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ANTAGONISTAS

INÉDITO (2): GUERRA IDEOLÓGICA por Vincenzo Vinciguerra

INÉDITO (2): GUERRA IDEOLÓGICA por Vincenzo Vinciguerra

En los planes trazados por los estrategas americanos, mientras la segunda guerra mundial llegaba a su término, la conquista de Europa, o sea su total sometimiento, habría requerido 50 años.

La previsión se ha revelado como exacta.La caída de la Unión Soviética, acaecida tras medio siglo de guerra política, económica y militar, ha eliminado el comunismo y con él toda voluntad residual de resistencia frente a la voluntad de dominio de Washington.

Los Estados Unidos podían, pues, pasar a la segunda fase de su ofensiva planetaria lo que, dentro de sus planes, constituía la conquista de Asia.

El comunismo asiático era ya un “tigre de papel”, listo para abrir las puertas al capitalismo aun conservando en su interior las estructuras de Estados totalitarios, capaces de reprimir con puño de hierro cualquier mínima disidencia política. La China popular, como el Vietnam, no eran ya enemigos, sino sólo mercados que conquistar para incrementar las ventas de las multinacionales occidentales, acompañando sus lucrativos negocios con la conquista cultural de esas poblaciones destinadas a acabar los japonenses, que han ahogado en Coca-cola a sus samurai y a su pasado.

Pero, para refutar los planes americanos, existía y existe un enemigo mucho más peligroso que el comunismo, potencialmente capaz de impedir la conquista de Asia, que los americanos habían previsto ejecutar en el plazo de un siglo: el Islam.

El Islam es una religión que tiene como único texto sagrado “El Corán”, que contiene las Revelaciones de Allah al profeta Mahoma.El libro sagrado de los musulmanes, a diferencia de cualquier otro sobre los que se basan las diferentes religiones existentes, contiene en su interior también las normas que deben administrar a los pueblos en el plano moral, civil, económico y penal.

El “Corán” es, en consecuencia, también la Constitución del Islam, destinada a regular la vida de mil doscientos millones de creyentes, en su mayoría concentrados en Medio Oriente, Asia y África.

El Islam, pues, se configura según los parámetros valorativos occidentales como una ideología tanto más peligrosa cuanto más esté inspirada por Dios que  la transforma en una fe de la que ningún creyente puede renegar o adaptar a las exigencias políticas contingentes.

Qué desastrosos resultados puede tener para el mundo capitalista la observancia del Corán, se ha visto con la revolución iraní, cuando en el breve transcurso de pocas semanas las fronteras de ese país, que bajo el Sháh era un baluarte de la desvergonzada civilización occidental, se cerraron ante todo lo proveniente del Satán occidental, americano en particular.

De un solo golpe, Estados Unidos y Occidente perdieron un aliado político y militar, un rico mercado y la posibilidad de proseguir con su conquista cultural de la población iraní capaz de vaciar de todo contenido su fe religiosa, modificando radicalmente las costumbres, las tradiciones y la identidad.

Si las normas morales musulmanes contraponen la pureza de costumbres de sus poblaciones a la inmoralidad y a la vulgaridad de los hábitos occidentales, convirtiéndose en la práctica en un obstáculo insuperable para la afirmación del modelo de vida occidental, el peligro mayor para el mundo capitalista proviene de la prohibición coránica de “hacer dinero con el dinero”, esto es, la prohibición sic et simpliciter de la usura, o sea del interés, que esta en la misma base del capitalismo.

La contraposición es total.

Una vez más dos mundos antitéticos se encuentran uno frente a otro, pero con la posibilidad de convivir en paz si la concepción totalitaria de las democracias capitalistas no volviese ineludible la guerra: defensiva para el Islam, ofensiva para Washington y sus aliados.

Estados Unidos, Israel y sus aliados han comenzado desencadenando la guerra Irán-Irak, con un coste de un millón de muertos; han proseguido con el golpe de Estado en Argelia, a fin de invalidar el resultado de las elecciones políticas que habian dado la victoria a Frente islámico de salvación, alimentando una guerra civil y una represión que ha provocado al menos doscientos mil muertos; han ajustado cuentas con su ex aliado y pupilo Saddam Hussein mediante una guerra, un bloque económico que ha costado la vida a medio millón de niños irakies (“un precio aceptable”, según la secretaria de Estado Madelaine Albright) y una segunda guerra todavía en curso que ha provocado ya más de cien mil muertos; han invadido Afganistán donde los muertos se cuentan ya por millares; han provocado la guerra civil en Sudán, y no se detendrán ante nada.

Ciertamente, entre los motivos de esta guerra que ha costado ya millones de muertos destaca el de la defensa a ultranza de Israel, que desde mayo de 1948 controla la “tierra santa” del Islam adquirida primero con el dinero y el engaño y, luego, con la fuerza militar.

Pero la necesidad para Washington y sus aliados de garantizar la existencia del Estado de Israel, por lo demás no amenazada por ninguno de los Estados árabes circundantes, es el objetivo contingente, porque la finalidad de la guerra declarada contra el Islam es ideológica.

En el mundo globalizado que la potencia americana y sus aliados pretenden  crear con la fuerza de las armas y del dinero, no hay lugar para un credo religioso que todavía antepone Dios al oro, la honestidad de las costumbres a la corrupción moral extendida en occidente, un Estado capaz de asegurar una mayor justicia social, la prohibición absoluta de la explotación del hombre sobre el hombre.

El mundo islámico está en expansión. Su crecimiento demográfico espanta a un Occidente que envejece por culpa de su frenesí de enriquecimiento y de la disolución de sus costumbres.

En número cada vez mayor, los musulmanes cruzan las fronteras de sus países de origen para trasladarse a los occidentales, manteniendo inalterada su fe y sus tradiciones, poniéndose como ejemplo de un modo de vivir que contrasta, dentro de occidente, con el occidental.

La capacidad de los Estados islámicos de vivir y prosperar observando normas contrapuestas a las del capitalismo, diseñando un mundo en el cual el dinero ocupa el último lugar y no el primero en la escala de las prioridades humanas, aterroriza a un mundo capitalista que ha sustituido a Dios por el oro y que, por el oro, mata y muere.

Para aquellos que, sugestionados por la propaganda bélica emitida desde los medios de comunicación de masas, ven en el Islam un  enemigo al que combatir porque atenta contra nuestra “civilización”, ha llegado el momento de escapar de la triste fascinación de los tópicos y preguntarse en que consiste verdaderamente esa fe religiosa que no se limita a predicar a los fieles el derecho-deber de conquistar el Paraíso celestial, sino que le impone normas que le hagan vivir en un mundo más justo.

Para cuantos consideren que el capitalismo, en todas sus formas, ha conducido a la decadencia de nuestra civilización, y que la llevará fatalmente a su destrucción, ha llegado el momento de elegir: alinearse políticamente junto al Islam para combatir una batalla común contra el capitalismo, o engañarse a sí mismos y a los demás, y creer que existe todavía una civilización cristiana a la que defender frente a la amenaza islámica.

Viceversa, nuestra civilización se defiende y se afirma sólo mediante una alianza política con un mundo que representa a más de mil doscientos millones de hombres empeñados, como nosotros, en destruir el becerro de oro con el cual se ha sustituido a Dios, para que los hombres puedan volver a levantar la mirada al cielo y volver a encontrar en él a aquel Dios justo que el mundo del dinero cree haber dado muerte.

Una alianza posible, como ya se hubo verificado en distintas condiciones durante la segunda guerra mundial cuando los países pobres estaban combatiendo, no por casualidad, en la guerra de la sangre contra el oro.

Hace más de medio siglo que venció el oro. En esta guerra, nueva y sin embargo antigua, nada hay todavía decidido, ni la victoria ni la derrota. Es una guerra que hay que combatir para crear un mundo de libertad y de justicia, para devolver los hombres a Dios y Dios a los hombres.    

12 comentarios

Pocholo -

Dios no existe! ni Alá, ni Dios, ni Jehová. Este Antagonista quiere pasar de la servidumbre al capitalismo a la servidumbre religiosa a un dios ficticio.

LA-IN -

Efectivamente, compañeros, camaradas y compatriotas: estamos ante una desviación de proporciones megaliticas.
Pues aplicando incluso los análisis más inmediatos, casi revanchistas o nihilistas, no racionalizados, la linea politica resultaría la asumida por los articulos comentados. Mientras, la linea mayoritaria actual entre las llamadas fuerzas patrioticas es completamente extraña a nuestra identidad historica, politica y filosófica.
Por ello, no somos nosotros los "locos desviacionistas" sino ellos, los "cuerdos conformista": traidores a una revolución que proclaman retóricamnet pero que traicionan en los hecho.
La línea correcta es la línea antagonista. Y esta no es un partido, sino la linea que representa la dignidad, el valor y el futuro de todo movimiento politico revolucionario.

aj -

totalmente de acuerdo avizor.
te respondo en el articulo anterior a la respuesta que me diste.
parace que no te entendí correctamente.

saludos

Avizor -

Secundo punto por punto lo que dice UGER.
Como comento en el añadido de un "post" anterior, las apelaciones a la defensa de la "civilización judeocristiana" frente a la "amenaza islámica", y los llamamientos a la preservación de la "raza blanca" frente a la "invasión de las razas de color" no son más que excusas baratas y sentimentales para justificar la "identidad" (identificación) de los farsantes con el dominio internacional del totalitarismo mercantilista.
El cristiano que toma como enemigo al Moro no lo hace porque sea cristiano, sino porque es un "cruzado"... del "Becerro de Oro" y de la Depredación del planeta.
El indoeuropeo que declara enemigo al semita y al camita no lo hace en defensa de su raza sino en defensa del poder total de su partido: el occidentalista.
Quien no vea esta dialéctica es porque se pone voluntariamente una venda.

Vanguardia Popular -

Me parece que es la primera vez que Vinciguerra se manifiesta de forma tan clara a favor de una alianza política con el islam, por lo que tengo leído de él.
Esto es importante..
Un saludo a Alfonso y a los camarada de ReSistencia.
Espero veros pronto.
SH!!

Resistencia -

Las brigadas Ezzedin Al Qassam, brazo armado del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), emitieron un comunicado en el que aseguraban que "quien tomó la decisión de asesinar al jeque Ahmed Yassin en realidad decidió matar a centenares de sionistas".

"Todos los musulmanes en el mundo islámico tendrán el honor de participar en la respuesta a este crimen", agregaron las brigadas.

Un dirigente de la Confraternidad de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Abdel Quddus, presidente del comité de Defensa de los Prisioneros Políticos, dijo que la acción israelí "es un crimen que abrirá la puerta del infierno para Israel".

El asesianto de Yassin "no es una victoria para Israel, porque los resultados de esta acción serán los opuestos. La resistencia no se calmará, sino que se inflamará", añadió.

ps -

«Hace más de medio siglo que venció el oro. En esta guerra, nueva y sin embargo antigua, nada hay todavía decidido, ni la victoria ni la derrota. Es una guerra que hay que combatir para crear un mundo de libertad y de justicia, para devolver los hombres a Dios y Dios a los hombres. »

Venator -

A propósito de Irán.

http://sp.rian.ru/onlinenews/20070905/76708292.html

Prometeos -

Bueno,este es el comentario de un Ateo convencido,que no cree en modo alguno en religiones,pero que admira en Irán ,la fuerza visible de un pueblo que ha sabido plantarle cara al Nuevo Orden Mundial,muertos ya los otros escenarios posibles de oposición al Sistema:Sudáfrica y su Apartheid,Europa y el Fascismo,o en su vertiente más maravillosa el Nacional Socialismo alemán,eL Egipto Nasserista,la India de Nehru e Indira Gandhi,el Peronismo en Argentina,todos y cada uno de ellos,ejemplos hermosos a seguir.

Un usurero, una cuerda -

La cuestión de la Usura

http://dinarydirham.com/Textos/Una Critica islamica de la Economia/Introduccion.htm

Flávio Gonçalves -

www.avanguardia.tv já está de novo funcionando.

UGER -

Para cuantos consideren que el capitalismo, en todas sus formas, ha conducido a la decadencia de nuestra civilización, y que la llevará fatalmente a su destrucción, ha llegado el momento de elegir: alinearse políticamente junto al Islam para combatir una batalla común contra el capitalismo, o engañarse a sí mismos y a los demás creer exista todavía una civilización cristiana a la que defender frente a la amenaza islámica.

Viceversa, nuestra civilización se defiende y se afirma sólo mediante una alianza política con un mundo que representa a más de mil doscientos millones de hombres empeñados, como nosotros, en destruir el becerro de oro con el cual se ha sustituido a Dios, para que los hombres puedan volver a levantar la mirada al cielo y volver a encontrar en él a aquel Dios justo que el mundo del dinero cree haber dado muerte.