo! (¿Es que te faltan argumentos TAN PRONTO, a escasamente ocho o nueve días de la apertura del blog?).

Aún estoy esperando una respuesta a lo mío de las 12:39 (y menos respiraciones, por favor ;-)

Antagonistas -

El amigo "Cordura" nos conoce. Y sabe que le apreciamos y respetamos pero sus post son algo largos y catetizadores.
Así que las Hipocritas y las Antígonas deberían enterrar su viperina lengua en su propio esfinter anal, uniendo así silencio y placer en un solo acto.
(veis: no hace falta ser vulgar para mandar a tomar por donde amargan los pepinos a los "fuegos fatuos" de los blogitos de moda...)

Antagonistas -

Parece que tenemos un payasete, mosca cojonera o actriz fracasada que utilizando diversos nicks intenta "siquiatrizarnos".
El señor B. está punto de identificar (si no lo ha hecho ya)a la "cosa en sí"...
El señor B. tiene muy mala leche....

ANTÍGONAS -

Luego en otros blogs (léase llama negra) el señor B se queja del trato recibido...Cuando el trato que dispensa él a los lectores de su blog es todavía peor.

Cordura -

Gracias por tu respeto, Antagonistas.

(De todos modos, mis tochos siguen sin ser comparables con los que sacáis de Resistencia, al menos en extensión ;-)

Antagonistas -

inspirar-respirar-inspirar-respirar..uffff

Cordura -

Sí, soy yo otra vez. Como prueba del letargo ideológico del "Área" a la que no tengo el gusto de pertenecer...

Interesante reflexión, que denota amplitud de miras por cuanto está dispuesta a recoger más tradiciones críticas con el Sistema que las habitualmente admitidas en el "mundillo". Y hacerlo de verdad, asumiendo todos los riesgos, no sólo de boquilla y de pacotilla (usualmente por estos lares se habla mucho de "tercera vía", pero en la práctica se sirve de manera perruna a los intereses de la Derechosa).

Pero es a la vez una reflexión pertinaz en el error. Si algo han demostrado ya las experiencias "socialistas", al menos desde la Modernidad para acá, es que al final el odio sólo destruye, es incapaz de construir realmente. Y digo esto consciente de que el odio del que se habla aquí es odio a la Reacción, no una actitud indiscriminada. Pero aun así.

Por no hablar de ese místico monismo empeñado en unificar contrarios dentro del mismo, y único, plano de inmanencia. Denota una total incomprensión de que la síntesis sólo es posible mediante la trascendencia de la mediocre realidad humana. Que es preciso, por tanto, que haya dos planos (uno, el inmanente humano, y otro el Plano Superior, que traza un triángulo hacia el primero, al que sirve de vértice; en el primer plano estarían todos los polos humanos, incluidos el de los "buenos" y el de los "malos", y todas sus aún más mediocres variantes intermedias; sólo desde y mediante el Plano Superior es posible enfrentar y SUPERAR la irreconciliable división; pretender que los mismos que instintiva pero también concienzudamente [se] dividen puedan reconciliarse 'de soi' es como esperar que un perro aprenda física cuántica por sí solo [sic]).

Seguir insistiendo en caminos totalitarios que sólo profundicen la asfixia del individuo (y lo siento, pero es que a mí no me gusta que me asfixien) no es sino, una vez más (y van....) hacerle el juego al Sistema, que ya nos tiene acostumbrados a hacernos eso. Pero con un agravante, y de ahí el juego que se le hace: el Sistema practica eso de manera más sutil, mientras finge darnos verdadera libertad. Frente a ello, si alguien proclama como su fin declarado el totalitarismo, el Sistema tiene fácil denunciarlo, y es así como estos "socialismos" místicos no hacen sino contribuir a perpetuarlo.

El camino no es éste, amigos. El camino es denunciar la Mentira Esencial del Sistema, consistente en su falsa libertad. No en prescindir de la libertad genuina con la excusa de que quienes dicen defenderla no lo hacen.

De nuevo el mismo ruego: menos pasión y más reflexión.

Antagonistas -

Tu te lo dices todo, hermano.
....un sitio muy lejano...Ya.
En la extrema derecha de siempre. El anti-antifascista que se permite pontificar. Típico y tópico.

Soreliano -

Desde la torre de cristal es fácil tratar de "compañeros" o "camaradas" a otros socialistas, pero si pisamos la calle nos damos cuenta del "amor" que siente por nosotros la izquierda. Desde trotskistas a estalinistas, pasando por socialdemócratas y eurocomunistas... todos sienten el mismo cariño por nosotros, cariño que les lleva a boicotearnos y difamarnos continuamente. Los "socialistas" ya demostraron hace 60 años cuál es su conversación con nosotros, y siempre considerarán nuestras propuestas como "fascistas", nunca nos tratarán como "hermanos" de ideología.

Y ahí es cuando vuestro juego confusionista acaba, cuando se baja a las calles y se recibe la colleja del antifascista de turno (muy socialista él, sea autoritario o libertario).

Recibid mis saludos desde un sitio muy lejano, más allá de izquierdas (aunque sean nacionales) y de derechas.

Un fascista republicano cualquiera.

Weltanschauung -

"Weltanschauung" puede sonar a 'nazi' en un momento dado como también en un momemto dado cualquier palabra alemana puede sonar a no se sabe qué...(el signo de los tiempos...)
Pero sólo es una apariencia...y si no, ¿dónde estaría el problema? Como decía Jürgen Graf 'dos y dos son cuatro aunque lo diga un nacional-socialista'...


Antagonistas -

No suena a nazi. Es un concepto filosófico de la escuela alemana.

Bolchevique -

Estoy bastante de acuerdo, salvo que el concepto "weltanschauung" me parece sonar a nazi.