El Juez de la Horca
Estaba decidido. Capturado como un "villano" y ejecutado como un "héroe".
G.W.Bush, el nuevo juez de la horca ha teledirigido el ajusticiamineto desde su sillón presidencial de la Casa Blanca para evitar así que la eventualidad de nuevos procesos criminales, especialmente aquellos que son competencia de la Corte penal internacional, pudiera sacar a la luz los medios, las motiviciones, las mentiras y asesinatos que implicarian a la administración familiar norteamericana de los Bush, en crímenes de guerra y de lesa humanidad.
Bush, Blair, Aznar y demás cruzados de la bendita democracia a hostias pueden dormir tranquilo. Los muertos no hablan. Saddam calla para siempre. Una muerte tapa miles.
Condenaron a la pena capital a Saddam Hussein por el asesinato de centenar y medio de chíitas iraquies. Lo han liquidado rápido -como a Ceaucescu- para borrar con su vida las pruebas que se han acumulado contra la coalición imperialista, contra el gobierno de ocupación y -sobre todo- para calmar su sed sangre frente a lo que es ya un Vietnam a gritos.
Han señalado de paso a sus víctimas de ayer como verdugos hoy. Mentira sobre infamia, quieren más sangre inocente árabe que lave la de los militares norteamericanos abatidos por la guerrilla iraquí: y sobre un escenario infernal de guerra civil justificar todos los crimenes de las fuerzas ocupantes, pasados y presentes. Y justificar los venideros: como hicieron siempre.
Todos los criminales saben que deben borrar las pruebas de sus delitos. Ahorcando a Saddam, Bush cree sellar un pacto con la muerte y de paso pretende limpiar su indecorosa trayectoria como criminal de guerra y bandido internacional. Pero todas las pruebas le acusan.
No habrá ni olvido ni perdón.
George W. Bush no puede ignorar que no una sino miles, millones de sogas se están anudando ya en el corazón de los Pueblos del mundo para ajusticiarle a él y a sus compinches.
Ojalá seamos testigos también de ese día.
LíneAntagonista-Izquierda Nacional
9 comentarios
Avizor -
chino -
Drieu -
Cordura -
Aunque no nos llamemos a engaño: Pus se puede permitir un grado de cinismo que no está a disposición de cualquier tirano. Su impunidad se encuentra garantizada por el inmenso poder de su país, capaz de autorregalarse inmunidades a la vez que a otros no les perdonan ni una pajita.
"Mía es la venganza", dice el Señor (ver Romanos 12: 19).
Venator -
A quien deberían haber llevado al patíbulo era a Bush, y no al líder arabista Saddam Hussein que ha dado mayores muestras de valentía que sus captores y verdugos.
Salud.
Antagonistas -
Y más pronto que tarde veremos la destrucción formal -e incluso material- de la Entidad Sionista ilegal.
Torres más altas han caído...
Diego -
Daga -
zpm -