Blogia
ANTAGONISTAS

Palestina

PALESTINA: “EL SUEÑO Y LA PESADILLA”

PALESTINA: “EL SUEÑO Y LA PESADILLA” Fuente: Marielenagrill.org
Traducción: A.B.A.

* * *

Publicamos un documento escrito por la señora Stefania Limiti, periodista, valiente historiadora, experta en asuntos de Oriente medio, de la cual tuvimos ocasión de apreciar y compartir lo que escribió en los libros dedicados al secuestro en Italia de Mordechai Vanunu ("Mi hanno rapito a Roma" – Nie, 2006) y las tramas democristianas y atlánticas en “L'Anello della Repubblica" ( Chiarelettere - 2009).
Se trata de un lúcido análisis de los orígenes del sionismo, sus objetivos, los medios que ha utilizado y sigue utilizando para consumar el perverso plan de crear un Estado judío a expensas de los territorios de los Estados árabes limítrofes.
No tan generosos como la señora Limiti, nosotros creemos que Vladimir Jabotinsky, sus secuaces y sus herederos simplemente habían rechazado todo tacticismo a fin de alcanzar, con las armas del terror, el objetivo final que era el de constituir el Estado de Israel y, luego, el de reforzarlo y, ahora, el de ampliarlo.
No creemos que las simpatías que Jabotinsky haya podido tener por el fascismo hubieran pesado sobre la elección de los medios empleados para conseguir la expulsión de 700 mil palestinos de su tierra, porque no vemos la diferencia existente entre esos métodos y las posteriores matanzas cometidas por hombres que jamás expresaron simpatía alguna por el fascismo y por el nacional-socialismo,
La verdad, triste y amarga, es que los judíos han conseguido todo lo que han querido mediante el uso despiadado de la violencia, al margen de sus opiniones personales sobre tal o cual ideología.
Ni “fascistas” ni “comunistas”, los sionistas han impuesto al mundo el nacimiento del Estado de Israel, utilizando cualquier pretexto que pudiera favorecer sus planes, al extremo que, en 1948, su gratitud estaba dividida por igual entre la Unión soviética de Joseph Stalin y la Norteamérica de Harry Truman.
No debe, pues, maravillarnos que antes de la Segunda guerra mundial hubiesen buscado el apoyo de la Italia fascista e, incluso, el de la Alemania nazi, interesadas, especialmente la primera, en contrarrestar la supremacía británica en Oriente medio.
También Stalin apoyó, sin reservas, el nacimiento del Estado de Israel en la esperanza de que un estado judío y socialista pudiera desempeñar un papel antagónico frente al imperialismo británico en la zona.
La estrategia del sionismo no debe quedar oscurecida por las muchas tácticas empleadas para alcanzar su meta final, por aquello que el general Charles De Gaulle definió como un “pueblo de conquistadores, de dominadores”.
Un pueblo que se considera “elegido”, es decir: el predilecto de Dios, y que se alimenta de miles de años de una visión mesiánica según la cual, un día, se instaurará el Reino de Israel en la Tierra.
El nacimiento del Estado de Israel el primer y más significativo paso hacia la afirmación de esta visión mesiánica que no tiene en ninguna consideración la vida de los hombres y de los pueblos a los que debe sacrificar para triunfar.
El sueño expresado por la señora Limito de la creación en Palestina de “uno Estado unitario, espacio laico y democrático fundado sobre la soberanía territorial y no sobre el carácter étnico-religioso de sus componentes” se da de bruces con la pesadilla de un sionismo que decidido ya su propio destino y el de los demás.
Todos los pueblos han conocido la integración y la asimilación de la sangre y de la cultura, mas no el judío para el cual rige aún la obligación impuesta a los varones de casarse con mujeres judías, mientras que estas últimas pueden casarse con cualquiera porque, según su ley, la sangre del nasciturus se transmite por la madre y, por tanto, si acepta la religión judía será judío a todos los efectos.
En consecuencia, la mezcla de sangre queda excluida del mismo modo que la religiosa que está reservada únicamente a los judíos, excluyendo al resto como corresponde a una raza que se considera la élite, descartando así también la posibilidad de una integración cultural.
Único estado del mundo que acoge en su interior sólo ciudadanos de una única raza, la judía, de una sola religión, la suya, de una misma cultura, con la exclusión de cualquier otro elemento extraño, Israel pretenderá ampliar sus fronteras no admitiendo a los otros, los “diferentes”, sino expulsándolos hacia otros territorios hasta alcanzar el sueño de reconstruir el Templo en un Jerusalén “capital eterna e indivisible” del Gran Israel.
En nuestra opinión, para detener este proceso, del cual la matanza de Gaza ha sido solamente el último ejemplo en el orden temporal, solamente la intervención de la comunidad internacional que obligue al Estado de Israel a respetar el derecho a la vida y a la existencia de los demás pueblos, sigue siendo la garantía de su existencia que, por otra parte, teniendo en cuenta su potencial militar y el mortífero arsenal nuclear, ajeno a todo control internacional, del que está dotado nadie está en condiciones de amenazar.
Dentro de nuestros países la misión de cuantos, más allá de sus ideologías, creen que los palestinos tienen derecho a la vida dentro de un Estado propio, consiste en presionar a sus gobiernos para que exijan a Israel que abandone su inmundo sueño racista y que escoja el camino de la paz y de la coexistencia con pueblos y culturas diferentes, reconstruyendo el Templo que puede existir junto a las iglesias cristianas y a las mezquitas musulmanas.
Hasta hoy mismo, apoyado por las comunidades judaicas internacionales, por el poder financiero y mediático, ha elegido la guerra: no será sencillo empujarlo a aceptar la paz.
Compartimos el sueño expresado por la señora Limiti, así como su análisis, pero constatamos que todavía hoy estamos inmersos en la pesadilla de vivir en un mundo que define como “justo” la matanza de los niños de Gaza.
Y a esta pesadilla no le vemos fin.


Vincenzo Vinciguerra, Opera 24 febrero 2010




------
“ESTADO ÚNICO Y NATURALEZA SIONISTA DEL ESTADO DE ISRAEL”

Intervención de Stefania Limiti
ROMA, 28-29 de Noviembre de 2009

* * *


El Estado único para judíos y palestinos ¿es una amenaza o una posible solución para la paz en Oriente Medio? ¿Pueden el nacionalismo judío y el surgimiento del pueblo israelí avenirse con el nacionalismo árabe o palestino?
Para poder dar una respuesta a estas preguntas básicas es necesario afrontar algunas cuestiones relativas a la naturaleza sionista del Estado judío. De hecho, se impone urgentemente una reflexión acerca de cómo superar el objetivo no realizado e irrealizable de la construcción de un Estado palestino junto al israelí, para trasladar al centro del debate el espinoso problema de superar la naturaleza sionista de un Estado surgido violentamente a costa de la población indígena que vivía en esas tierras. En definitiva, un examen real y sin fantasías sobre de qué modo es posible un futuro de convivencia pacífica entre los israelíes y los palestinos de Israel, entre los que viven bajo la ocupación en Gaza y en Cisjordania y aquellos que viven en la diáspora, a los que no es imaginable negarles un derecho de retorno si no es borrando la verdad histórica de la ocupación misma.
Es en esta perspectiva y sólo en ésta hay ya una posible solución al problema palestino. Resulta útil insistir sobre una idea poco aceptada todavía: la solución de dos Estados es un eslogan que a día de hoy no ha consentido, a menudo, más que la conservación de un régimen discriminatorio dentro de las fronteras establecidas militarmente en 1967, por lo tanto la ocupación de Cisjordania y la transformación en ghetto de la Franja de Gaza. El que liquida como absurdo, inútil e impracticable el debate sobre posibles modelos políticos alternativos al de los dos Estados se equivoca, y bastante, sobre todo frente al dramático estado de cosas. Israel se ha escudado y lo sigue haciendo en esa proposición para continuar su ininterrumpida política de anexión colonialista y seguir cometiendo crímenes en Palestina –negándolos desvergonzadamente y atacando a quien se atreva a condenarlos, tal como ha hecho con el juez antiapartheid y judío, Richard Goldstone, delegado para los derechos humanos de la ONU, acusado de antisemitismo por su condena dela invasión de Gaza.
No se trata ya, menos aún en esta sede, de lanzar un manifiesto programático sino en realidad de animar y apoyar las hipótesis que muchos intelectuales y activistas adelantan ya en el interior de la sociedad israelí, ya en la palestina, especialmente en ciertos sectores significativos de su diáspora. Por una simple razón no se puede enterrar esta esperanza: en los Territorios Ocupados no existen ni siquiera ya las piedras para construir un Estado autónomo. La cohesión territorial ha sido cercenada radicalmente por la inflexible política de asentamiento de las colonias. A los palestinos les quedaría el 20% del territorio nativo, el hambre y una enorme sed, no sólo de agua y alimentos, sino también de futuro. En resumen, la anexión unilateral de los territorios consumada por Israel desde 1948 en adelante, no sólo por los gobiernos de la derecha llegados al poder en 1977 tras treinta años de casi ininterrumpido dominio laborista, ha hecho imposible la solución de dos Estados.
Del mismo modo que la historia de las negociaciones es historia de una farsa: una afirmación grave que sin embargo la larga lista de fracasos nos autoriza a realizar sin temor de ser superficiales o de hacer propaganda. Las únicas negociaciones que habrían podido llevar a la creación de un Estado palestino independiente debería haber incluido directamente las fases de la retirada total y no, como sucedió en Oslo, un mercadeo de territorios a los cuales, al fin y a la postre, Israel no está dispuesto a renunciar.
Se han escrito páginas muy bellas sobre la perspectiva de un Estado Único o binacional entre judíos y palestinos: pensamos en los trabajos del historiador Illan Pappe o en la tesis de Alì Abunimah, expuestas en su One Country (ed. Metropolitan Books) o en la de Virginia Tilley, profesora de Ciencias políticas en Sudáfrica, y también, en Omar Barghouti, promotor de la Campaña por el boicot, y otros muchos más. Reflexiones todas importantes que sostienen la necesidad de contemplar esta perspectiva ya sea en la óptica israelí o en la palestina, y que implican considerar la naturaleza del sionismo. Se trata de una perspectiva difícil, que obliga a la sociedad israelí o a la palestina, tanto a la laica vinculada a viejos conceptos de poder como a la que se identifica con el Islam, a medirse consigo misma y con su propia voluntad de mirar hacia un futuro nuevo.
El problema está directamente conectado, decíamos, con la naturaleza sionista de Israel. Intentamos conocer por qué la historiografía oficial continua ocultando el origen colonialista, racista y violento del sionismo que todavía hoy, a pesar de todo, sigue recordando los “kibbuts” y el socialismo de Ben Gurion o el más liberal, pragmático o moderado de Chaim Weitzmann: la naturaleza originaria del sionismo queda relegada a un pequeño ángulo de la historia porque no se quiere asignarle el puesto destacado que ciertamente merece. En el proceso de construcción del estado israelí el sionismo ha sido quien ha suministrado la materia prima, el aparato ideológico sobre el que forjar el futuro de los colonos judíos: en tal naturaleza está la respuesta a la imposibilidad de un futuro Estado independiente de Palestina.
Existe un personaje que ha sido relegado al olvido de los padres de la Patria pero que ha sido uno de los progenitores de Israel, aparte de una figura clave para entender que el sionismo porta en sí la semilla del fascismo [NdT.- Cfr. Supr. , Vinciguerra], a saber Vladimir Jabotinsky (1), un joven ucraniano de Odessa, que fundó en 1925, en París, un movimiento político denominado Unión de sionistas revisionistas. Su papel hay que integrarlo dentro de las disensiones del movimiento sionista tras septiembre de 1922 cuando el gobierno británico dividió en dos Palestina, creando de la nada una nueva entidad territorial al Este del río Jordán, la Transjordania. La recién constituida Sociedad de Naciones ratificó, de hecho, el 24 de julio de 1922 el nuevo mapa geopolítico de Oriente Próximo, aprobando la institución del Mandataria. Francia y Gran Bretaña habría de administrar los territorios asignados al mandato, con objeto de favorecer el autogobierno venidero.
Pero algunos representantes del movimiento sionista se sintieron profundamente desilusionados. La Palestina “histórica” seguía siendo, según alguno de ellos, la precedente, la división había “adulterado” el proyecto, y representaba el riesgo de obstaculizar el camino para alcanzar el Gran Israel.
El ascenso de Jabotinsky se produce a causa de una radical oposición de método: la moderación de Weizmann y del ejecutivo sionista pretende obtener de los británicos la creación del “hogar judío”, como promesa de la Declaración Balfour de 1917 (2) mediante la presión diplomática y una discreta colonización de Palestina. Demasiado moderado, en definitiva, para Jabotinsky que por otra parte tenía un lugar de honor entre los sionistas: había fundado la “Legión judía”, destinada a combatir junto a los ingleses durante la Primera guerra mundial: “los dirigentes del movimiento sionista obrero, Ben Gurion y Ben Zvi, le ofrecieron su apoyo”. La Legión, disuelta por los ingleses entre 1919 y 1920, constituirá el embrión del futuro ejército clandestino de la Hagana (3).
El movimiento político de este fundamental protagonista de la historia de Israel tuvo el valor de identificar el objetivo inmediato del sionismo y los medios adecuados para realizarlo: la creación de un Estado judío era una consigna que, según él, no puede aplazarse y que para posibilitarla era indispensable llegar a la mayoría judaica en Palestina. Según Jabotinsky, esta misión coincidía con la matriz originaria herzliana del sionismo (resumida en el libro Der Judenstaat) traicionada por el posibilismo y las demoras de Weizmann, Ben Gurion y sus aliados. Sólo en 1942 el Congreso sionista se decidió a reclamar oficialmente un Estado judío: antes de esa fecha, se intentó no molestar en demasía a los británicos, ni el lento pero progresivo traslado de judíos hacia Palestina. Una línea que no era en absoluto compartida por todos: especialmente tras el Primer libro Blanco sobre la política exterior inglesa respecto a Palestina, presentado por Winston Churchill el 30 de julio de 1922 a fin de tranquilizar a los árabes tras los hechos de Jaffa del año anterior. En aquel documento quedó escrito que, contrariamente a los “temores manifestados por la delegación del Comité ejecutivo árabe, el gobierno británico no ha contemplado nunca la desaparición o la subordinación de la población, de la lengua o de la cultura árabe en Palestina”.
Churchill quería puntualizar con ello un hecho concreto: “los términos de la declaración Balfour no prevén que el conjunto de Palestina se convierta en un Hogar nacional judío aunque tal hogar sea fundado en Palestina”. Con relación a los judíos el Libro blanco subraya que “resulta fundamental que esta comunidad comprenda que se encuentra en Palestina por derecho y no por tolerancia”. Añadiendo que la inmigración judía “no puede excederla capacidad económica de absorción del País” y, frente a la pregunta “¿qué hay que entender por desarrollo del Hogar nacional judío en Palestina?”, Winston Churchill respondía: “no se trata de la imposición de una nacionalidad judía a los habitantes del conjunto de Palestina sino de conseguir el desarrollo de la comunidad judía existente, con la ayuda de los hebreos de otras partes del mundo, a fin de que ésta se convierta en un centro por el que todo el pueblo judío pueda, por lo que respecta a la raza y a la religión, interesarse y sentirse orgulloso”.
Frente a tantas vacilaciones, el joven Jabotinsky no tenía dudas: era preciso actuar, acelerar el proceso hacia el establecimiento de un auténtico y propio Estado. Comprendió que la disolución del Imperio otomano había abierto un campo de maniobra inmenso, nuevos escenarios que harían posible el asentamiento de una entidad estatal judía en Palestina.
Se convirtió así en intérprete de la línea dura frente a los árabes: debían ser expulsados. Existían dos derechos contrapuestos en Palestina y la única solución para el líder revisionista era la guerra. Frente al carácter nacional de la revuelta árabe, Jabotinsky dijo claramente, más que cualquier otro líder sionista, “ambos queremos Palestina, nosotros somos los agresores, el problema no tendrá en modo alguno una solución diplomática”. Inútil perder tiempo con intercambios culturales, con los proyectos de coexistencia pacífica, decidirán las armas.
Redacta dos artículos incendiarios en 1923 bajo el título significativo y bastante inquietante a la luz de los hechos actuales de “H puñetazo de hierro”, en los que no duda en enumerar su manifiesto programático. Los puntos fuertes de su pensamiento son básicamente cuatro: “1. la instauración de una mayoría judía en Palestina, necesaria para garantizar un Estado judío en ambas riveras del río Jordán; 2. la primacía de la idea nacional sobre cualquier otro principio, rechazando la división de clase aplicada por los socialistas; 3. la primacía de la política sobre el pragmatismo inventado por Weizman, que quería comprar Palestina dunam por dunam [NdT.- Unidad mínima cultivable de superficie de tierra en el Imperio otomano] – primacía de la política significaba obtener de los ingleses un “régimen de colonización” específico que les permitiera construir sobre la Palestina histórica el Estado de Israel; 4. la necesidad de los judíos de proceder autónomamente a su autodefensa mediante la creación de legiones militares judías” (4).
Definió, esencialmente, el corazón del programa sionista, hablando con amable indiferencia respecto al problema de los derechos palestinos, dejando clara la necesidad vital para el futuro de los judíos de obtener la supremacía demográfica mediante la emigración y la instrucción sistemática de los pioneros en el uso de las armas: con la teoría del puño de hierro eligió la opción militar, tanto defensiva como ofensivamente.
Por voluntad propia se creó el Irgun, un nuevo ejército clandestino surgido de la escisión de la Hagana, en manos de los socialistas. El Irgun, entre cuyas filas destaca la militancia del futuro primer ministro Menahem Beghin (5), fue protagonista de numerosos actos de violencia terrorista contra civiles árabes. Entre sus “hazañas”, se recuerda a menudo la cruel destrucción de la aldea de Deir Yassin y el exterminio de sus 300 habitantes: operación que puso en marcha lo que el historiador israelí ha llamado la limpieza étnica en Palestina. Sus activistas eran filo-fascistas saturados de nihilismo revolucionario y fueron ellos mismos fautores de una nueva escisión, dando origen en 1940 al Grupo Stern (6) o Lehi, acrónimo de Loamei Herut Israel (Combatientes por la libertad de Israel), un movimiento militar, plagado de ideas revolucionarias antiburguesas y simpatías fascistas [NdT.- id. Vinciguerra]. El jefe del movimiento, Abraham Stern, propugnaba “peligrosas” alianzas con los nazis: el grupo Lehi es recordado también por el asesinato de Lord Moyne, ministro residente en El Cairo, cometido el 6 de noviembre de 1944, y por el del conde Folke von Bernadotte, mediador de las Naciones Unidas en Palestina, “culpable”, a los ojos del Lehi, de haber propuesto una partición de Palestina desfavorable para los judíos. La junta de mando estaba a la sazón en manos de una especie de triunvirato integrado por Yitzak Yzernitzky, alias Shamir, Israel Sheib y Yellin Mor.
El movimiento revisionista de Jabotinsky abogaba por una concepción corporativa de la sociedad, elemento de importancia no secundaria en la tentativa de buscar un diálogo con el fascismo italiano. Mussolini estuvo abierto al líder sionista generosamente: de hecho se ocupó de la instrucción de sus hombres y a tal objeto les concedió la posibilidad de crear en Civitavecchia una escuela naval orientada a tal fin. El Duce tendió un puente de diálogo con Jabotinsky, dada la imposibilidad de hacerlo con Waizmann, demasiado vinculado a los ingleses, pero su intento se evaporó a causa de la introducción de las leyes raciales (septiembre de 1938). Sin embargo, el primer congreso revisionista había tenido ya lugar precisamente en Milán bajo el lema de un orden italiano para Oriente (7). No se rompieron del todo, aun así, los hilos que unían a figuras del fascismo con sus homólogos del movimiento sionista, asunto escasamente estudiado por la historiografía. Pero las extrañas alianzas que llevaron a los hombres de la X Mas del comandante Valerio Borghese a adiestrar a la marina israelí (8), importantísima arma de combate contra los ingleses y los egipcios, o las que condujeron a personal israelí a entrenarse en Sicilia en 1946 junto a los hombres del bandido Giuliano (9), hasta el papel jugado en Israel en 1971 por el falso anarquista Gianfranco Bertoli, acogido en un kibbutz de frontera, donde se le instruyó en el uso de armas y explosivos, confirma la necesidad de una investigación historiográfica sobre un mundo oscuro y paralelo, tejido de extrañas e improbables, aparentemente, tramas y de impensables convergencias.
Calificar de fascista a Jabotinsky, a este padre de la patria, resulta demasiado sencillo: lo hizo ya con gruesas palabras Ben Gurion, y con él todos aquellos que han buscado, con excelentes resultados, la purificación del impulso racista y colonialista del sionismo ocultando, empero, que los dirigentes del movimiento revisionista, tras la muerte de su líder en 1941, no desaparecieron sin dejar rastros de sí mismos. Han sido, también, protagonistas de la historia de Israel: su símbolo ha sido seguramente Menahem Beghin, el viejo comandante del Irgun, que en octubre de 1948 fundó el partido Herut (“libertad”), donde confluirán todas las almas del revisionismo, incluidas las más radicales. Entre los representantes del maximalismo es preciso señalar a los dos ucranios Abba Ahimer y el poeta Uri Zvi Greenberg, que tras las primera guerra mundial habían creado un pequeño grupo maximalista, llamado Birionim (bandoleros), de orientación marcadamente fascista, en el que militó taimen Ben Zion Netanyahu, padre del futuro [y actual] primer ministro. Ahimeir mismo era un gran admirador de Mussolini y en 1928 publicó en el periódico “Doar Hayom” las Crónicas de un fascista.
En cualquier caso el abandono en 1931 del Congreso sionista a causa del rechazo de una moción que definía como objetivo del sionismo la constitución de un estado de Israel en ambas orillas del Jordán, dio luz a una derecha que suministro valiosos instrumentos para la realización del programa sionista. Ningún líder del sionismo, ni siquiera los representantes socialistas, presto oídos a Martín Buber que había advertido de que no se creara un estado étnico religioso reservado a los judíos: quien fuera a Palestina debía sentirse como un semita entre semitas. (10) El sionismo colonialista y racista de Jabotinsky, tan semejante a aquellos nacionalismos europeos de los cuales los hebreos estuvieron entre las víctimas principales, representa la síntesis final y fundamental de todo el movimiento sionista, el alma más auténtica de la ideología de Menachem Beghin, Chaim Weizman y Ben Gurion los cuales sostenían que la tarea de os judíos consistía en reconstruir desde los cimientos y modernizar un territorio semi-desértico y atrasado. El estado judío debería de excluir cualquier relación, que no fuera de carácter subordinado y servil, con la población autóctona. Y es en nombre de esta lógica colonial que en 1948 se inició el éxodo forzado de enormes masas de palestinos – no menos de 700 mil- gracias sobre todo al terrorismo practicado por organizaciones sionistas como la Banda Stern y la Irgun Zwai Leumi.
En definitiva, los orígenes del problema palestino coinciden no con la presencia de los hebreos en Palestina sino con la formación de un movimiento colonial apoyado por una élite intelectual y económica judía que tenía como objetivo la realización de un proyecto económico con profundas raíces religiosas. El pecado original del sionismo fue desde el principio su comportamiento tergiversador y elusivo respecto a los derechos de una comunidad considerada como inferior, jurídica y culturalmente Los padres fundadores del estado de Israel han sido todos defensores, ideadores y activistas de la política de Puño de hierro y de la lucha armada contra los árabes y las bases del conflicto se colocaron bastantes antes de la tragedia del Holocausto.
Si el proyecto de un Estado palestino es solamente una ilusión, cuando no una brutal mistificación, no queda más que una perspectiva que supere el sionismo y que permita un Estado Único, espacio laico y democrático basado en la soberanía territorial y no sobre el carácter étnico-religioso de sus componentes.
Es un enorme desafío, ante todo para aquella parte de la sociedad israelí que quiere democráticamente reconocer derechos a hombres y mujeres que viven a su lado y que pretende ajustar cuentas con su propio pasado, construyendo un futuro propio no ya sobre derechos bíblicos de los judíos a la tierra de Palestina sino sobre el derecho natural de todos los pueblos a ser dueños de su destino. En suma, para aquel sector de la sociedad que no quiere ser sacerdote de un dios sino ciudadano de un Estado democrático y que es consciente de que el fin de la ocupación militar es la condición para que los hebreos de Israel obtengan el derecho a pedir a los palestinos y al mundo árabe-islámico el ser aceptados como parte integrante de Oriente Medio.
Es un desafío enorme también para aquel sector de Palestina que se reconoce en una visión religiosa de su porvenir, así como para los aparatos político-militares que no miran más allá de su pequeña parcela de poder.
Pero es también un desafío para todos nosotros, llamados a enfrentarnos en nuestros Países con esa presión asfixiante que el sionismo ahoga nuestra sociedad, para controlar toda mirada de ecuánime y pacífica comprensión de los pueblos del cercano oriente.



NOTAS:
(1) Su biografía está en La Destra Sionista, di Paolo Di Motoli, ed M. & B. Publishing, 2002;
(2) La Declaración Balfour del 2 de noviembre de 1917 es el documento oficial de la política del gobierno inglés tras la desmembración del Imperio Otomano recién acabada la primera guerra mundial: escrito por el entonces ministro de Exteriores británico Arthur Balfour a Lord Rotschild, representante principal de la comunidad judía inglesa y dirigente del movimiento sionista, el gobierno británico declaraba mirar con interés la creación de un hogar judío en Palestina. La Declaración Balfour fue posteriormente añadida al Tratado de Sèvres que establecía el final de las hostilidades con Turquía y asignaba Palestina al Reino Unido (subsiguiente titular del Mandato para Palestina).
(3) Storia del sionismo, Nathan Weinstock, ed. Massari, pagg. 112;
(4) Del «Dossier Palestina, La Destra israeliana», di Paolo Di Motoli en La Rivista del Manifesto, 28 de mayo de 2002;
(5) Cuando Beghin viajó por vez primera a los Estados Unidos, en 1948, algunos intelectuales judío, entre ellos Einstein, Hannah Arendt y Sydney Hook, escribieron una cata abierta al New York Times (4-XII-1948), en la que afirmaban que el partido de Beghin era”un partido político bastante próximo, en cuanto su organización, métodos, filosofía y su doctrina social, a los partidos nazi y fascista”;
(6) “En nombre de la guerra contra los ingleses para liberar Palestina del dominio colonial, el pequeño pero aguerrido movimiento intentó incluso una improbable alianza con los nazis. El “contacto” fue hecho a través del Lehi por Naftalí Lubentchik, que en 1941habló con dos elementos del Tercer Reich, Rudolf Rozer y Otto Von Hentig, representantes del departamento para Oriente del ministerio de Asunto exteriores. Se redactó incluso un documento, que enfatizaba “la comunidad de intereses entre el movimiento y las potencias totalitarias europeas para la creación de un nuevo orden europeo”, y que anunciaba”la fundación de un Estado histórico judío sobre fundamentos nacionales y totalitarios, vinculado mediante un tratado al Reich alemán”, dirigido a reforzar la posición de Alemania en Oriente Próximo. Las negociaciones se interrumpieron cuando los aliados arrestaron, en junio de 1941, a Lubentchik en la sede del servicio secreto en damasco. La muerte de Stern, a manos de la policía británica en febrero de 1942, señaló el ocaso de la fase “mesiánica” del movimiento, que habría de elaborar de inmediato una línea política influida por el mito de la Unión Soviética, vencedora en la guerra y potencia anticolonial y antiburguesa”, del Dossier Palestina, op. Cit;
(7) Storia del sionismo, op. cit. pag. 145
(8) Véase a propósito, La destra e gli ebrei, Gianni Scipione Rossi, ed. Rubettino e Diario di un fascista alla corte di Gerusalemme, Fiorenzo Capriotti,
Altro Editore;
(9) Veáse, Lupara Nera, la guerra segreta alla Democrazia italiana, G. Casarrubea, M.J.Cereghino, ed. Bompiani
(10) “Quale Stato palestinese?”, Danilo Zolo, // Manifesto, 7 diciembre 2006




La tercera Intifada: el “día de la furia” y el “día de la infamia”

La tercera Intifada: el “día de la furia” y el “día de la infamia” AUTOR: AGUSTÍN VELLOSO
FUENTE: Rebelión




Parece que ayer, 16 de marzo de 2010, empezó oficiosamente la tercera Intifada de la era israelí. Casi nunca se cuentan las anteriores a 1948, como si la resistencia fuese algo reciente.

Se deja en el olvido la Brigada Dinamitera Árabe de los años 50 del siglo pasado y a resistentes como Izzedin al Qassam, jeque, profesor, líder de obreros, campesinos y guerrilleros en los años veinte y treinta del mismo siglo.

A diferencia de Abu Mazen, al Qassam se enfrentó con todas sus fuerzas a franceses, británicos y sionistas hasta su muerte, que fue con honor.

A partir de mañana vendrá más sufrimiento para los palestinos, pero antes de que la sangre de los heridos y los muertos cubra de nuevo la Explanada de las Mezquitas, como ocurrió el 28 de septiembre de 2000, por orden de Ariel Sharon, es de celebrar el nuevo levantamiento de los palestinos.

Hoy, como al comienzo de la segunda Intifada, en memoria de las decenas de palestinos asesinados en aquel día, se grita de nuevo:

¡Viva la lucha del pueblo palestino! ¡Abajo la ocupación! ¡Fin de las conversaciones! ¡Fin del asedio a Gaza!

A los de frágil memoria hay que recordarles que entonces George Mitchell presidió la comisión internacional que llevaba su nombre y de la que formaba parte otro notable pro sionista: Javier Solana. Esa comisión adjudicó la responsabilidad de lo sucedido a los palestinos que estaban allí rezando, o sea, a las víctimas de los disparos efectuados por soldados israelíes, que habían sido enviados por su gobierno para agredir a aquellos.

Lógicamente, en los años siguientes –sin contar el ataque de diciembre de 2008- Israel mató a más de 4.000 palestinos. ¿Por qué no habría de hacerlo?

¿Quién es hoy el enviado especial de Obama para Oriente Medio? ¡Vaya, vaya, el Sr. Mitchell! Un tío que lleva más años en Oriente Medio que las pirámides, aunque sin mérito ninguno. Será pronto candidato al premio Nobel de la Paz, tras haber sido profesor en la Escuela de Ética Global Aplicada, cualquier cosa que sea eso, y presidente de la Compañía Walt Disney (o quizás fue al revés).

Por su parte, por aquel entonces Solana ya había demostrado sobradamente a los dueños del mundo su arrepentimiento por haber escrito un documento titulado “50 razones para decir no a la OTAN”. Kosovo fue la mejor manera que encontró para decirles: lo siento, un pecado de juventud, pelillos a la mar, ahora me toca bombardear sin autorización de la ONU, atacar objetivos civiles y causar la muerte de civiles.

Es más que probable que compita con Mitchell por el mismo premio, ya que a su aportación a la paz y al progreso de Europa, reconocida con el Premio Carlomagno en 2007, hay que unir su constante y firme apoyo al sionismo, un mérito sustancioso para obtener aquél.

Hoy se ha anunciado “el día de la furia”. Para los palestinos es así, pero para Abu Mazen y la Autoridad Palestina es el “día de la infamia”. ¿Los niños a pedradas contra los blindados y las mujeres con banderas por la calle frente a tres mil policías y soldados israelíes con permiso para tirar a matar y él negociando con el jefe de éstos? http://english.aljazeera.net/ news/middleeast/2010/03/ 201031642239450987.html

Día de la infamia también para los medios de comunicación, en los que los palestinos aparecen resaltados cuando protestan y se defienden como pueden por el robo y la colonización de su tierra, pero de los que apenas se dice que viven bajo ocupación militar, bloqueados por un muro y cientos de puestos de control militar en Cisjordania, asediados y encarcelados en Gaza, refugiados sin derecho al retorno fuera de Palestina.

No señalan tampoco como contrario a la justicia y a la paz que los palestinos viven expuestos continuamente a ser atacados por uno de los ejércitos más poderosos del mundo, sin que la ONU, ni el Cuarteto para Oriente Medio, ni la “comunidad internacional” hagan otra cosa que lamentar lo que llaman algunas acciones excesivas por parte de Israel en propia defensa, animar a los palestinos a seguir con las conversaciones de paz con su torturador -en vez de apoyar su derecho legítimo a la resistencia o, mejor aún, impedir a éste que siga agrediendo impunemente durante décadas- y dar dinero a algunos dirigentes palestinos para que mantengan al pueblo bien embridado, de forma que Israel no tenga que hacerlo ante los ojos del mundo.

Todo está contra de los palestinos, sí, pero con todo y con eso, no ceden, no abandonan, más bien se suceden las intifadas, incluso sin haberse recuperado del demencial castigo sufrido hace apenas un año y cargando con el habitual desde hace más de sesenta años.

No hay duda de que están dispuestos a resistir y a morir antes que a dejar la tierra a los ladrones sionistas y sus secuaces. Los sionistas lo saben por experiencia, pero se obstinan en creer que su poder militar y su amistad con Estados Unidos y la Unión Europea les permitirá expulsar a todos los palestinos o matarlos si es preciso.

La voluntad de los que buscan la justicia y en consecuencia la paz en Palestina no puede ser otra que apoyar a los palestinos en su lucha. Lo contrario es ponerse del lado del agresor y compartir su infamia.

Jeque Tamimi:

Jeque Tamimi:

Tras regresar a Roma de su intenso viaje en Tierra Santa, el Papa Benedicto XVI debe estar diciendo ahora a sus consejeros no volver a poner el nombre de Taysir Tamimi en la lista de invitados. El importante jeque palestino fue el único que consiguió realmente enfadar al Papa en la delicada peregrinación política y religiosa en Oriente Próximo.

El jeque Tamimi, que se define como "gran patriota palestino", es la máxima autoridad del Tribunal de la Sharia (Ley islámica) en la Autoridad Nacional Palestina. Aunque su función es religiosa, la política es parte integral de su discurso. Que se lo pregunten al Papa.

Tamimi recuerda en elmundo.es la tarde del pasado lunes cuando su polémico discurso y sus consecuencias dieron la vuelta al mundo. Escenario, Notre Dame, en Jerusalén Este. El motivo, reunión interconfesional con la presencia del Papa y representantes judíos e islámicos. Pese a no estar programado, Tamimi consigue unos minutos de micrófono y podium para dar su sermón en árabe. El tono y las reacciones de la audiencia insinúan al Papa que no es un discurso meramente religioso.

"Si el Papa quiere hablar de paz y justicia, Israel debe dejar de matar mujeres y niños y destruir mezquitas, como hizo en Gaza. Los cristianos y musulmanes de todo el mundo deben unir fuerzas en defensa de los palestinos y contra Israel!", exclamó antes de criticar al propio Papa "que con sus acciones reconoce la soberanía israelí sobre Jerusalén que siempre será la capital de Palestina".

Tras volver a su silla y saludar al Papa, éste recibe la traducción de las palabras de Tamimi, se levanta, saluda a los asistentes y abandona la sala con un enfado evidente.

"En un encuentro dedicado al diálogo, su discurso fue un ejemplo de negación del diálogo", le acusaba al día siguiente el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi.

"Allí descubrí que el diálogo entre las religiones es una gran mentira", responde el jeque Tamimi que acusa a los obispos de quererle silenciarle en ese acto. Y desde la distancia, no se ahorra duras críticas hacia el propio Benedicto XVI. El jeque, con barba, no tiene pelos en la lengua.

Pregunta.- El forum interreligioso fue muy polémico, básicamente por su intervención...

Respuesta.- Desgraciadamente, el encuentro no fue para el diálogo. Su único objetivo era hacer ver que hay diálogo. Al principio, me negaron la posibilidad de discursar. Les dije que me dejaran decir unas palabras de bienvenida al Papa y al final todos escucharon mi mensaje. Los representantes judíos y cristianos me boicotearon por mis palabras. ¿Qué pensaban? ¿Que elogiaría la ocupación? Lo que más me ha indignado es el comunicado posterior del Vaticano condenando mis palabras. Demuestra que no querían diálogo, sino solo la imposición de la opinión del lado fuerte.

P.- Pero fue una reunión interreligiosa, no política.

R.- Si hubiera diálogo sincero, deberían haber escuchado lo que tengo que decir, aunque no les guste. Solo defendí los derechos de los palestinos. La destrucción de casas o expulsión de palestinos son cosas que tenía que decir en ese encuentro.

P.- ¿Cómo ve la aproximación en este viaje del Papa al Islam?

R.- Sus posiciones ante el Islam no reflejan que desea un verdadero diálogo. Aquí sólo buscó hacer relaciones públicas para demostrarnos que se lleva bien con los musulmanes. Sus reuniones aquí han sido sólo para limpiar su imagen ante el mundo musulmán, tras su ataque al profeta Mahoma en la universidad en Alemania.

P.- El Papa ha sido rotundo a favor de un Estado palestino y en contra del muro en Cisjordania.

R.- Sus palabras en Belén fueron muy positivas pero esperábamos más, que condenara la política israelí, las colonias, el derribo de casas palestinas, etc.

P.- Han conmemorado ahora la Nakba, "el desastre palestino" tras la creación de Israel en 1948. R.- El pueblo palestino fue expulsado de sus tierras y nunca habrá paz sin el regreso a sus hogares. Sin solucionar el tema de los refugiados, no habrá acuerdo. ¡Nunca!

P.- Por lo que se vio el martes en Notre Dame, estamos lejos de una concordia interreligiosa.

R.- Desde el siglo VII, las relaciones entre musulmanes y cristianos son muy buenas. Nosotros tampoco tenemos conflicto con los judíos. Ellos no son mi enemigo. Solo son nuestros enemigos debido a la expulsión del pueblo palestino de sus tierras.

P.- ¿Y una concordia política, es decir, un acuerdo de paz?

R.- Israel no desea la paz. Los árabes siguen rogando para que haya una paz, como por ejemplo, en los acuerdos de Oslo o la iniciativa de la Liga árabe. Los israelíes mataron a Rabin porque firmó un acuerdo con los palestinos y después mataron a Arafat. Las últimas elecciones en Israel demuestran su radicalización, con la victoria de Netanyahu y Lieberman. Es una entidad terrorista que no quiere la paz con los palestinos.

P.- ¿Tiene esperanzas en el presidente estadounidense Barack Obama?

R.- De momento solo hemos escuchado declaraciones pero aún no hemos visto ninguna iniciativa concreta. Obama es solo promesas y bonitas palabras para maquillar la cara fea de Estados Unidos. Una cara mucho más fea durante el Gobierno de Bush. Su política no ha cambiado un ápice en Irak, Afganistán o Palestina.

El gobierno del PSOE, la industria militar y 1.400 muertos en Gaza

El gobierno del PSOE, la industria militar y 1.400 muertos en Gaza

Agustín Velloso

Fuente : Rebelión

 

El presidente del gobierno español, José Luís Rodríguez Zapatero, participó el pasado 29 de enero en el programa de la televisión pública “tengo una pregunta para usted”, en el que respondió a las preguntas de varios ciudadanos.

Según informa la televisión se trata de “una muestra representativa de la sociedad española actual, de distintas edades, sexos, profesiones, estado civil y situación laboral.” Por otro lado, también según la televisión, 6.432.000 espectadores lo vieron en directo.

Un participante, Rafael, le preguntó sobre la venta de armas españolas a Israel. Añadió que el presidente tenía un discurso bonito pero que era hipócrita e incongruente. También preguntó: “¿cuántos civiles palestinos habrán matado nuestras armas?”

Ese discurso es la marca de la casa. El lema del programa electoral del PSOE de 2004 anuncia “que merecemos una España mejor” y presenta varias propuestas que desarrolla en más de 200 páginas:

“Por un mundo en el que la fuerza esté sometida al derecho”

“Por una defensa efectiva y universal de los derechos humanos”

“Una relación con el mundo árabe basada en el diálogo y en el respeto”

“Por un Oriente Próximo en paz y prosperidad”

El programa no sólo promete sino que arremete contra el Partido Popular (PP) por “llevar al país a participar en una guerra ilegal e injusta”, (porque) “lo han hecho desoyendo el clamor popular (y) violando la legalidad internacional”.

Olvidadas esas propuestas hacia el 15 de marzo de 2004, el lema para las elecciones de 2008 cambió a “motivos para creer” y el número de páginas subió a más de 300.

Cerca del final, en la 299, se lee que “hemos de contribuir a la construcción del Mediterráneo como una zona común de paz, prosperidad y progreso”. También hay memeces como “desarrollar al máximo la Alianza de Civilizaciones” y “tras los positivos resultados de la Conferencia de Annapolis, continuaremos nuestros esfuerzos diplomáticos para que las negociaciones prosperen (…) y culminen con la existencia viable de dos Estados soberanos seguros, Israel y Palestina”.

No extraña que Zapatero mienta a la nación cinco años después de escribir sobre el PP en su programa electoral que “cuando se han visto en la necesidad de justificar sus decisiones, han recurrido a la manipulación de datos, al ocultamiento de la información, a la mentira sobre las causas, los objetivos y las circunstancias de la guerra”.

La primera respuesta de Zapatero a Rafael fue que el valor de lo exportado es “insignificante, no llega al millón de euros”. Ya se sabe que la cifra es incorrecta, aunque lo importante es que ni siquiera la verdadera revela que la colaboración militar y científica con Israel es muy superior a la simple venta de munición.

España vende a Israel armamento, munición y también tecnología y equipamiento de doble uso, es decir, que exporta con la etiqueta de equipos de visión nocturna lo que son visores para fusiles, radares para control de la seguridad terrestre y marítima que se usan para identificar objetivos a abatir, sistemas de detección de intrusos que se emplean en misiles y así sucede con otros productos de alta tecnología.

¿A cuántos millones de euros asciende este comercio? No puede saberse a ciencia cierta porque es secreto en muchos casos, se disimula con las etiquetas mencionadas, se camufla entre programas de investigación tecnológica y militar europeos, de la OTAN y de otras organizaciones, a través de EADS (Compañía Europea de Aeronáutica, Defensa y Espacio) y de otras corporaciones, se sitúa en presupuestos, partidas y gastos de diferentes ministerios aparentemente ajenos a cuestiones militares, etc.

Ni siquiera es preciso vender directamente a Israel, ya que éste es socio prioritario de la Unión Europea y recibe de cualquiera de sus miembros el mejor trato en lo que se refiere a transferencia de tecnología militar y de doble uso.

Hay que sumar además las maniobras militares y los intercambios de información e inteligencia (espionaje) que España realiza con Israel y en conjunto con la Unión Europea y la OTAN.

En este tortuoso cuadro hay un dato cierto: Zapatero conoce perfectamente este entramado, sabe las razones de que el mecanismo sea tan intrincado y está al corriente del destino final del proceso de investigación más desarrollo más innovación, lo que los iniciados expresan con las siglas cabalísticas I+D+I y que la gente corriente llama muerte y destrucción en Palestina, Afganistán, Iraq y Líbano, dinero contante y sonante para la industria de armas y desorbitado presupuesto de guerra del Estado español.

La segunda respuesta de Zapatero fue: “estoy convencido de que nuestros componentes, el armamento que nosotros hemos vendido a Israel, no se ha utilizado para eso”, refiriéndose al número de palestinos muertos entre diciembre y enero pasados y que asciende de momento a 1.400 y más de 5.000 heridos, según ha informado la ONU.

El profesor Anthony Cordesman, considerado un experto en asuntos militares y conocido por su simpatía hacia Israel, acaba de publicar The Gaza War. A Strategic Analisis. Afirma que “el ejército israelí ha evitado los enfrentamientos con Hamas en los que probablemente sufriría bajas considerables” y que por tanto “ha usado equipamiento de visión nocturna para la mayoría de los combates porque Hamas no tiene la tecnología ni el entrenamiento para luchar por la noche.”

No hace falta ser experto para afirmar como él que “Israel posee una enorme cantidad del armamento más sofisticado”. Hace falta ser un cínico superlativo para asegurar en televisión que no hay responsabilidad española en aquellas muertes producidas principalmente por el ataque nocturno de carros y aviones de combate contra población civil sin ejército que la proteja.

Ahora mismo en Gaza hay investigadores, expertos forenses y en derechos humanos, buscando y analizando pruebas para desmentir a Zapatero. Éste ofreció en el programa proporcionar más información sobre las exportaciones: “son los datos al momento que yo puedo aportar aquí y que en todo caso lo podremos aclarar sin ningún problema”.

Pocos días después, el jefe de gabinete de la presidencia, consciente como el resto de mandos del PSOE de la debilidad del discurso bonito frente a la fuerza de las imágenes de Gaza, ha dedicado mucho trabajo a responder por correo electrónico a la multitud de personas que enviaron un escrito al presidente para pedirle medidas respecto del ataque israelí. http://www.rebelion.org/ noticias/2009/2/80291.pdf

Pasa el tiempo y siguen sin respuesta las preguntas, entre ellas sobre el papel de las empresas españolas en coordinación con el gobierno, que el presidente conoce y oculta

Indra se anuncia como “multinacional de Tecnologías de la Información número 1 en España y una de las principales de Europa y Latinoamérica. Una sólida base tecnológica, innovación permanente, calidad en el proceso y en el resultado, exigencia en la gestión y alta cualificación de nuestros profesionales son los pilares de su éxito.”

Otro discurso tan bonito como engañoso, así que hay que fijarse en lo que produce: tecnologías de radar, LADAR, cámaras de visión nocturna y diurna, sistemas de comunicación con GPS, satélite, 3G, radio-enlaces, seguridad de redes, etc.

Esta quincallería electrónica la usa Israel en Palestina desde hace años, pero Zapatero no ha tenido tiempo en una legislatura entera y parte de otra de ocuparse de ello.

Indra forma parte de la alianza MRCM, líder en guerra electrónica y socio principal de Rafael, no el traductor sino Rafael Advanced Defense Systems, de Israel, que fabrica por su cuenta y con MRCM misiles y sistemas de guiado de diversos tipos, sistemas de alta tecnología para los tanques Merkava, etc.

Indra, junto con Telefónica Soluciones, Amper, Tecnobit, Elbit, Santa Bárbara, Izar, Navantia, CASA, Sainsel, Rymas y otras empresas, también colabora con Israel Weapons Industry (anteriormente Israel Military Industries), que se dedica a la fabricación de fusiles para francotiradores (que necesita tecnología de visión muy precisa), rifles de asalto y ametralladoras (que incorporan láser).

Indra es además miembro de TIPS, el grupo Transatlantic Industrial Proposed Solution, que lidera el desarrollo del Sistema de Vigilancia Terrestre de la OTAN. El peso del consorcio lo lleva el gigante armamentístico estadounidense Northrop Grumman, socio principal desde hace más de diez años de Rafael en varios sectores, entre ellos, electro-óptica para misiles, reconocimiento, espionaje, detección térmica y un largo etcétera.

Indra desarrolla un radar con Elta Systems, empresa israelí especializada en comunicaciones por satélite y radio-comunicación, esenciales para la guerra electrónica, espionaje, vigilancia, detección de objetivos, etc.

Indra está asociada con Lockheed Martin, otro gigante estadounidense de la industria militar, con el que comparte material, tecnología e información. Uno de sus proyectos estrella es el sistema de combate AEGIS, que se basa en la última tecnología de radares, sonares, sistemas de navegación, misiles guiados y programas informáticos.

Lockheed Martin informa en su página web de que construye el avión de combate F-16 “especialmente diseñado para Israel”. El F-16 es mundialmente conocido por disparar misiles de 500 kilos sobre automóviles y edificios civiles en Gaza. El F-16 funciona con la más avanzada tecnología de radar, sistemas de navegación y de lanzamiento de misiles, o sea, el radar APG-68(V)9, que fabrica el grupo TIPS de Indra.

Las ventas de Indra superan los dos mil millones de euros anuales, tiene unos 24.000 empleados y clientes en más de 90 países. La lista de proyectos, material de guerra y socios de Indra es interminable y no hay forma de presentarlos aquí como no sea decir a modo de resumen que forman un poderoso grupo en el que todos se acuestan con todos sin parar al estilo Melrose Place y sacan pingües beneficios a base de hacer daño a miles, so capa de contribuir al avance de la tecnología, la seguridad y la riqueza.

Conviene mencionar sin embargo que no están solos en sus actividades, sino que cuentan con la colaboración de las Fuerzas Armadas, universidades (Politécnica de Madrid, Valencia, Castilla La Mancha, también privadas), autoridades centrales, autonómicas, locales, fundaciones y hasta ongs (¡cómo no!). Todavía se recuerda el patrocinio de Indra del Forum Barcelona 2004, cuyos objetivos eran la defensa de la cultura de la paz, el desarrollo sostenible y la diversidad cultural.

No parece que el millón de euros de Zapatero sea suficiente para que el Consejero del Ministerio de Defensa israelí en Madrid declare que “las relaciones entre nuestros países en el ámbito de la defensa se pueden calificar de más que buenas” y que “España es un objetivo importante y central” para ese ministerio.

Pero ni Rafael ni nadie –que no sea palestino, árabe o musulmán- tiene motivos para preocuparse demasiado, todas estas empresas tienen “Responsabilidad Social”:

“Para Indra, la responsabilidad de la empresa debe ir en línea con su actividad natural, la creación de riqueza, y en nuestro caso a través de la generación de soluciones y servicios, y de aquello que nos es propio y distintivo: la innovación”.

Lo mismo diría Zapatero si fuese el director general de Indra, o cuando lo sea.

 

 

Hamás rechaza la petición de Hillary Clinton de reconocer a Israel

Hamás rechaza la petición de Hillary Clinton de reconocer a Israel

Gaza, 28 feb (EFE).- El movimiento islamista Hamás rechazó hoy la demanda de la nueva secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, de reconocer el derecho de Israel a la existencia, como condición para ser a su vez reconocido como representante del pueblo palestino. "Es una intromisión inaceptable en los asuntos internos palestinos", dijo a la prensa el portavoz de Hamás en Gaza, Ismail Radwán, en respuesta a la demanda de Clinton.

Según la secretaria de Estado, que el próximo lunes comenzará su primera gira oficial a la región, para ser aceptado por la comunidad internacional Hamás debe cumplir las tres condiciones que le puso en 2006 el Cuarteto de Madrid: reconocer a Israel, aceptar los acuerdos de paz firmados y cesar la violencia.

Radwán respondió hoy que "Hamás permanecerá inamovible en sus posturas de no reconocer a Israel y (de no aceptar) las condiciones del Cuarteto".

En una entrevista ayer con la emisora de radio "Voice of America", la jefa de la diplomacia estadounidense también aseguró que Estados Unidos "todavía está comprometido con una solución de dos Estados", adoptada en la conferencia de Annapolis de noviembre de 2007.

EL PROGRAMA DE HAMAS por Marcos GHIO

EL PROGRAMA DE HAMAS por Marcos GHIO

A sujetos que, como el ’nacionalista europeo’ Pierre Vial *, dicen que no les incumbe la guerra entre Hamas e Israel, y solicitan por lo tanto la neutralidad de los gobernantes del propio continente, en tanto que no deben elegir ’entre los locos de Allah y los locos de Yahveh’ (como si se tratara de cosas semejantes); es decir a sujetos que cumplen a rajatabla con lo que solicita a gritos el premier Olmert, hagámosles conocer, por si no lo han leído, algunas partes del programa de Hamas esperando que, si entre sus filas se encuentra algún desinformado, aproveche la circunstancia para darle definitivamente la espalda a tal ridículo personero.

Artículo 22: Hamas declara como “enemigas” a las organizaciones sionistas las que, "tal como se expresa en el esencial texto Los Protocolos de los Ancianos Sabios de Sión, en función de un afán exacerbado de dominio material, acumularon una riqueza grande e influyente” con la cual entre otras cosas “tomaron el control de la prensa mundial” y de este modo han podido ejercer un influjo decisorio sobre la opinión pública deformando informaciones y silenciando hechos esenciales (como éste que estamos citando por ejemplo) y determinando así sus acciones futuras.

El artículo aludido del programa se explaya ampliamente detallando los procedimientos utilizados por los judíos en este plan de dominio universal sin ir con medias tintas de ningún tipo. Es así cómo nos afirma también que fueron éstos los que “estuvieron detrás de la Revolución Francesa y de las revoluciones comunistas", las que fueron procedimientos siniestros para ir destruyendo de manera sistemática y planificada el orden de las naciones con la finalidad de desarticularlas y dominarlas, sembrando falsos principios y errores entre las mismas, como la democracia y el igualitarismo, tal como se dice en tal vital texto.

Pero lo más interesante es que el aludido artículo, siempre en sintonía con los Protocolos, señala también al judío como el motor principal de las dos grandes guerras mundiales en connivencia con otra organización de carácter similar por lo siniestro, como la masonería. Las dos grandes guerras se habrían hecho no simplemente por razones económicas, tal como suelen decirnos los marxistas, sino con una finalidad precisa de desarticulación de aquellas instituciones que pudiesen proteger a los pueblos del artero ataque del judío. Así pues el texto resulta también interesante en tanto analiza tal temática desde el punto de vista del Oriente Islámico y considera que, así como en el Occidente las fuerzas de la subversión durante la Primera Gran Guerra tuvieron como meta principal la de destruir a los grandes imperios cristianos, Hamas pone el acento en un hecho similar acontecido en su propio contexto cultural a través de la disolución de un organismo análogo: el Imperio Otomano, destruido ’casualmente’ luego de tal contienda, aprovechando la también ’casual’ circunstancia de que el mismo se encuadrara del mismo lado que sus pares de Europa Central. Y esto último, de acuerdo a Hamas, ha sido hecho en tanto que el Judío con suma inteligencia ha comprendido cabalmente que el mayor obstáculo para su expansión era que en el Oriente pudiese reconstituirse el califato islámico, que es el equivalente al Sacro Imperio Cristiano en el Occidente. 

Pero esa misma tarea deletérea, que diera tan grandes resultados en la Primera Gran Guerra, continuó con su mismo ritmo e intencionalidad en la Segunda, la que también fue hecha con la finalidad de destruir, sea  en el Occidente como en el Oriente, aquellos remanentes que aun quedaban en el mundo de tradición espiritual protectora propia de las diferentes civilizaciones. Y así como la Primera se consumó en la región Oriental con la destrucción del Imperio Otomano, la Segunda dio un paso más que ha pretendido ser definitivo con la constitución del Estado de Israel, el cual no es sino la coronación del proyecto sionista de gobierno universal.  Detrás de la excusa falaz de hallar un hogar para los judíos en el mundo, dicho Estado no es sino la plasmación fáctica, a la manera de un símbolo también imperial, del señorío que pretende ejercer dicho movimiento sobre el mundo entero. El dominio absolutista de Israel en el Medio Oriente, a través de sus diferentes guerras, no es otra cosa que la expresión paradigmática del imperio del judío sobre las diferentes civilizaciones.

A su vez nos agrega que, en todo este lapso que media entre las diferentes guerras hasta nuestros días, el judío ha continuado ejerciendo el dominio sobre las naciones en tanto que ha estado detrás de la creación de todos los distintos organismos internacionales encargados de consolidar a través de la ’paz’ las conquistas y destrucciones obtenidas luego de las distintas grandes guerras, tales como la Liga de Naciones, las Naciones Unidas y esta última gran aberración que es el Consejo de Seguridad. "Todas ellas han sido instituciones creadas especialmente para ejercer un dominio pleno sobre los pueblos a través de sus intermediarios". Para rematarla finalmente con esta contundente frase. "No ha habido guerra ni ’paz’ en los últimos tiempos en la cual no se encuentren las huellas digitales del judío".

Este pensamiento radical y sin ningún tipo de atenuaciones, que de sólo exponerlo en nuestro país implicaría ser sometido a un juicio antidiscriminatorio con duras penas de prisión, es lo que explica la situación de guerra total que ha estallado entre Israel y Hamas, la que no es propiamente, tal como quiere hacernos creer el frívolo desinformador Vial, una guerra entre naciones, señalada por él como un antagonismo entre saboreadores de kosher y de hallal, demostrando así su profunda estupidez, cuando no mala fe, sino entre dos concepciones del mundo antagónicas, la tradicional, en este caso corporizada a través del fundamentalismo islámico y la moderna, en la cual el judaísmo secularizado sionista cumple el rol de verdadera vanguardia.

Concluyamos la nota, siempre con la misma finalidad de esclarecer, con un comentario del punto 7 del aludido programa de Hamas.

Artículo 7: “No vendrá el Día del Juicio hasta que los musulmanes combatan a los judíos, hasta que los judíos se escondan tras las montañas y los árboles, los cuales gritarán: ‘¡Oh, musulmán! Un judío se esconde detrás mío, ¡ven y mátalo!’”.

El texto, que no debe ser interpretado literalmente, es muy preciso en considerar que el fin de tal movimiento consiste en la eliminación de la influencia del judaísmo secularizado en el orden social. Hamas por lo tanto, a diferencia de Fatah y de los distintos grupos laicos de tal región, no tiene por meta final la recuperación de los territorios ocupados, lo cual no sería sino un objetivo secundario y parcial, sino la eliminación del poder sionista del mundo entero.

Vial concluye graciosamente su nota diciéndonos que él, a diferencia de judíos y musulmanes con quienes dice no tener nada que ver (aunque nos parece que  no es así), es degustador de cerdo... de la misma manera que Bush, que Sarkozy o que Zapatero (1).

 

 

* “¿Hallal o Kosher?”, por Pierre Vial

 

(1) Es de destacar que en nuestro país una postura similar a la de Vial, aunque con argumentos distintos, ha sido sostenida por sectores del nacionalismo católico güelfo en siempre sistemática genuflexa sumisión a la postura del papa de turno y que en este caso ha consistido en condenar la violencia islámica y hermanarse en cambio con Israel. Véase al respecto lo difundido en internet por un tal Sánchez Ance de Tucumán quien sostiene que hay que estar en contra de los dos terrorismos, el palestino y el judío, sin distinguir para nada que uno es en defensa de lo propio y otro, el de sus hermanos mayores, es en cambio de agresión.

 

Marcos Ghio

Centro de Estudios Evolianos

Buenos Aires, 26/01/09

La leyenda negra de Hamás y el callejón sin salida del antifascismo

La leyenda negra de Hamás y el callejón sin salida del antifascismo

 Coordinadora Proyecto Eurasia( CPE)

¿Por qué en el campo "propalestino" muchos no quieren reconocer a Hamás como legítimo representante del pueblo palestino?

 

Quien sigue las iniciativas de la Coordinadora Proyecto Eurasia (CPE) sabe que hace algunos días hemos elaborado una "puesta a punto" sobre Sionismo y Palestina: http://www.cpeurasia.org/?read=16587 (*)

En realidad, pensamos que lo único que podemos hacer, dentro de nuestras concretas posibilidades como ciudadanos italianos y europeos que no viven en Palestina pero que intentan aportar una contribución a la causa de la Justicia, y por ende de la Paz, sobre todo desde el "Viejo mundo", consiste en cambiar el registro en la llamada "guerra de información", dejando de utilizar conceptos y expresiones del “adversario”, ajenos por principio y por ello mismo contraproducentes como ’arma cultural’.

Es notorio, de hecho, por varios comentarios presentes en la Red, que las últimas ’empresas del Sionismo están haciendo perder de vista a muchos de los escasos elementos que permanecen ’despiertos’ en medio de la mayoría lobotomizada, el hecho de que todos estamos ocupados por América que, ciertamente se apoya de forma privilegiada en el "lobby judío", pero a fuer de sinceros no estamos ocupados por “los judíos”, ¡ni por un “ejército israelí”!

Dicho aún más claramente, se está verificando que el americanismo y la ocupación (militar, económica, política, cultural: en una palabra, “dominio”) plásticamente representada por las más de cien instalaciones USA-NATO diseminadas sobre nuestro territorio, se pierde de vista tras una cortina de humo siempre más espesa, con el resultado que atacando a “los judíos”, nos exponemos invariablemente a la acusación de “antisemitismo” y similares, con todas las consecuencias conocidas. Esto no significa que se deba aparentar que en Italia y en Europa no exista un astuto y potente “lobby judío”, aunque su acción, hipermediatizada y por tanto irritante, no debe hacer perder de vista que todo esto puede sucede porque América nos ocupa militarmente y nos domina con su “modelo”, de otro modo también "los judíos" dejarían de hacer de "altavoz" y se adaptarían a vivir como italianos y europeos, decidiéndose finalmente a abandonar su “doble fidelidad”. Por lo tanto, al “lobby” magníficamente desmenuzado por Mauricio Blondet en “Effedieffe.com” está bien darle la importancia que merece, pues resulta evidente a cualquiera, que en todo tiempo y lugar “los judíos” no pueden hacer nada si las riendas del poder están sólidamente en manos de elementos autóctonos.

 Por lo demás, denunciando al Sionismo por lo que es, al menos en el ámbito geopolítico, e indicando claramente los protectores occidentales, empezando por los de ultramar, se suministra algún argumento, menos a quien utiliza sistemáticamente al “judío” como biombo para hacer la  moralina a quien expone sólidos argumentos críticos con los cuales, regularmente, los bienpensantes de costumbre, del “Giornale” al “Manifesto”, pasando por “República” y el “Corriere, evitan enfrentarse.

      Que América utiliza al “judío”  (como viene siendo utilizado el “homosexual”, estableciendo “categorías”  como fácil arma de extorsión) está demostrado por el hecho de que toda la judeofilia constatable en las televisiones, en los periódicos, en la escuela, etc. está presente solo en los Países dominados por América (o por Occidente, que es lo mismo): Significativamente, en el parlamento de la República Serbia de Bosnia (rara excepción en una Europa sometida y, a su vez, cipaya de América) no ha aprobado una “ley antirrevisionista”… Y si vamos a Rusia, donde el dominio occidental es ausente, no va en escena todo este “escándalo” en un perenne teatrito de títeres que se hacen los tontos y que deliran sobre “libertad de expresión” pero mandan a la cárcel a los historiadores, pontifican sobre “derechos humanos” pero “no ven” donde vienen siendo sistemáticamente pisoteados, imponen la “memoria” pero “se olvidan” de aquello que acaece cada día.

      La realidad es que ha sido inventado un juego perfecto, donde todo rol – si se aceptan los asuntos de base- está predeterminado, y donde no existe prácticamente ‘salvación’. El “Bien”, cualquier cosa que haga, lo hace por el Bien, el “Mal”, cualquier cosa que haga, lo hace por el Mal. Y el “Bien” son América, el Sionismo, “los judíos”; El “Mal” los palestinos, los árabes, los musulmanes. 

Así que, el único modo de salir de esta situación desesperante es volver a individuar el problema, que es político-cultural, o mejor de “civilización”, y no simplemente mediático, dado que en los media se agitan los bufones de la corte –que como los políticos- en un abrir y cerrar de ojos pasan de servir a un patrón a otro, como todos los bufones de la historia. La verdad es que, quieran o no quieran, todos aquellos que tienen una “posición” (economía, finanza, política, cultura, profesiones, etc.) son siervos de América, desde 1945, y que todos aquellos que de un modo o de otro no están “satisfechos” con el modo de proceder pueden hacerse una idea “positiva” o “negativa” sobre el Fascismo y las “causas” de la Segunda guerra mundial, pero esto no cambia una coma sobre la realidad objetiva del 2009 que todos – “de derecha”, “de centro”, “de izquierda”- tenemos que afrontar.

El problema, como ya hemos revelado en el pasado (http://www.cpeurasia.org/?read=7479), es el antifascismo, o bien su ser la necesaria posición que quienquiera intentar hacer carrera debe asumir. Por tanto, el único modo para salir del callejón sin salida en el que toda posición “antagonista” está destinada ha fijarse es colocarla con el antifascismo (como clave de lectura del mundo actual, porque aquello de la época en la cual el Fascismo estaba -1922/1945- podía tener una dignidad propia. De hecho no se requiere mucha agudeza para advertir  las recaídas del antifascismo erigido como ‘doctrina oficial’: “Irán es fascista”, “Sadam era fascista”, Hezbollah por supuesto y ahora también Hamás… y no solo por las marionetas de la política y de la información – lo que se puede comprender- sino también por los “propalestinos” que prefiriendo una fantasiosa “Palestina laica”, proyección de sus deseos, contribuyen a la “leyenda negra” sobre Hamás que, concretamente, es la organización que conduce la “resistencia”.

      Se comprende por tanto que se vive completamente inmersos en una feria del equívoco, comenzada propiamente en 1945, porque si institucionalmente –como nos recuerdan cada 25 de abril-  la “Resistencia” es un “valor”, no debemos aguantar políticos que – mientras un millón y medio de personas, ya hambrientas, son bombardeadas- encuentran palabras de condena solo para una bandera arruinada (!), Mientras estos, por coherencia con su “pro-resistencialismo”, ¡deberían elevar odio a la resistencia palestina! Y para rematar, están aquellos para los cuales “Israel=Fascismo” (¡aunque también Berlusconi, Putin y tal vez también Chávez son fascistas!) con nueva agua aportada al molino del “eterno antifascismo”, cuando al límite, si todo esto tuviese sentido, la equiparación del Sionismo con el Fascismo debería ser propiamente el “discurso” de televisiones y periódicos, en los cuales se trabaja solo si se es “antifascista”.

      La misma estupidez se manifiesta en la lectura del pasado próximo-oriente dada en los sostenedores de una y otra “causa”. Tenemos a quien individua un ánimo “fascista” en los palestinos y en los árabes en general porque algunos representantes importantes (piénsese en el Gran Muftí Amin al-Huseyni o en el iraquí al-Ghaylani) se declararon a favor de las potencias del Eje: ¿qué debían hacer, si su problema principal era Inglaterra? Pero está también quien individua “raíces fascistas” en el Sionismo por el hecho de que el Fascismo mantiene, hasta la mitad de los años treinta, relaciones con el movimiento sionista: de nuevo, ¿qué debía hacer Italia por su política en el Mediterráneo tendida a retomar el control, si el “problema principal” era Inglaterra? Y, colmo del ridículo, ¡mientras todos hacen gala de “fascista”, los sostenedores de la “causa” A se indignan de que los de la “causa” B la tachen de “fascismo” o viceversa!

No hay nada que hacer: para quien cree interpretar cada fenómeno sobre la base de la dicotomía “fascismo-antifascismo”  no existen explicaciones, solo una disposición fideísta y un casillero en donde insertar a los “Buenos” (los “fascistas atemporales”, de algún “terrible faraón”) y los “Malos” (los “antifascistas atemporales”, del adversario de aquel “terrible faraón”.

      Pero esto no es todo: mientras América en el fondo no cree en la susodicha “dicotomía” aunque hace que sus subordinados sí crean (así como en los años Cincuenta-Sesenta no creía en la dicotomía “comunismo-anticomunismo”, hoy no cree en el “peligro islámico”), los subordinados acaban por creerlo llegando a ser por tanto “perfectos autónomos”. Precisamente es el caso de aquellos “propalestinos” que, esclavos de la mitología antifascista, tienen vedada la capacidad de reconocer en Hamás al legítimo representante del pueblo palestino, elegido plebiscitariamente en “elecciones libres”. Con toda evidencia, si bien hacen profesión de “demócratas” y autores de “libres elecciones”, esos no se disgustan mucho del pensamiento del conocido escritor Abraham Yehoshua, que interpelado sobre la “representatividad” de Hamás, desde la cima de su “reputación” de “paloma israelí”, ha afirmado al Tg1 de las 20:00 del 4 de enero del 2009 que “también Hitler y Mussolini  han sido elegidos”, luego “la democracia no garantiza sabiduría”.

Escuchando un poco más a menudo a estos personajes (como aquel diputado “judío” del PD que ha declarado a Radio RAI que “en Italia hay un problema, que está el Art. 21 de la Constitución, que defiende la libertad de expresión”: http://www.radio.rai.it/radio1/inviatospeciale/archivio_2008/audio/is2008_11_22.ram), y en el fondo, poniendo atención a lo que dicen y escriben, se entiende todo lo que hay que entender sobre el “antifascismo”. Y que no es verdad que el objetivo de la enésima agresión sionista es Hamás: son los propios palestinos culpables de haberlo elegido como su representante. Si se está de acuerdo sobre este punto, no se podrá no reflexionar sobre el hecho de que los bombardeos indiscriminados sobre las ciudades italianas fueron dirigidos contra las poblaciones que las habitaban, culpables de haber tributado su “consenso” a sus representantes. Los cuales, evidentemente, como es el caso de Hamás hoy para los palestinos, debían haber hecho algo bueno para los italianos,  es decir algo inaceptable para América que, interesada en la explotación del  género humano, había inventado los bombardeos para la posguerra (“reconstrucción”) y, ya en 1935, los embargos moralizantes que empero, todavía no existiendo la llamada “comunidad internacional”, funcionaban mucho peor que ahora.

      En fin, otro punto queda claro. Hemos escrito de “antifascismo” en relación con América, pero es necesario especificar que el centro propulsor del antifascismo (así como el “neofascismo de mitos nórdicos”, aclarando que a nosotros no nos gusta quien “hace el fascista” tatuado con Odín y la céltica y vestido con marcas inglesas…) es, sobra decirlo, propiamente Angloamérica, más precisamente aún, la “Pérfida Albión”, correctamente individuada por el Fascismo como el adversario principal de Europa. El análisis era correcto. ¡“Judíos”! “Judíos” había en las filas fascistas, también de la RSI. Alguno nos ha lanzado sin más la idea de que – al menos hasta 1938- “el Fascismo quería a los judíos”, luego ¡también “los judíos” serían “fascistas”!

      Pero el análisis de la “leyenda negra” de Hamás no está todavía completo si no se presta atención a la “mentalidad moderna” dominante, que individua solo en causas económicas y sociales el “motor de la historia”. De hecho, para aquellos que no se atreven a ver más allá del plano económico-social, una fuerza como Hamás resulta prácticamente incomprensible, dado que las referencias de tal organización son de tipo trascendente. La ‘leyenda negra’ de Hamás es una consecuencia del materialismo de muchos que han abrazado la “causa” propalestina. Y no es cuestión de seguidores de izquierda o de derecha, siendo la cuestión aquí un acercamiento que caracteriza a la “modernidad”.

Con todo, y establecido que el Fascismo no es declarado como el “Mal absoluto” por su carácter violento, la “dictadura” o cualquier otra cosa desagradable para el “espíritu democrático” (que de otra manera encontraría reprobable el comportamiento de Angloamérica y del Sionismo), se comprende que el Fascismo es detestado porque representa una realidad que se le escapa a quien razona en términos puramente materialistas. Como Hamás. 

En el 2009 no hay Fascismo desde hace más de sesenta años, pero existe el antifascismo, con su mitología, sus extorsiones, sus instrumentalizaciones y sus contradicciones irresolubles. Queremos devolver un discurso honesto a todos aquellos que, como nosotros, no tienen ningún interés directo, oculto o manifiesto  ( la CPE es una “coordinadora” de individualidad y asociaciones abierto a toda colaboración, y sin más “preliminar” que la propia razón de ser, no forma parte ni de las organizaciones de la “derecha”, ni del “centro”, ni de la “izquierda” en cualquiera de sus matices).

      Poniendo en el desván al antifascismo, no se hace un favor ese “fascismo eterno”, que no existe más que en cerebros clónicos de Angloamérica. Se hace un favor a nosotros mismos. Para comenzar a caminar solos, a pensar solos, a gobernarnos solos. Volver a “adultos” después de habernos hecho los “niños” a menudo. Dejar de fingirse “enfermos” para volver “sanos”. ¡Para retomar la vida! Aquella que arrebatan a los palestinos porque han votado a Hamás.

 

(*) Hay traducción en:  http://emboscado.blog.com/4441222/

 

 

LAS FUERZAS GENOCIDAS JUDIAS LLEVAN EL HOLACAUSTO A GAZA

LAS FUERZAS GENOCIDAS JUDIAS LLEVAN EL HOLACAUSTO A GAZA

Israel cerca Gaza capital y divide la franja en tres

Los soldados israelíes continuaron acercándose a Gaza capital, tomando posiciones en los barrios de las afueras de la ciudad y bombardeando duramente el norte y el este de la población, sede del poder del Gobierno "de facto" de Hamás en la Franja.

Las milicias palestinas, por su parte, lograron seguir lanzando cohetes contra el sur de Israel.

Pese a la fuerte presencia de tropas judías en su territorio, los milicianos dispararon a lo largo de jornada más de una treintena de cohetes, algunos de los cuales golpearon las localidades de Sderot y Ashdod, sin provocar víctimas.

En la primera intervención pública de un alto cargo de Hamás desde que se inició la ofensiva israelí hace diez días, el dirigente líder local del movimiento islamista, Mahmud al Zahar, aseguró a través de la cadena de televisión palestina Al Aksa TV que "la resistencia ganará al final".

Al Zahar exigió un "fin incondicional de las operaciones israelíes en la Franja de Gaza, el fin del bloqueo y la reapertura de los puestos fronterizos, incluido el paso de Rafah" (con Egipto) y criticó a la Unión Europea (UE) y a EEUU por no tratar de frenar la invasión israelí.

Las Brigadas al Kasam, brazo armado de Hamás, aseguraron en un comunicado que guardan "muchas sorpresas" para el enemigo, entre ellas un arsenal de misiles antitanque B-29 y de un nuevo tipo de cohete denominado "Tandem", que estaría empleando contra los acorazados israelíes.

Ayer, Israel confirmaba la muerte del primer militar fallecido durante la incursión terrestre y admitía que una treintena de sus soldados habían sido heridos.

Medios israelíes señalaban hoy que al menos otros siete soldados habrían resultado heridos, aunque portavoces del Ejército del Estado Judío declinaron confirmar la información.

El balance de víctimas en Gaza que hacían fuentes médicas oficiales palestinas ascendía a más de 530 muertos y 2.600 heridos.

Desde que se inició la invasión terrestre israelí en la noche del pasado sábado, la mayor parte de las víctimas son civiles, señaló a Efe el director general del hospital Al Shifa, Hasan Jalaf.

Al menos 23 personas, en su mayoría civiles, murieron en las últimas horas en distintos bombardeos, trece de ellos en el barrio de Zeitún, en el sur de Gaza capital, cuando la vivienda de las víctimas fue blanco de un tanque israelí.

Otros siete miembros de una misma familia murieron cuando su vivienda en el campo de refugiados de Shati fue alcanzada por un proyectil lanzado por un barco de guerra israelí desde la costa mediterránea de Gaza, informó a Efe el responsable del servicio de emergencias en Gaza, Moawiya Hasanein.

Además, otros tres civiles perdieron la vida en un bombardeo en el poblado de Beit Hanún, en el norte de la Franja.

Las fuerzas israelíes han dividido Gaza en tres para evitar que las milicias reciban refuerzos, lo que impide el libre movimiento dentro del territorio a su millón y medio de habitantes.

Esa estrategia militar dificulta el trabajo de las agencias humanitarias y agrava la situación de la población civil, que fuentes de la ONU calificaron de "dramática".

Más de un millón de personas no disponen de agua ni electricidad desde hace dos días y escasean los alimentos y las medicinas, según explicó a Efe Ahmed abu Shamaleh, responsable en la ciudad de Gaza de la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA).

"Ahora mismo no hay servicios públicos, ni agua, ni electricidad, ni pan, ni alimentos esenciales. No funcionan los teléfonos, la vida está paralizada, nadie trabaja, faltan medicinas; ¿qué más hace falta para reconocer que hay un desastre humanitario?", se pregunta Shamaleh