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LA GUERRA NEGADA por Vincenzo Vinciguerra

LA GUERRA NEGADA por Vincenzo Vinciguerra

¿Desde cuándo está este País en guerra?

Pregunta legítima que sin embargo nadie se ha hecho jamás, porque la paz –dicen- ha retornado a Italia el 25 de abril de 1945.

No, este País  ha entrado en guerra el 10 de junio de 1940 y desde aquel día espera conocer la paz.

Era la “guerra de la sangre contra el oro”.

Tres años más tarde, el 25 de julio de 1943, las altas instancias institucionales, políticas y militares italianas decidieron que era mejor proseguir la guerra a favor del oro y contra la sangre. Se pasaron a los “aliados“ contra los alemanes y comenzaron una guerra civil entre italianos.

Mientras estaba en curso la guerra civil entre fascistas y antifascistas, se manifestaron los primeros signos de la nueva guerra, aquella entre comunistas y anticomunistas.Partisanos anticomunistas eliminados por los “garibaldinos”, y comunistas aniquilados por los anticomunistas mediante las oportunas delaciones a los alemanes y fascistas, algunos curas, algún terrateniente, algún industrial a fin de preparar el terreno a la revolución proletaria.

La pálida aurora del 25 de abril de 1945 no vio surgir por lo tanto el sol de la paz, sino el sangriento de una nueva guerra entre el mundo llamado “libre” y el comunista: la guerra entre dos imperialismos, el americano y el soviético.

La “paz” en Italia contempla la muerte de diez mil fascistas hasta 1949, mientras la mafia se pone de parte del poder democristiano, los representantes de la “Salò tricolor” saltan el foso pasándose a los vencedores (con los cuales muchos estaban secretamente alineados desde el 8 de septiembre de 1943), el separatismo siciliano es eliminado y las revueltas de las poblaciones hambrientas anegadas en sangre.

La “paz” jalona su camino con los muertos que siembra por doquier, en Italia, desde la Sicilia separatista y mafiosa hasta el territorio libre de Trieste.

El balance de los primeros cinco años de guerra permanece todavía ignorado, pero son decenas de miles los afectados entre muertos, heridos y encarcelados.

No es la, como quería Clausewitz, “la política como continuación de la guerra por otros medios”, sino la paz que sirve para ocultar las guerras no ortodoxas, de “baja intensidad”, aquellas que se hacen contra la “quinta columna” comunista pero sin declararlas nunca abiertamente fingiendo que exista la paz.

Los años cincuenta transcurren en esta atmósfera de guerra no declarada, mientras los únicos o casi en disparar siguen siendo los policías y carabineros que, sin embargo, defienden el orden público democristiano.Esto no es la guerra, afirman. Pero mientras tanto se muere.

Una guerra tangencial que, en 1956, comienza una nueva andadura hasta convertirse en abierta, sangrienta y generalizada como en los años de la inmediata posguerra.

Sucede que la Unión Soviética se pone al lado del Egipto de Nasser y esto constituye un peligro para Israel, que en consecuencia se transforma en un punto firma al que defender en el Mediterráneo.Un país sin libertad no puede quedar fuera de los conflictos internacionales que envuelven a sus amos. Italia es un “portaviones en el Mediterráneo”, desde el punto de vista militar y estratégico,  mientras que políticamente es el “vientre débil” de la OTAN a causa de la presencia en su territorio del más potente Partido comunista occidental, la famosa “quinta columna soviética”.

Así pues, resulta fatal que los organismos militares italianos y atlánticos encargados de la “guerra no ortodoxa” transformen el País en un campo de batalla creando el enemigo donde no existe (los grupos pro-chinos, por ejemplo) y reclutando entre los grupos de extrema derecha para lograr un enfrentamiento entre “los extremismos opuestos”.

Pero anteriormente, frente a los acontecimientos que se precipitan en Medio Oriente con la llegada de millares de “consejeros” soviéticos a Egipto, la presencia cada vez mayor de la flota soviética en el Mediterráneo, la pérdida por parte de Occidente de Libia y Túnez, tras la de Argelia, se intenta la operación institucional que remite exactamente al golpe de Estado del 25 de julio de 1943.

Hay un estado de guerra. Hay un enemigo, el comunismo internacional. Existe la necesidad de un Estado fuerte en el interior y absolutamente determinado a apoyar a los Estados Unidos y a la OTAN en la defensa a cualquier precio de Israel.

Un “25 de julio” anticomunista, inspirado por el presidente de la República, acordado con los aliados, enmascarado con la proclamación del “estado de emergencia” a fin de garantizar la seguridad de los ciudadanos, planificado por el Estado Mayor de la Defensa y ejecutado en el terreno por los aparatos secretos del Estado y de la OTAN.

Un “golpe de Estado” institucional en el cual toma parte toda la extrema derecha italiana, que tiene en el Movimiento social [MSI] al inspirador y coordinador de los grupos que la componen, divididos pero unidos por la misma estrategia

.La masacre de plaza Fontana es el detonante que debería servir para los sangrientos incidentes programados con fecha de 14 de diciembre de 1969, en Roma, con ocasión de una manifestación nacional preparada por el Msi. Algo falla, alguien se echa atrás pero desde entonces hasta 1974, la extrema derecha italiana junto a los partisanos blancos tipo Sogno confiará en poder resolver en sentido favorable la situación italiana llevando al gobierno a los extremistas democristianos, socialdemócratas y missinos.

Y la guerra se vuelve abierta, implicando a un número dada vez mayor de personas de una izquierda “revolucionaria” infiltrada e instrumentalizada  y de una derecha de Estado y de servicio (secreto), convencida de poder finalmente lograr el éxito de un retorno al poder  gracias a los méritos adquiridos en la lucha contra el comunismo.

Los muertos se añaden a los muertos.

El comunismo itálico se esfuerza en alcanzar el “compromiso histórico” con los democristianos, empezando a tomar distancias con la Unión soviética y jugando todas sus cartas a la victoria electoral.Pero no ofrece garantía suficientes para los Estados Unidos, la OTAN e Israel.

La estrategia ajusta sus tácticas y el arma ganadora contra el Pci terminan siendo las Brigadas Rojas y grupos equivalentes.Son estos los que retoman la bandera propia de la “Volante roja” desde 1946 a 1949 y de los compañeros del “triángulo de la muerte” matando e hiriendo industriales, empresarios, amén de periodistas, policías, magistrados y carabineros.Frente al “espontaneísmo” concertado de la izquierda, no podía faltar el “espontaneísmo” mendicante de la extrema derecha.

El pretexto para intensificar el enfrentamiento entre los “opuestos extremismo” lo había proporcionado Adriano Sofri que había llamado a la guerra partisana contra los fascistas y que, con total impunidad del Estado que necesitaba a alguien como él, desde 1971 había publicado en su periódico nombres, apellidos y direcciones, etc. de jóvenes de derecha, los “fascistas” a los que agredir.

De la acción político-criminal de Adriano Sofri y de sus colegas de Lotta continua, surge la motivación oficial para la reacción de ciertos grupos de extrema derecha que se fingen “espontáneos”.

En realidad, su propósito responde a una estrategia tan vieja como su nombre: NAR, de hecho, significa Núcleos Armados Revolucionarios y eran la célula base de los Fascios de acción revolucionaria (Far) creados por Pino Romualdi en 1946 para servir mejor los intereses de los servicios secretos americanos.Y Pino Romualdi, junto a Giorgio Almirante y otros, está todavía en la cúspide dirigente, en 1977 y después, de la extrema derecha italiana.

Si la extrema derecha missina no pudo alcanzar el poder mediante el golpe de Estado institucional, pudo sin embargo adquirir méritos por el enfrentamiento sobre el terreno contra los “terroristas rojos”, confirmando su vocación de “guardia blanca” de la burguesía, tal como lo había descrito Pino Romualdi en julio de 1946.

Esperanzas vanas desde el momento en que sólo en Roma se consigue formar un grupo político-delictivo que, al final, le toma gusto a los robos, al trapicheo de droga, a los restaurantes de lujo, a las vacaciones en Jesolo, y que no encuentra acto seguido ningún émulo en el resto del territorio nacional.

Mientras tanto, la situación en Oriente Medio se encamina a la estabilización, con la paz entre Egipto y Jordania, de una lado, e Israel de otro.La guerra en Afganistán aleja el peligro militar soviético del Mediterráneo, el Partido comunista italiano gracias a las acciones de  las BR y compadres inicia un inexorable declive electoral que aleja sus posibilidades de entrar en el gobierno con una mayoría relativa y en solitario, porque para entonces el Partido socialista en manos de Bettino Craxi es una fuerza declaradamente anticomunista.

Con Israel seguro y arrogante por su poder y fortaleza, puede comenzar el proceso de estabilización con el desmantelamiento de las formaciones “terroristas”.

¿Es la vuelta a la paz? 

No, porque las armas no callan, continúan disparando y matando, y las cárceles llenándose, solo de “compañeros” que no quieren resignarse a lo que consideran una mera derrota militar.

En los años noventa, es el Estado mafioso el que se alza con una postrera carga de muertos y de masacres.Inmediatamente rebautizado como “el antiestado”, el poder mafioso retorna a sus límites, abandona sueños megalómanos contentándose con verse representado en el gobierno por Marcello dell`Utri, Silvio Berlusconi, Ferdinando Casini, con Totò Cuffaro y otros más.

¿Hay paz?

No, porque siempre en nombre de Israel comienza la guerra contra el Islam.

El gobierno italiano no duda en participar en ella, así pues se vive todavía en estado de alerta  y de emergencia, mientras otros italianos civiles y militares mueren ahora en Irak y Afganistán para defender una vez más los intereses americanos e israelíes.

¿Y la paz?

Era el 9 de junio de 1940, cuando sobre este País amaneció la última aurora de paz de su historia.

Han pasado 67 años y la paz es un objetivo a conquistar.

 http://www.marilenagrill.com

 

Opera, 7 agosto 2007

3 comentarios

Anónimo -

Los diputados del Parlamento de Irán han emitido un comunicado en el que califican de “terroristas” al Ejército de EEUU y a los servicios de Inteligencia de este país, conocidos como la CIA.


En este comunicado se manifiesta que el “ejército agresor estadounidense y la CIA son, por varias razones, entrenadores de terroristas, mecenas de terroristas y ellos mismos, terroristas.”

Para tal contundente aseveración, el comunicado parlamentario declara: “El bombardeo atómico de Hiroshima y Nagasaki en el pasado, la utilización de uranio empobrecido en los bombardeos de los Balcanes, Irak y Afganistán, la ocupación de numerosos países como Vietnam en el pasado e Irak y Afganistán en el presente, los apoyos sin límites ni miramientos dados al régimen agresor sionista y su participación en las acciones terroristas llevadas a cabo por dicho régimen en contra del oprimido pueblo palestino y los países de la zona, forman parte de las acciones terroristas del Ejército de EEUU y de la CIA.”

El comunicado añade: “El apoyo ilegal y vehemente al anterior dictador de Irak, Sadam Hosein, a bandas terroristas como los Moyahedin del Pueblo, y la creación de mano de la CIA de organizaciones terroristas como la de Al Qaida y los talibanes durante la ocupación de Afganistán por la extinta URSS, sumado a las matanzas perpetradas contra gente inocente en Irak y Afganistán, los bombardeos diarios, la torturas a ciudadanos de a pie en las cárceles de Abu Ghraib y Guantánamo y en las numerosas prisiones clandestinas repartidas por el mundo, en especial en Europa, así como otros muchos actos que configuran el negro historial del Ejército estadounidense y de la CIA, son otras de las acciones terroristas de estas dos instituciones.”

“De acuerdo a los criterios reconocidos en el mundo de hoy y a las normas internacionales aceptadas en las relaciones internacionales, desde la Carta Magna hasta las numerosas convenciones relacionadas con la guerra y los derechos humanos, semejantes actuaciones atentan sin lugar a dudas contra toda pauta reconocida e internacional y, el Ejército de EEUU es a día de hoy un ejército agresor, ocupacionista y patrocinador del terrorismo”, acusa el documento.


El comunicado concluye: “Nosotros, los representantes del gran pueblo iraní, le pedimos a la ONU que condene las agresiones del Ejército de EEUU y la inseguridad que éste ha provocado en la región, en particular, en Irak y Afganistán, y solicitamos que este organismo intervenga en las torturas que siguen practicando en Guantánamo, Abu Ghraib y en las cárceles clandestinas que tiene EEUU repartidas en varios países.”



http://usuarios.lycos.es/resistencia/enguerra.htm -

Estamos en guerra



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A.B.A.

Hace unos meses, en el transcurso de la fiesta-presentación de un nuevo movimiento político, un joven camarada de La Voz del Pueblo nos narraba una anécdota reveladora. Un amigo suyo de viaje en Estados Unidos había sido sometido - en la Aduana del aeropuerto neoyorquino creo - a una especie de cuestionario en el que, aparte de las habituales preguntas sobre su estado de salud y las intenciones de su viaje, se le inquiría sobre su particular ideología.

Entre otras cosas se advertía que la condición de "nacionalsocialista es un impedimento para entrar en Estados Unidos. Nuestro amigo quedó muy sorprendido de que en la supuesta patria de la Libertad un hombre pudiera ver rechazada su entrada por una cuestión de conciencia a pesar de las famosas Enmiendas de la Constitución norteamericana, modelo para tantas otras democracias occidentales.

Y sin embargo este ocasional turista europeo no debería sorprenderse de que las autoridades norteamericanas impidan la penetración de ideologías hostiles y personas pertenecientes a países enemigos porque tal comportamiento es normal y legítimo en tiempos de guerra en los que precisamente se hace necesario limitar incluso poner en suspenso ciertas garantías constitucionales.

Alguien puede preguntarnos de qué guerra estamos hablando, porque - que se sepa - desde hace más de cincuenta años no existe en Europa un conflicto bélico generalizado ni los Estados Unidos han declarado la guerra a ningún país de nuestro continente. Europa y los Estados Unidos son "aliados desde que en 1945 acabara la Segunda Guerra mundial.

En realidad, es de esta guerra, la Guerra de la Sangre contra el Oro, la Guerra del Trabajo contra la Usura, de la que estamos hablando. La Guerra que ha visto el triunfo total de los Estados Unidos de América sobre Europa y la imposición del liderazgo político, militar, económico, cultural norteamericano sobre todo el mundo.

Una guerra que, por lo que se deduce de la anécdota anteriormente narrada no ha acabado para los USA, pero tampoco ha acabado para algunos de nosotros que nos consideramos generación de aquel Frente de combate que vio rota sus líneas en el colapso final del Berlín 1945 combatiendo hasta el último batallón y hasta el último hombre sobre las ruinas incandescentes del Führerbunker.

Lamentablemente, esa guerra acabó en aquellos años también para otros supuestos "camaradas que realizaron una opción traidora a favor de ese Occidente plutocrático, judaico y democrático y cuyas nuevas generaciones se agrupan hoy en partidos, corrientes y plataformas reaccionarias que asumen de forma más o menos descarada los valores, los hechos, la historia y sobre todo las migajas que los Vencedores comparten siempre con los vencidos que ante ellos se humillan y claudican.

Los Devoradores del Mundo, los Enemigos del Género Humano, los Destructores de Europa, no han firmado ningún armisticio, menos aún un verdadero Tratado de Paz, porque lo que consiguieron en 1945 fue solamente una victoria militar sobre los ejércitos de algunos estados europeos, no sobre las ideologías que los sustentaban que ellos lo saben no han firmado por medio de sus representantes cualificados ninguna tregua ni han llegado a ningún compromiso con los Invasores de Europa.

Por ello, de forma expeditiva y completamente ilegal crearon "tribunales de guerra para condenar y ajusticiar a los dirigentes nacionalsocialistas supervivientes de la debacle bélica. Y por ello también estos tribunales de excepción han creado una ideología jurídica que todavía hoy, y hoy más que nunca, transformada en legislación "democrática persigue la libertad de pensamiento y de investigación, especialmente sobre aquellos episodios de la guerra que hoy constituyen la hipotética legitimidad de los vencedores para seguir masacrando, destruyendo y esclavizando cualquier género de oposición global.

Es por tanto lógico que para los vencedores del Gran Conflicto tanto los oficiales como los oficiosos la guerra no haya terminado y que cualquiera de nosotros, europeo o no, que no participe del discurso triunfal del Sistema Aliado sea potencialmente enemigo y que como tal sea tratado en el territorio metropolitano de la Nación Vencedora, e inclusive en nuestro propio territorio, donde Historiadores Revisionistas y Revolucionarios europeos, son perseguidos por las Autoridades coloniales (=Gobiernos europeos) por cuestiones de conciencia y de libertad de investigación y expresión.

No es pues exagerado referirse a Europa como "Territorio Ocupado porque eso es lo que es, a pesar de las apariencias "democráticas o precisamente por ellas

En referencia al carácter especial del Tribunal de Nuremberg, como "tribunal de excepción y "último acto de la guerra, Robert H. Jackson, Procurador General de los Estados Unidos, decía en 1946:

>.

Que los "aliados continúan técnicamente en guerra no solo contra Alemania sino contra todo el continente, no es algo difícil de confirmar. Es un hecho cotidiano que precisamente en estos inicios de milenio se nos muestra en toda su claridad y plenitud.

El saqueo de las principales empresas alemanas, bajo la acusación de emplear mano de obra esclava (solo la judía, obviamente), el estrujamiento de la hermética banca suiza como colofón a una alucinante campaña de propaganda guiada por los lobbis judaico-estadounindenses y el demencial ataque terrorista de la Alianza Atlántica contra la nación serbia, son sólo los últimos ejemplos de una cadena de hostigamiento que desde 1946 no se ha detenido.

Incluso, el principal baluarte "representativo de la Administración colonial europea, la Eurocámara, debe levantar acta de esta realidad oprobiosa. La noticia es escueta pero demoledora:

> (La Razón, 8-III-01)

La confirmación política de esta vieja sospecha, no puede quedar limitada como desearían los euroburócratas - al aspecto comercial de competencia desleal. La red Echelon fue creada en 1945 por las potencias del eje anglosajón (USA, Gran Bretaña, Canadá, Nueva Zelanda y Australia) y la fecha no es casualidad.

Europa está sometida a una tutela comercial, a un vasallaje político y a una colonización cultural, como consecuencia - única y exclusivamente - de su derrota militar, no viceversa. Y el mantenimiento de nuestra dependencia deriva de esta estrategia de guerra que no nos reconoce como entidad autónoma ni como sujeto histórico. Para nuestros Invasores solo somos, tal como dice el Tratado de Maastricht, "el pilar europeo de la Alianza atlántica. Ni más ni menos.

Ha habido períodos, es cierto, de relativa calma, como en todas las guerras. Durante la Guerra fría, por ejemplo, los Estados Unidos de Israel han necesitado la colaboración de las naciones europeas occidentales en su lucha contra el aliado/rival soviético,. Pero tras la caída de la URSS las hostilidades se han reanudado y las humillaciones contra nuestros pueblos han ido in crescendo.

Pero sobre todo está el caso de Israel,. Esa pequeña entidad terrorista que se sigue nutriendo del presupuesto federal norteamericano, de las donaciones de correligionarios judíos y judeocristianos de todo el mundo y cómo no - de los fondos provenientes de ese industria chantajista economico-emocional que es el holocausto en forma de reparaciones de guerra y de contribuciones arbitrarias; y cuya única misión parece ser ya mantener la ideología de guerra de exterminio a costa de la opresión y el martirio del pueblo palestino y de otras naciones limítrofes.

Tampoco para ellos, para los sionistas, la guerra ha terminado. De hecho, su "Estado es un estado de guerra y su gobierno mera junta militar donde generales genocidas se suceden unos a otros al compás de los cambios políticos de las administraciones norteamericanas. Administraciones que, viceversa, responden al gusto y a los intereses del lobby sionista-americano, alcanzándose así un grado de simbiosis entre ambas naciones que impiden técnicamente considerarlas de forma separada.

Y esto puede aplicarse también a los respectivos gobiernos europeos, con la salvedad de que nuestro nivel de decisión es infinitamente menor porque a fin de cuentas somos casi como Palestina territorio ocupado y nuestros gobiernos son gobiernos cipayos, administraciones delegadas excepcionales sometidas al poder de la maquinaria politico-militar made in Usa.

No. La Guerra, la de ayer, la de hoy, la de siempre, no ha terminado. Ellos lo saben y no se privan de recordárnoslo a cada momento y de mostrarnos todo su poder y toda su gloria, de forma arrogante e inmisericorde por más que por razones de prestigio dosifiquen su violencia y no duden en ocasiones en mostrarse ellos mismos y sus cipayos como victimas propiciatorias e inocentes o como lideres morales frente a la intolernacia de unos pocos.

Así, recientemente en la Alemania humillada y saqueada un partido político se encuentra enfrentado a un proceso de ilegalización. Su delito: ser o parecer "nazi.

No se trata, como podría pensarse de un partido de reciente creación sino de un movimiento legal y legalista que cuenta con casi cuarenta años de antigüedad. Y es ahora cuando se ha descubierto su "nazismo por las autoridades políticas alemanas. Prueba evidente de que el periodo de "tregua ha tocado a su fín tambien para los partidos "legalistas.

Esa Alemania, donde las masas se han "lanzado a la calle encabezadas por el mismísimo presidente federal para protestar por la muerte de un niño de origen iraquí asesinado presuntamente por unos jóvenes cabezas rapadas, revive sus propios fantasmas familiares. Un crimen execrable ciertamente, pero cuantitativamente incomparable con los más de 500.000 niños iraquies asesinados en Iraq por el criminal embargo perpretado por la comunidad de naciones "aliadas desde el final de la Guerra del Golfo, la muy democrática y antinazi Alemania entre ellas.

No se verá entonces al presidente federal marchar al frente de sus conciudadanos para exigir justicia para tantos miles de víctimas sacrificadas en el altar de los Devoradores del Mundo, nuestros enemigos.

No son sus muertos. Y ni a él ni a sus amos sionistas-norteamericanos les remorderá la conciencia por tantas y tantas vidas destrozadas desde 1945 hasta acá: "es una guerra y en una guerra cuentan los que vencen, no los muertos, y menos aún los muertos del enemigo, aunque sean civiles indefensos.

Fue una Guerra Total, no lo olvidemos. Y aún lo sigue siendo. En una guerra total las diferencias entre civiles y militares se difuminan hasta casi desaparecer por completo. Los supuestos "daños colaterales no existen fuera de las necesidades propagandísticas. Los civiles muertos en Yugoslavia durante el ataque terrorista de la OTAN no son más que otros tantos objetivos de la estrategia de guerra total judaico-norteamericana, al mismo nivel que las fábricas de armamentos bombardeadas o las tropas serbias desplegadas (que dicho sea de paso han salido indemnes de la conflagración)

Sí, definitivamente estamos en guerra, aunque algunos no quieran enterarse; y se trata de lucharla y de vencerla.

En 1945 no venció el bando justo. Triunfó únicamente la fuerza material, los medios masivos de destrucción: la alianza más hipócrita y criminal que vieron los siglos. No aquellos moral y políticamente mejores. El "desastre triunfante al que nos conducen las Fuerzas vencedoras, y que implica ya a todo el género humano y a la propia Tierra como habitat ancestral, es prueba más que evidente de la naturaleza criminal de nuestros nuevos amos.

Son ellos el Enemigo. El Único. El de siempre. Y no dejará de serlo hasta que sea totalmente derrotado, vencido, aniquilado.

Pero, no nos engañemos: vence no quien es mejor sino quien es más fuerte. Para vencer no basta solamente con ser mejores, hay que ser más fuertes. Pero antes de nada hay que tener conciencia de la realidad bélica en que vivimos, de los medios ilimitados del Enemigo y de nuestra endémica debilidad.

Aún así ya sabemos que "mientras no esté todo perdido nada está perdido.








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TelmO -

Pues fijémonos en España que llevamos en guerra desde 1936 o 1931, cuando la oligaquía se levantó con fuego, dinero y sangre para destruir la revolucion popular española.